Cultura ciudadana y transporte masivo (29 de junio al 5 de julio de 2009)

Cultura ciudadana y transporte masivo
Está demostrado que los cambios de espacio público en las ciudades hacia sitios estéticamente agradables condicionan y ayudan favorablemente los comportamientos ciudadanos.
Ricardo Zornoza, el primer alcalde de elección popular de Tabio-Cundinamarca, nos dio una lección a este respecto, cuando convenció a un grupo de ciudadanos de su municipio a embellecer algunas calles con adoquín, reemplazando las polvorientas calles que hacían poco atractiva la localidad para cualquier tipo de iniciativa turística o de inversión. Un ejercicio de una cuadra se convirtió en una práctica en casi toda la localidad. Hoy, Tabio es municipio turístico con espacios públicos embellecidos, atractivos y que ha generado un comportamiento ciudadano de respecto y cuidado, que por demás ha producido otros efectos complementarios como lo es su vida cultural y artística.
Los sistemas urbanos de transporte masivo que se están adelantado en las principales ciudades colombianas, a parte de cambiar el sistema de transporte público son gestores de cambios en el espacio público de grandes dimensiones. TrasMilenio en conjunto con el IDU hicieron transformaciones importantes del espacio público capitalino, de igual manera el MIO-Metrocali en Cali lo está haciendo, y el mismo camino lo están adelantado: el Transmetro en Barranquilla, Transcaribe en Cartagena, Metrolínea en Bucaramanga, Metroplus en Medellín y el Megabus en Pereira y Dosquebradas.
A sabiendas de las grandes intervenciones urbanísticas que se están llevando a cabo, lo que resulta incomprensible es que estas megaobras no se aprovechen para la gestación de grandes cambios culturales. En Cali se realizó un programa piloto de cultura ciudadana para el MIO- Metrocali, que estaría listo para cuando el sistema de transporte masivo entre en operación y que sería interesante compartir con el resto de ciudades. En dicho ejercicio se estableció un mapa estratégico de cultura ciudadana con objetivos que buscan: generar cambios de comportamiento en los usuarios del sistema; establecer un sentido de apropiación por los caleños y caleñas del sistema y; generar un efecto multiplicador que irradie toda la ciudad.
Una vez determinados estos objetivos estratégicos, se diseñaron una serie de programas en temas donde el sistema puede tener una injerencia directa en los cambios culturales, dichos temas fueron: conservación, embellecimiento y apropiación del espacio público intervenido, divulgación y apropiación de las normas de tránsito, posicionamiento de los sitios del MIO como espacios seguros, y finalmente el establecimiento de los lugares del MIO como escenarios de convivencia y en donde se recupere el caleño cívico de antaño.
Las propuestas de cultura ciudadana asociadas a los sistemas de transporte masivo, sin lugar a duda pueden generar un cambio positivo en los comportamientos de los habitantes de nuestras ciudades. Pero es una oportunidad que hay que empezar a diseñar desde ya. Bogotá y TransMilenio no fueron proactivos con este tipo de iniciativas, el resto de ciudades que están por salir no deberían dejar pasar el momento.
Óscar Pardo Aragón /
Profesor, F. de Administración, Universidad de los Andes
Extraído de www.portafolio.com.co

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