Ejército dominicano salió a la calle para combatir la delincuencia

Cerca de 6.000 efectivos del ejército dominicano se sumaron a la policía para patrullar la capital y otras 17 ciudades del país.
La medida forma parte de un plan del gobierno del presidente Leonel Fernández, tendiente a contrarrestar la delincuencia que entre enero y mayo costó la vida a 922 personas.
También se contemplan restricciones a los horarios de discotecas y centros nocturnos, así como para la venta de bebidas alcohólicas y una prohibición temporal para importar armas de fuego y municiones.
Las autoridades culpan de la situación al narcotráfico que tiene a República Dominicana y a su vecino Haití como rutas de tránsito hacia Estados Unidos.
Creo que estamos pasando por un momento difícil y complicado, pero estoy seguro de la capacidad de la sociedad dominicana para responder
Leonel Fernández, presidente de República Dominicana
Pero al mismo tiempo aceptan que otro importante problema es la corrupción tanto en la policía como en las fuerzas armadas.
El jefe de la policía nacional dominicana, Bernardo Santana Páez, admitió que unos 600 agentes fueron destituidos en lo que va del año por crímenes, asaltos y vínculos con el tráfico de drogas.
«Esperamos que toda la ciudadanía respalde y asuma con disciplina las medidas que han sido anunciadas para acabar con este clima de violencia», pidió en conferencia de prensa el secretario de las Fuerzas Armadas, Sigfrido Pared Pérez.
Marcha
Algunos dominicanos protestaron por las restricciones horarias, especialmente algunos propietarios de negocios, mientras otros se manifestaron reclamando mayor seguridad al gobierno.
Cientos de dominicanos marcharon este domingo pidiendo más seguridad.
Una marcha de unas 500 personas recorrió las calles de Santo Domingo con carteles en los que se podía ver fotografías de algunas víctimas de homicidios, algunos de ellos a plena luz del día.
Uno de estos ocurrió la semana pasada cuando un grupo de desconocidos disparó contra Ángel Christopher Martínez, un alto funcionario del Departamento de Aviación Civil, cuando iba en su automóvil camino al trabajo.
Asaltos y asesinatos como éstos incrementaron la percepción del público de que la delincuencia va en aumento en el país de 8,5 millones de habitantes, que comparte la isla con el también violento Haití.
Pero el jefe de la policía nacional dominicana desestimó esta percepción, indicando que el año pasado, en el mismo período medido por las estadísticas oficiales, hubo 1.051 muertes por causas violentas.
«Si uno mira fríamente las estadísticas, observa que el crimen ha disminuido», expresó Santana Páez.
Sin embargo la situación preocupa al gobierno porque, entre otras cosas, afecta la industria turística, importante componente de la economía dominicana.
«Creo que estamos pasando por un momento difícil y complicado, pero estoy seguro de la capacidad de la sociedad dominicana para responder», comentó el presidente Leonel Fernández al referirse a las medidas.

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