Claves de proteccion para el hogar

La actual situación de crisis económica por la que pasa Venezuela, sumada a la tendencia típica de las temporadas decembrinas, incrementa los delitos orientados hacia las residencias
En casi todas las culturas, el hogar es y seguirá siendo el lugar de encuentro y permanencia del núcleo familiar. También es el sitio donde se resguardan nuestros seres queridos y sus pertenencias. La acelerada devaluación de la moneda inclina la preferencia de los criminales hacia las divisas extranjeras, vehículos, equipos eléctricos y electrónicos y hasta los alimentos. De allí que sea necesario efectuar una revisión de aquellos aspectos que pudieran hacer vulnerables las residencias en sus diversas formas.
Barreras perimetrales. Las barreras perimetrales como sistemas de protección física tienen entre sus funciones, demorar el ingreso a una instalación.   Se hace necesario tener conocimientos claros de sus características generales de forma tal que, al hacer una selección, se cubran las expectativas de protección y se realice una inversión eficiente. Su uso debe ir de la mano de otros sistemas de protección, de acuerdo a las características de las instalaciones a proteger, presupuestos disponibles, tipos de riesgos, entre otros. Siendo el círculo o anillo de protección más exterior del sistema de protección física, las barreras perimetrales pueden estar conformadas básicamente por cercas, portones y barreras vehiculares. Si ya tiene algún tipo de barrera instalada, efectúe una inspección detallada e identifique las necesidades de mantenimiento.  En ocasiones, dichas barreras incorporan otros sistemas tales como cercos eléctricos y concertinas metálicas, siendo lo ideal una combinación de ambas. Para el caso de los cercos eléctricos, verifique el correcto funcionamiento del mismo, incluyendo la alarma sonora y el banco de baterías para el caso de una caída del sistema de energía. Las concertinas deben estar firmemente fijadas y su superficie libre de vegetación y objetos que minimicen su función y obstaculicen la visibilidad.
Iluminación. La iluminación es una de las herramientas de mayor utilidad en el tema de la prevención, pero en oportunidades menos valorada. De hecho, una iluminación adecuada y suficiente llega a contribuir con una reducción de hasta el 21% en las estadísticas de delitos. Las áreas donde generalmente se aplican criterios de seguridad para la selección e implementación del tipo de iluminación son las cercas perimetrales, las áreas de circulación interna (peatonal o vehicular), áreas verdes (arbustos, jardines), fachadas de edificaciones, estacionamientos (abiertos o cerrados), áreas de carga, salas de control o monitoreo de seguridad, porterías y garitas. Cada una de las áreas mencionadas tiene sus particularidades que deben considerarse para establecer la iluminación a implementar.
Orden y limpieza. La prevención del crimen mediante el uso del diseño ambiental se define como “el diseño o rediseño de un lugar para reducir la oportunidad del delito y del temor al mismo a través de medio naturales, mecánicos y de procedimiento”. Es generalmente conocido por sus iniciales en inglés CPTED (Crime Prevention Through Environmental Design). Numerosos análisis han demostrado la íntima relación entre un área física descuidada y los delitos. Uno de los estudios más conocidos es el de la “Teoría de las ventanas rotas” y sobre la cual se ha publicado una extensa bibliografía. Los ciudadanos al unir esfuerzos no solo logran una administración eficiente de recursos escasos, sino que pueden llegar a niveles de compromiso para mantener debidamente áreas comunes y no comunes, mejorando la calidad de vida de la comunidad.
Hábitos de prevención. Ninguna estrategia de prevención está completa sin la participación activa de los miembros del núcleo familiar, cuya fortaleza es proporcional al más débil de sus eslabones. Para los criminales es muy fácil identificar a los niños, adultos mayores y aquellos miembros que actúan descuidadamente y ausentes de las amenazas del entorno. Vivir en América Latina y más especialmente en Venezuela tiene un precio a pagar: la prevención, el cual debe ser tema frecuente a analizar e implementar. Aunque hay medidas generales de prevención que han demostrado su eficiencia, no existe una receta mágica que funcione para todos los casos. Por tanto, cada grupo familiar debe solicitar la ayuda necesaria para evaluar sus condiciones particulares, y llevar a cabo proactivamente acciones que minimicen la posibilidad de ser víctimas.
@alfredoyuncoza