Aumentan alerta militar tras amenaza

Corea del Sur y EEUU aumentaron alerta militar tras amenaza norcoreana
Seul.- Corea del Sur y Estados Unidos aumentaron el jueves su nivel de alerta militar luego que Corea del Norte recusó el armisticio de 1953, firmado por las dos Coreas, aumentando la tensión y los riesgos de incidentes en la región.
«El jueves a las 07H15 (22H15 GMT del miércoles), el mando de las fuerzas conjuntas estadounidense-surcoreanas aumentó las condiciones de alerta en un grado, pasando al nivel dos», precisó un comunicado del ministerio.
«La vigilancia sobre Corea del Norte será reforzada con un mayor número de aviones y de personal movilizado», agregó el portavoz del ministerio, Won Tae-Jae.
Won afirmó que esta es la cuarta vez desde 1982 que las fuerzas conjuntas elevan su alerta militar al nivel dos. La última ocasión fue en octubre de 2006, después de que Corea del Norte realizara su primer ensayo nuclear.
«Estamos manteniendo una postura de defensa estricta para evitar las provocaciones militares del Norte», afirmó. «El ejército tratará con severidad los actos de provocación», agregó.
Won dijo que la vigilancia se centrará a lo largo de la zona desmilitarizada que divide la península, el área de seguridad en la localidad de Panmunjom y en la Línea de limitación norte en la disputada frontera en el Mar amarillo, reportó AFP.
Corea del Norte afirmó el miércoles que ya no está vinculada al armisticio que puso término a la Guerra de Corea (1950-1953) y amenazó a su vecino del sur con un ataque militar, dos días después de realizar un segundo ensayo nuclear, mucho más potente que el primero, en octubre de 2006.
Esta última medida de retorsión se produjo después de que Corea del Sur decidiera sumarse a una iniciativa liderada por Estados Unidos y destinada a frenar la proliferación de armas de destrucción masiva. Dicha iniciativa de seguridad puede implicar la detención y registro de barcos.
El régimen comunista consideró que esta decisión equivale a «una declaración de guerra», en un comunicado del ejército citado por la agencia norcoreana KCNA.
«El más mínimo acto de hostilidad contra nuestra república, incluida la intervención y el registro de nuestros navíos pacíficos (…) tendrá como respuesta un ataque militar inmediato y contundente», afirmó el ejército norcoreano.
Estados Unidos, que durante la Guerra de Corea lideró una fuerza de Naciones Unidas destinada a defender al sur, sigue teniendo a 28.500 de sus hombres estacionados en Corea del Sur como medida disuasoria hacia el régimen de Pyongyang.
Para Estados Unidos esta es la quinta ocasión en que Corea del Norte busca invalidar el armisticio, pero analistas creen que ahora hay más posibilidades de un conflicto armado limitado entre ambas coreas.
«La posibilidad de que haya enfrentamientos militares, en especial en los puntos potencialmente sensibles cerca de la costa, es ahora una realidad», dijo Paik Hak-Soon del Instituto Sejong.
Sin embargo, «si ocurriera un nuevo enfrentamiento, sería diferente a los dos anteriores», dijo Paik, refiriéndose a los incidentes navales de 1999 y 2002.
El miércoles Estados Unidos declaró a través de la secretaria de Estado Hillary Clinton que cumpliría su compromiso de defender a Corea del Sur.
Tras el anuncio del lunes del segundo ensayo nuclear desde 2006 (5 veces más potente, según los sismólogos, y de entre 2 y 5 kilotones, según diplomáticos), Corea del Norte procedió el miércoles a un nuevo disparo de misil de corto alcance.
En reacción, el Consejo de Seguridad de la ONU prepara una resolución que incluiría sanciones para Corea del Norte.
El primer ministro japonés Taro Aso consideró «importante que nuevas sanciones sean incluidas en la resolución», mientras Rusia declaró que apoyaría una «resolución enérgica», pero al mismo tiempo se mostró favorable un reinicio de las negociaciones, «único medio» para resolver la crisis.
Estados Unidos había sacado a Corea del Norte el año pasado de su lista de de países terroristas, al constatar ciertos progresos, pero Japón pide ahora que se incluya de nuevo en la lista, según indicó el ministro japonés Taro Aso.
Según analistas, la política norcoreana se radicalizó notablemente desde el pasado verano, cuando el líder Kim Jong-Il, de 67 años de edad, sufrió al parecer un ataque cerebral.
Varios analistas consideran que Kim actúa así en estos momentos para aumentar su autoridad e imponer su planes de sucesión.

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