La prostitución en las organizaciones

El concepto de prostitución ante el Diccionario de la Real Academia Española, es “Actividad de quien mantiene relaciones sexuales con otras personas a cambio de dinero”. A nivel mundial hay una actitud diversa frente a la práctica de la prostitución, en algunos países es considerado un acto ilegal penado con severas multas y hasta la cárcel, en otros se han creado “zonas de tolerancia” claramente identificadas, y por razones eminentemente religiosas, en algunas zonas del mundo puede ser causa de muerte.

Más allá de la práctica tradicionalmente conocida de este tipo de actividad, existe una modalidad que tiende a multiplicarse en especial en situaciones de crisis, la prostitución puertas adentro de las organizaciones. Se trata de las relaciones sexuales a cambio de dinero, pero que se realiza principalmente entre compañeros de trabajo, contratistas o relacionados, es decir, personas entre las que existe algún tipo de vínculo laboral.

En una conversación informal entre profesionales responsables de la seguridad de varias organizaciones en Venezuela, se presentó el tema ya que dicha unidad gerencial se ha visto en la necesidad de intervenir. Los resultados y conclusiones presentados son  interesantes.

Pareciera que ante una innegable y crítica situación económica, cada vez más personas ven en la prostitución una opción para generar ingresos mediante actividades sexuales con terceros de diferente o el mismo sexo. Más allá de todos los válidos elementos éticos y morales, las consecuencias no se dejan esperar y entre ellas estarían los siguientes:

Conflicto de intereses 

 Cuando se establece una relación sexual aun bajo condiciones meramente comerciales, se crea un antecedente que puede incidir a favor o en contra para la toma de decisiones; por ejemplo, en lo que respecta a compra o contrataciones de servicios. Por tanto, se corre el riesgo de perder el carácter neutral y de minimizar los principios de favorecer los intereses de la organización, la cual debe prevalecer.

Salud pública 

La prostitución ha sido tradicionalmente una vía de transmisión de enfermedades, las cuales proliferan aceleradamente. No sólo se trata de los padecimientos típicamente sexuales, sino de otra naturaleza, lo que viene a impactar el normal desenvolvimiento de la persona y, por ende, de su desempeño laboral. Por otra parte, las particulares condiciones actuales en cuanto a servicios e insumos, agrava y hasta extiende los cuadros de salud. Tanto los costos directos como indirectos impactan a la organización y a los individuos.

Extorsión 

 En oportunidades, la prostitución en el ámbito laboral desencadena en extorsiones en las cuales el núcleo familiar o el riesgo de estabilidad profesional se ponen en juego, bajo la amenaza de hacer pública la actividad sexual. Este tipo de delito puede ser motivado y, por tanto, afecta a cualquiera de las partes involucradas directamente en la prostitución.

Violencia 

La prostitución está reconocida como una de las fuentes de violencia en lugares de trabajo. Tanto desde el punto de vista físico como psicológico, se incrementan los casos donde los actores principales involucran voluntaria o involuntariamente a terceros, quienes también pueden ejercer acciones que afectan el normal estado sicosocial del individuo o atentar a su integridad física.

Reputación 

En oportunidades la prostitución en la organización es “un secreto a gritos”, que poco a poco traspasa el ámbito directo de la organización y va deteriorando la reputación de la misma, cambiando la percepción que tengan clientes, proveedores, trabajadores, la comunidad y la sociedad en general.

Otros delitos

 Delitos tales como el robo, el hurto, el secuestro y hasta el homicidio pueden ser originados o facilitados por prácticas de prostitución. Los lugares de trabajo no escapan a este riesgo.

Cada organización debe considerar con anticipación, una serie de acciones que le permitan manejar exitosamente actividades de prostitución. Entre ellas se recomienda el diseño, implementación o actualización de los códigos de conducta, políticas de prevención de la violencia en lugares de trabajo, campañas de concientización orientadas a la salud, establecimiento de equipos multidisciplinarios para el manejo de casos, revisión de los procedimientos y tecnologías de seguridad orientadas a elevar los controles de acceso y trazabilidad de trabajadores y visitantes en las instalaciones.

@alfredoyuncoza