"Bachaqueo" y seguridad

El «bachaqueo» es un término recientemente manejado en Venezuela, para identificar la práctica de comprar productos a precio regulado, para revenderlos a un monto que en algunos casos puede ser 10 o 20 veces el original. El bachaco es el nombre popular que se da en nuestro país a cierto tipo de insectos (hormigas), que se movilizan en grandes grupos para trasladar sus alimentos.
En lo personal considero que es una práctica que se genera a consecuencia de las distorsiones económicas, que han llegado a magnitudes nunca antes vistas. El incremento de la escasez se ha ido extendiendo desde los productos más básicos, hasta los que pudieran calificarse como no indispensables. Por una parte, nace un nuevo tipo de “trabajadores” que obtienen importantes ganancias, por el otro muchos ciudadanos se ven en la imperiosa necesidad de acudir a este mercado negro y al final, todos se perjudican porque los negativos efectos generales sobre la economía del país no discriminan.
Cuando por cualquier circunstancia usted decide comprar a los «bachaqueros» o hacer una de las interminables colas en locales comerciales, se expone a una serie de riesgos de seguridad los cuales debe tener en cuenta.
Bajo perfil: Generalmente las colas se ubican en el exterior de los comercios, en el mejor de los casos en los estacionamientos, pero también en las aceras de las vías públicas peatonales. Los delincuentes que se mezclan con la multitud, se dan a la tarea de observar a quienes por aprovechar una oportunidad, olvidan que su presentación personal es la más sencilla de las señales para determinar si es una víctima potencial. Los casos van desde arrebatones de celulares, hasta robos en masa en tiempos muy breves. Incluso, algunos secuestros se facilitan con solo seguir a la persona mientras se traslada a su vehículo, residencia o centro de trabajo. Si va a comprar en un local comercial utilice medios electrónicos de pago, tales como tarjetas de débito o crédito y evite el uso del efectivo. A pesar de la depreciación de la moneda, efectuar varios robos durante el día sigue siendo “un buen negocio”. Si la compra es en algún puesto informal en la calle, acuda acompañado y distribuya el efectivo en varios bolsillos. Planifique previamente la suma que va a gastar, pero si necesita más efectivo acuda a un cajero automático que no esté ubicado dentro del local comercial, ya que debido a la multitud le será más difícil pasar desapercibido. Tampoco utilice los que estén en la vía pública aunque estén muy cercanos, ya que los delincuentes saben que serán los más solicitados. Prefiera los que se encuentren dentro de una entidad bancaria o un centro comercial.
Durante un disturbio: Son conocidos los casos en los que se generan disturbios durante las colas, y acuden las fuerzas policiales a controlar la situación. Ir de compras sin sus documentos de identidad, ya que “solo va y viene”, puede ser la causa para que pase un mal rato totalmente innecesario. Recuerde que ningún artículo por muy atractivo que sea el costo, se compara con su integridad personal. Retírese si observa hechos violentos, y no haga comentarios que pueden terminar en una agresión física. Salvo que sea extremadamente necesario, no lleve niños pequeños ni adultos mayores con usted. Por lo general son más susceptibles a las inclemencias atmosféricas, y en una situación de emergencia siendo los más débiles pueden ser lesionados seriamente.
No todo lo que brilla es oro. En momentos de crisis, los delitos de falsificación o adulteración de productos se elevan. Aunque el precio a pagar por un medicamento no le resulte sospechosamente bajo, revise cuidadosamente el empaque y esté atento a cualquier señal de deterioro o manipulación. Las fechas de fabricación y vencimiento por lo general no aparecen o son borradas. El delincuente apuesta a la necesidad del comprador, el cual no cuida los detalles al realizar una transacción rápida. Salvo que tenga evidencias que alguien de su confianza adquiere el producto en un lugar reconocido fuera del país, no compre medicamentos de origen desconocido. Se asombraría si conociera el nivel de calidad de las falsificaciones, que hacen casi imposible diferenciar un medicamento de otro. Las compras por Internet tampoco son garantía. Hasta un 70 % del género farmacéutico en ese mercado son falsificaciones. Los alimentos también son un mercado clave para los delincuentes, por tanto tome las mismas previsiones en la apariencia de estos productos, como las que se mencionaron para los medicamentos.
Efectuar compras de productos básicos en las actuales circunstancias, ha dejado de ser una actividad placentera. Aplique y comparta medidas de prevención para evitar que sus familiares o amigos sean víctimas.
 
Fuente: areadeproteccion.blogspot.com