Militarizan calles de Guatemala

RODOLFO ZELADA / AFP
GUATEMALA
ULISES RODRIGUEZ/EFE
UN POLICIA militar del ejército guatemalteco se une con otros 2,400 soldados a la policía nacional. Dos mil quinientos militares guatemaltecos dejaron ayer temporalmente los cuarteles para apoyar a la Policía en el combate a la delincuencia, ante la ola de violencia que afecta al país y que en el 2005 dejó al menos 5,500 muertos, indicaron fuentes oficiales.
»La seguridad exige un proceso de modernización, por ello, hoy se integra este grupo a las fuerzas de seguridad ciudana, con el objetivo primordial de velar y garantizar la integrad física de todos los guatemaltecos», dijo el presidente Oscar Berger, durante la juramentación del grupo de militares.
La ceremonia se realizó en la Plaza de la Constitución, frente al Palacio Nacional de la Cultura (antigua sede de Gobierno en el centro de la capital), donde también fueron estacionados los vehículos que serán utilizados por este grupo que coordinará acciones con la Policía Nacional Civil (PNC).
»El grupo estará conformado por 3,000 elementos en total, por lo que continuaremos con el proceso de selección de personal para completarlo en el menor tiempo posible», detalló el ministro de la Defensa, Francisco Bermúdez.
El apoyo que darán a la PNC será hasta el 31 de diciembre próximo, puntualizó el ministro.
Aunque el gobierno de Berger defiende la incorporación temporal de ex soldados a la PNC para garantizar la seguridad ciudadana, sectores populares se oponen a la medida y sostienen que contraviene los acuerdos de paz relativos a la reorganización de las fuerzas armadas y la ven como una militarización de las fuerzas de seguridad.
»Hoy estamos prácticamente militarizados tanto en el Estado como en la sociedad. Se han violado los acuerdos de paz, principalmente el que tiene que ver con el papel del Ejército en una sociedad democrática», sostuvo el dirigente popular Edwin Ortega.
Ortega, líder el Movimiento Indígena, Campesino, Sindical y Popular (MICSP), aseguró que la incorporación de más de dos mil soldados para apoyar a la PNC, desvirtúa la naturaleza de los Acuerdos de Paz, firmados el 29 de diciembre de 1996 entre el gobierno y la ex guerrilla.
»Esto nos pone al frente de una nueva represión en el país, que se va a desatar muy fuerte. El gobierno, a partir de que ha estado reduciendo el tamaño del Estado y la función del mismo, prácticamente no tiene nada que ofrecerle a la población y lo único que puede ofrecer es mayor represión», sostuvo Ortega.
Al responder a las críticas, Bermúdez afirmó que ninguno de los integrantes del grupo que apoyará a la PNC tuvo que ver en el conflicto armado interno que vivió Guatemala durante 36 años (1960-1996), y que dejó de más de 200.000 víctimas entre muertos y desaparecidos, según el informe de la Comisión del Esclarecimiento Histórico (CEH).
»Ya no es el mismo ejército de hace 20 años. Los jóvenes que están acá no tuvieron nada que ver durante el conflicto. Todos ellos son ex reservistas que están dispuestos a servir a su país y a la sociedad, con capacidad y entrega al máximo», afirmó el jefe castrense.
Según Bermúdez, será el gabinete de seguridad del Gobierno el que evaluará si al finalizar el 2006 se habrá logrado reducir los índices de violencia, que en el 2005 cobraron la vida de al menos 5.500 guatemaltecos, de acuerdo con las cifras de las fuerzas de seguridad.

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