Cámara de Comercio de Bogotá

Además de la continuidad, parte del éxito colombiano en esta materia se debe a que las autoridades del Estado supieron convocar al sector privado y las organizaciones intermedias. Un ejemplo de esto es el programa de “zonas seguras”, adelantado por  la Alcaldía Mayor de Bogotá, donde  participan  la Cámara de Comercio y la Policía Metropolitana, con la finalidad de “gestionar la seguridad en cuadrantes específicos de la ciudad, buscando reducir al mínimo las actividades delictivas dentro de los espacios de aplicación”.

En términos prácticos, en esos cuadrantes se lleva a cabo una inversión de  recursos, tanto públicos como privados, para atacar desde un enfoque de prevención situacional, los factores que inciden en la ocurrencia de delitos. La sumatoria de estas zonas ha tenido un efecto general sobre todo el ambiente de seguridad de la capital colombiana.

La Cámara de Comercio, además, participa en la evaluación de la gestión en lucha contra el delito que desarrolla el gobierno bogotano. A través del programa de seguridad y convivencia, intentan generar un ambiente de seguridad para la inversión en la ciudad de Bogotá.

Entre algunos de sus objetivos, están:

•     Fortalecimiento institucional.

•     Mejoramiento de la movilidad por medio de las unidades de atención al ciudadano.

•     Identificación de los posibles riesgos que pueden afectar al empresariado.

•     Evaluación del entorno y de la percepción del ciudadano a través de la encuesta de victimización.

•    Esta última se realiza con el fin de hacer recomendaciones y propuestas para mejorar este indicador y, de esta forma, contribuir a incrementar los niveles de inversión y de competitividad de la ciudad.

La idea es posicionar a la ciudad como una región competitiva. También impulsan el programa “Bogotá Emprende”, a través del cual crean y promocionan una idea de negocio. A pesar de ejercer la vocería del sector empresarial, esta Cámara también representa un ejemplo de que, a través de la colaboración del sector público y el privado, se pueden lograr concretar las metas propuestas.

Como ellos mismos lo afirman, su propuesta de valor está basada en aportar al mejoramiento de la competitividad y la calidad de vida de Bogotá y la región, promover el desarrollo empresarial con la articulación de actores públicos y privados, ofrecer el manejo especializado de información y conocimiento, y apoyar a las empresas durante su ciclo de vida.

Otro ejemplo de colaboración lo vemos a través del programa que lleva a cabo esta Cámara denominado “Zonas Seguras”, conformado por 28 cuadrantes en Bogotá, 2 en el Municipio de Soacha y uno en el Municipio de Fusagasugá. Estos cuadrantes representan modelos de gestión de la seguridad basados en la concertación público- privada, para generar espacios de participación en los cuales se identifique las problemáticas de seguridad, convivencia y protección del espacio público en áreas específicas, con el fin de diseñar estrategias de intervención a mediano y largo plazo.

Entre los objetivos de este programa están:

•     Coordinación institucional.

•     Participación ciudadana y empresarial.

•     Prevención de delito.

•     Fomento de la denuncia de los ciudadanos.

•     Mejoramiento del entorno.

•     Observatorio de Seguridad

Se encarga de analizar el comportamiento de la seguridad en la ciudad y la región, con el objeto de apoyar las acciones de las autoridades en la reducción y prevención de los delitos y mantener informados a empresarios, organizaciones públicas y privadas encargadas e interesadas en el tema de seguridad. Aquí también se observa un claro trabajo de colaboración.

Los informes del Observatorio de Seguridad son presentados a las máximas autoridades bogotanas, y constituyen un punto importante de referencia en cuanto a la evaluación de la gestión. Este modelo de participación ha sido reproducido en todas las grandes ciudades colombianas. Estos informes contienen una relación detallada de los delitos que son tomados como indicadores de gestión en la materia (homicidios, piratería terrestre, robos a bancos, vehículos, comercios y personas, entre otros), referenciados en términos geográficos.

La data que constituye la materia prima de los estudios es obtenida de múltiples fuentes oficiales, pero su procesamiento se lleva a cabo según estándares aceptados por todas las partes. Esto es complementado con una encuesta de percepción y victimización en todos los distritos de la ciudad.

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