Militarizan Cobija para frenar choques

Militarizan Cobija para frenar choques
La Paz.- Tropas bolivianas comenzaron a custodiar ayer las calles de Cobija, ciudad amazónica que fue escenario de sangrientos choques entre seguidores del Gobierno socialista y opositores, mientras que la suma de muertos en los enfrentamientos se acercaba a los 30.
Los efectivos militares fueron desplegados luego de haber estado acantonados en el aeropuerto local para cumplir con el estado de sitio dispuesto desde el viernes por el presidente Evo Morales en Pando, informó Reuters.
Desde hace tres semanas, Bolivia es sacudida por violentos enfrentamientos entre seguidores de Morales y militantes opositores, que buscan frenar el plan del Gobierno de impulsar una Constitución socialista.
La resistencia está siendo liderada por los gobernadores de los departamentos de Santa Cruz, Pando, Beni y Tarija, donde los productores latifundistas también están en pie de guerra contra la reforma agraria.
En medio de la ola de violencia, los departamentos opositores aceptaron abrir un canal de diálogo. Funcionarios oficiales se reunieron la tarde de ayer con el prefecto de Tarija, Mario Cossío, quien representa a la oposición.
Pese al intento de acercamiento, Morales lanzó el sábado la campaña electoral para que los bolivianos decidan en enero si aceptan la propuesta de una nueva Constitución.
La violencia hundió a parte del país en un caos con bloqueos de carreteras que provocaron desabastecimiento, saqueos y quema de oficinas públicas.
Negociaciones complicadas
El gobierno de Morales advirtió anoche, al retomar el diálogo, que no negociará acuerdos sobre las muertes en la región de Pando, a cuyo prefecto, Leopoldo Fernández, demandará penalmente por «asesino». El vicepresidente Álvaro García Linera señaló que «la opinión pública tiene que saber que el Gobierno no va a negociar la responsabilidad penal y criminal». Aludió directamente a Fernández por su presunta responsabilidad en los choques civiles que han causado, según el Gobierno, 30 muertos y hasta 45 heridos de bala en Pando.
Por su parte, Mario Cossío, representante de los opositores, dijo que «el diálogo podría contar con la presencia de organismos nacionales o internacionales».
En medio del conflicto, el embajador estadounidense en Bolivia, Philip Goldberg, se despidió ayer de la prensa tras su expulsión. Dijo que la decisión tomada por Morales «podría tener efectos serios en muchas formas que al parecer no han evaluado».
Concluyó diciendo: «Las acusaciones que se hicieron contra mí, contra la embajada, contra Usaid, contra mi país y contra mi pueblo son completamente falsas e injustificadas».

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