Masiva petición de equipos de videovigilancia en Málaga

Fecoma registra centenares de solicitudes para instalar cámaras en los locales tras firmar un convenio con una empresa de seguridad. Optan por equipos homologados para que las grabaciones sirvan de prueba judicial
Los comercios de la provincia de Málaga se han lanzado a la instalación de sistema de videovigilancia en el interior de sus comercios. La chispa que ha provocado esta avalancha de peticiones ha sido un convenio firmado entre la Federación de Comercios de Málaga (Fecoma) y la empresa de Seguridad 8×8 en marzo, que ha puesto los equipos más asequibles. Desde entonces, la empresa ha recibido «centenares» de solicitudes para poner cámaras en el interior de los comercios.
El presidente de Fecoma, Enrique Gil, destacó que la empresa con la que se ha llegado al acuerdo está homologada por el Ministerio del Interior, lo que asegura que las grabaciones puedan utilizarse como prueba en un juicio. Este aspecto es uno de los que más ha influido a la hora de animar a los comerciantes a lanzarse a este sistema de seguridad.
«Existe mucha inquietud entre los comerciantes por la falta de seguridad y así están más tranquilos», indica Enrique Gil, quien destaca la labor disuasoria de este tipo de sistemas.
Gil justifica además que la presencia policial es adecuada en los últimos meses, pero que la extensión de la videovigilancia es un elemento que da mucha confianza al empresario. De hecho, declaró que, en el caso concreto de la capital, se producen atracos por el día, aunque menos que en los últimos meses, pero suficientes para que se opte por poner cámaras. Tanto como para que desde Fecoma se cifre en «centenares» los comercios de la provincia que han iniciado los trámites para poner estos sistemas.
El convenio con Seguridad 8×8 se mantendrá hasta finales de julio, que es para cuando esperan realizar un balance más exacto. No obstante, Salvador Mena, responsable de la firma, reconoce que está siendo «muy positivo».
Una de las características más valoradas de las cámaras que se están poniendo es la llamada «grabación al agua», como la que se aplica a los billetes de curso legal para evitar las falsificaciones. Mena explica que es una forma de grabación que marca las imágenes y evita que puedan ser manipuladas, ya que se observaría una alteración en esas marcas.
«Esto permite que puedan ser utilizadas como pruebas en los juzgados sin ningún tipo de limitación ni que un abogado pueda echar atrás las imágenes», insiste el responsable de la empresa instaladora de las cámaras Seguridad 8×8.
Grabar el movimiento. El equipo medio que se está distribuyendo consiste en cuatro cámaras con una consola con un disco duro con capacidad para 180 gigabytes, o lo que es lo mismo, que permite almacenar imágenes durante diez días.
Además, las cámaras están dotadas de un sistema de grabación por movimiento, de modo que sólo se activan en cuanto se detecta algo que se mueve en la estancia donde esté situada.
Un aspecto que Salvador Mena destaca de la capacidad técnica de estos aparatos es la calidad de la imagen, ya que se recogen hasta veinte por segundo. Esta cifra, como él mismo explica, es muy alta, ya que el ojo humano es sólo capaz de captar doce por cada segundo. «Todo aparece en tiempo real, sin parones», reitera. También se transmiten a la central por línea ADSL para comprobar que todo está en orden.
Fuente: La Opinión de Málaga
15.05.06

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