Competencias profesionales en seguridad

Unas de las inquietudes más evidentes entre aquellos que hacen vida en la industria de la seguridad, es conocer cuáles son las competencias que debe poseer un profesional para ser competitivo. No sólo se trata de una incógnita presente entre los que desarrollan las actividades del sector, sino también, entre las organizaciones que requieren de sus servicios y que desean realizar la inversión más eficiente posible.
Cuando hablamos del entorno latinoamericano hay consideraciones particulares, pero cuando nos enfocamos en el mercado venezolano, el tema tiene otros matices. Por lo general, desde el siglo pasado y aún en el actual, quienes se dedican a la seguridad son egresados de cuerpos policiales o militares, lo que se considera suficiente por algunos. Un grupo de ejecutivos, se dio a la tarea de cursar estudios formales de tercer y cuarto nivel, complementados con certificaciones internacionales. La mayoría de estos profesionales han emigrado del país, obteniendo considerables mejoras laborales y un futuro menos incierto. Quedan entonces en el país, vacantes cuyos perfiles en oportunidades deben ser ajustados ya que no se ubican con facilidad candidatos que cumplan los requerimientos originales. Ante este panorama surge la urgente necesidad de formar profesionales cuyos perfiles estén alineados no sólo a un exigente entorno nacional, sino a la realidad e impactos que la globalización genera.
Lo primero que debe tenerse presente, es que, aunque las llamadas “carreras duras” (policiales y militares) siguen agregando valor, las organizaciones demandan profesionales de múltiples disciplinas, con sólidos conocimientos académicos, pero por sobre todo con dominio de “habilidades blandas”.  Es entonces cada vez más frecuente observar abogados, ingenieros, arquitectos, economistas, administradores, entre otros, incursionando exitosamente en la industria de la seguridad. Pero quien, a pesar de sus conocimientos académicos, no maneje con fluidez herramientas gerenciales, queda rezagado.
Un profesional de la seguridad debe dominar como mínimo aspectos vinculados a la gestión de riesgos corporativos, la gestión comercial y financiera, el liderazgo y las habilidades de comunicación, la visión y el pensamiento estratégico, las tecnologías y las especializaciones.
Tuve la oportunidad de participar en un proyecto que fue desarrollado por la ASIS Foundation, el para entonces CSO Roundtable, la Universidad de Phoenix y el Departament of Labor (EEUU), con la finalidad de determinar cuáles eran las competencias que conformaban el perfil de un profesional de seguridad globalmente competitivo. Los resultados generales fueron los siguientes:
Competencias de eficacia personal: Incluye integridad, iniciativa, profesionalismo, flexibilidad, adaptación, confiabilidad, habilidades interpersonales e interés en la capacitación permanente.
Competencias académicas: Pensamiento crítico y analítico, comunicaciones, lectura y escritura, fundamentos de seguridad y de negociación.
Competencias laborales: Trabajo con tecnologías, visión para los negocios, innovación y pensamiento estratégico, trabajo en equipo, planificación y organización, resolución de problemas y toma de decisiones.
Competencias técnicas de la industria: Gerencia de riesgo, seguridad del personal, gerencia de crisis, investigaciones, cumplimiento de aspectos legales, seguridad física y seguridad de la información.
Competencias en las áreas funcionales de la industria: Protección de activos, prevención de pérdidas, análisis e inteligencia, gestión de la seguridad, servicios de la seguridad.
Competencias específicas: Correspondientes a la gestión de la seguridad de acuerdo a la naturaleza y fines de cada organización.
Cada vez más se delimitan áreas específicas donde los profesionales de la seguridad desarrollan sus actividades con un alto grado de especialización: retail, turismo y entretenimiento, banca y servicios financieros, infraestructuras críticas, tecnologías para la seguridad de la información, seguridad de centros de salud, terrorismo global e inestabilidad política, entre otros.
En Venezuela los profesionales de la seguridad desarrollan sus gestiones en un entorno considerablemente hostil y bajo condiciones de permanente incertidumbre. Si existe la disposición a la preparación continua y una positiva actitud de líder, no costará mucho evidenciar la oportunidad de aprendizaje que esto representa y los extraordinarios resultados que pueden obtenerse. Pero para ello no basta la intención, estar listo y capacitado para cuando llegue el momento marcará la diferencia con los que se mantuvieron en su zona de confort.
@alfredoyuncoza