Afinan controles para medir exceso de velocidad

Los asiduos usuarios de las autopistas Caracas-La Guaira y Regional del Centro piden más seguridad vial y que esta no sea solo en las entradas de las ciudades o en los peajes.
Mientras los funcionarios afinan los mecanismos para controlar los excesos de velocidad en tramos importantes como la bajada de Tazón. Ayer se observó que con pistolas láser y pantallas digitales marcan las velocidades de los conductores que van sentido Caracas.
Lo reglamentario es circular a una velocidad de entre 60 y 80 km/h y que la carga pesada use el canal lento.
Aún así, más de uno se monta a 100 km/h. Pero para este exceso, según dice el personal de Tránsito Terrestre, se imponen multas de 10 UT, es decir, mil 250 bolívares. Al día colocan un promedio de 35 boletas, solo en la Regional del Centro que tiene, desde el km 0 hasta el antiguo peaje, dos puntos de control fijos, con la participación de la GN, Intt y los bomberos del Distrito Capital. Además hay dos unidades motorizadas en la bajada de Tazón.
«Aun así hace falta más seguridad. Sí hay vigilancia, pero debe extenderse a tramos como la entrada de Charallave o de Tejerías, donde incluso falla la iluminación», señaló José Sánchez.
En cuanto a las condiciones de la vía, los encuestados indicaron que en líneas generales está acondicionada.
«Por lo menos han rehabilitado la capa asfáltica. Solo quedan algunos metros escarificados, pero está bastante buena, por lo menos en los kilómetros que están entre Caracas y Miranda», dijo Luis Cáceres.
Mientras que Carlos Prieto se refirió al tema de la inestabilidad que se presenta con las lluvias y aseguró que se hace resbaladiza; «por ello creo que se debe reforzar la vigilancia».
Y Víctor Pinto, también conductor, expresó que los excesos de velocidad son una constante en esta arteria vial. «Deberían ponerle una especie de gobernadores para controlarles el marcador y así garantizar una mejor seguridad, principalmente en la madrugada».
En el caso de la autopista Caracas-La Guaira, los usuarios comentan que está mejor acondicionada, cuenta con más iluminación y también están desplegados los controladores de velocidad. A la pistola añaden la pantalla digital que también capta los excesos.
Pero, según uno de los uniformados, «falta más presencia de funcionarios. Dos no podemos controlar a todos los infractores. Si ellos lo ven a uno desaceleran, pero más adelante pisan la chola».

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