Explosiones sacuden Santiago de Chile

Explosiones sacuden Santiago en ola de protestas
Un artefacto explosivo colocado a 100 metros del palacio presidencial de La Moneda, en Chile, fue detonado por la policía y otros cuatro ataques fueron reportados en la capital Santiago, según revelaron fuentes oficiales. Autoridades informaron que tres bombas eran de alta intensidad que al detonar unicamente provocaron destrozos, sin dejar heridos.
Santiago de Chile (dpa).- La policía chilena detonó hoy, miércoles, un artefacto explosivo ubicada a 100 metros del palacio presidencial de La Moneda y constató otros cuatro ataques en la capital.
La bomba puesta al lado de la casa de gobierno no alcanzó a estallar y fue destruida por un equipo especial de la policía. Del resto de los artefactos, sólo tres eran de alta intensidad. Únicamente provocaron destrozos, sin dejar heridos.
Las operaciones subversivas ocurren en medio de la crisis política y social que afecta al gobierno. El conflicto estalló cuando la presidenta Michelle Bachelet puso en marcha un nuevo y fallido sistema de transporte público en febrero pasado.
El ministro del Interior, Belisario Velasco, advirtió que el gobierno coordina con la policía uniformada un plan especial para evitar nuevos ataques.
Informes de inteligencia y prensa anticipan violentas protestas para este jueves 29 de marzo, cuando se celebre el «Día del Joven Combatiente». La jornada tradicionalmente termina en enfrentamientos armados en la periferia metropolitana.
Los ataques se los adjudicó a través de panfletos dejados al lado de las bombas la desconocida Colectividad Juventud Rebelde 29, que exigió castigar a los bancos que participan en el programa vial de Bachelet.
La crisis del transporte público, que ya dura siete semanas, generó 120 protestas callejeras, derrumbó la popularidad capitalina de la presidenta y obligó a la mandataria a realizar su tercer cambio ministerial en sólo un año de gobierno.
El conflicto, que amenaza con afectar las elecciones municipales de 2008, comenzó el 9 de febrero pasado. En esa fecha, Bachelet instaló un nuevo modelo de transporte público que modificó los recorridos, cambió las empresas operadoras e instauró un sistema de cobro electrónico.
Múltiples problemas de operación e infraestructura colapsaron el servicio. Cinco millones de capitalinos quedaron sin cobertura vial o cuadruplicaron sus tiempos de traslado hacia sus trabajos y centros de estudios.
Hasta ahora el gobierno no logró dar una fecha para resolver la crisis, aunque reveló que el nuevo titular de Transportes, René Cortazar, asumió su puesto con la instrucción de dar a conocer un plan de acción para que los usuarios tengan «un horizonte» de cuándo se resolverán los problemas.
El nuevo sistema vial fue ideado para modernizar un servicio que aportaba el 70% de la contaminación capitalina y que era operado por cientos de microempresarios, que fueron reemplazados por diez consorcios.
En Santiago se emiten niveles que sobrepasan lo permitido por las normas internacionales de monóxido de carbono, ozono y material particulado grueso, que obliga a sus habitantes a vivir con restricciones de uso para los automóviles, el cierre de fábricas y la prohibición de practicar deportes en días de emergencia ambiental.

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