Amnistía para inmigrantes ilegales pide España a EE.UU.

JOAQUIM UTSET
El Nuevo Herald
Abogar por una solución estrictamente represiva al fenómeno de la inmigración irregular, uno de los ángulos del gran debate que se vive actualmente en Estados Unidos, es promover una »mentira» que deja sin resolver un problema de escala mundial, expresó ayer el ministro de Justicia español, Juan Fernando López Aguilar, durante una entrevista con El Nuevo Herald.
López Aguilar, quien participó anoche en un foro internacional organizado por la revista Poder, consideró que la respuesta práctica y humana a la problemática de los indocumentados es crear un proceso de regularización como el abierto el año pasado por el gobierno español, que llevó a la legalización de unos 800,000 extranjeros.
»Miente o insulta la inteligencia quien pretende que una ley, o una decisión política, pueda acabar con la presión de la inmigración irregular en los países desarrollados dentro de un mundo globalizado», advirtió López Aguilar, quien ocupa la cartera de Justicia desde la formación hace dos años del gobierno socialista presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. »Sencillamente no es verdad, no hay ni un solo analista serio que sostenga que una medida de gobierno represiva o impactante pueda poner punto final a la presión de la inmigración irregular. Ni en Estados Unidos, ni en Canadá, ni en la Unión Europea esa medida es creíble», agregó.
La reforma emprendida por el gobierno de Rodríguez Zapatero permitió solicitar la regularización de su situación migratoria a los extranjeros que demostraran contar con un contrato de trabajo.
Una medida similar, que exige el pago de multas y de impuestos atrasados, es la patrocinada en Washington por los partidarios de legalizar a los indocumentados. En el lado opuesto del debate, los republicanos más conservadores aborrecen lo que califican de una «amnistía».
López Aguilar sostuvo que la regularización de una masa trabajadora que opera en las sombras redunda en beneficio del país receptor. »Los 800,000 extranjeros que fueron regularizados llevaban años incorporados al mercado de trabajo, en la construcción, en el empleo doméstico, en los servicios, y sin embargo estaban siendo ignorados por completo», dijo el ministro español.
»Con un efecto paradójico negativo, estas personas tenían derecho a servicios sociales que en España son universales, como la sanidad y la educación, pero no contribuían con impuestos. La regularización ha sido, por tanto, no solamente buena desde el punto de vista del respeto al derecho fundamental de las personas, sino también en términos económicos y fiscales», agregó.
Rumores preocupantes
Los rumores de redadas para detener a inmigrantes indocumentados ha levantado interrogantes en sectores diplomáticos del sur de la Florida, preocupados por lo que consideran una posible rotura del tejido social de la región.
»Se ha dañado a una comunidad como Homestead, donde conviven brazo con brazo anglosajones, afroamericanos e hispanos. Homestead ahora es una ciudad fantasma. Y estos rumores han afectado seriamente esas relaciones porque la sensación del temor que se ha creado ha afectado socialmente a la comunidades, se ha afectado el tejido social», comentó ayer a El Nuevo Herald, el cónsul mexicano en Miami, Jorge Lomónaco.
La preocupación es compartida por otros dos cónsules latinoamericanos en el sur de la Florida, que prefirieron mantenerse anónimos.
»La gente no está yendo a trabajar, no manda sus hijos a la escuela, no desarrollan una vida normal, sino que están escondidos en sus casas sin salir», manifestó uno de ellos.
En medios pro inmigrantes hay quien considera que la ola de rumores pudiera ser un freno a la participación de indocumentados en las manifestaciones previstas para el próximo lunes. »No me atrevería a especular, pero el dato duro es que los rumores surgen en días anteriores a las manifestaciones», comentó Lomónaco.
De acuerdo con la Convención de Ginebra, las autoridades tienen que informar a los consulados sobre los arrestos correspondientes, proveyendo listados completos con los nombres y fecha de la detención. Lomónaco explicó que eso no sucede necesariamente así, que muchas veces los listados llegan tarde o llegan incompletos.
»Cuando nos enteramos de un operativo, solicitamos confirmación a inmigración. Este martes nos enviaron una lista de 27 detenidos. El miércoles entrevistamos a 16, pero fue una sorpresa; sólo uno fue detenido en Miami hace semanas como resultado de manejar bajo efectos del alcohol. Once de ellos habían sido arrestados en Tallahassee la semana anterior, y cuatro estaban, incluso, listos para ser deportados a México, un proceso que tarda unos tres a cuatro meses. Ninguno tenía que ver con la «Operación Phoenix», indicó el cónsul mexicano en Miami.
Así, su oficina no ha detectado en los últimos días una intensificación en las detenciones. »Hemos detectado, sí, un aumento en reportes de distintas fuentes, que en ocasiones son contradictorios entre sí. Ha sido una cantidad impresionante de rumores, que han desatado muchísima confusión y más miedo», añadió el diplomático.
Al parecer, la ola de rumor surgió tras desencadenarse la »Operación Phoenix», que llevó a la detención de 1,187 inmigrantes indocumentados, básicamente con antecedentes penales, en 26 estados.
El martes, en Fort Worth, Texas, las emisoras de radio fueron inundadas con miles de llamadas sobre hipotéticas redadas. Una de ellas provocó una estampida en un supermercado cuando varias personas detectaron algunas camionetas estacionadas en el lugar.
»No hubo ninguna redada allí, pero hay pánico en las calles en que hay camionetas en los estacionamientos. Hemos recibido muchas llamadas desde que se dieron esas operaciones [Operación Phoenix]», comentó el portavoz del Departamento de Inmigración y Aduanas (ICE) en Dallas, Carl Rusnock.
Tal vez no hubo redadas, aunque las autoridades le llaman «operativos».
»Interesante, eso me recuerda el chiste del pato, o sea, si camina como una redada, habla como redada, pues tendrá que ser una redada, ¿no?», añadió el cónsul Lomónaco.

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