Narcotraficantes desatan guerra

Narcotraficantes desatan guerra sin cuartel contra las autoridades en México
El presidente de México, Felipe Calderón, en el funeral del jefe de la Policía Federal, Édgar Eusebio Millán Gómez.Más de 100 muertos en 10 días, entre ellos 4 altos mandos policiales, ha dejado su respuesta a los operativos que contra ellos adelantan 36.000 soldados y miles de policías, por orden presidencial.
Entre las víctimas aparece el hijo de uno de los principales capos del narcotráfico de México, elocuente balance de una guerra contra los ‘narcos’ -y entre los ‘narcos’- que cada día se vuelve más sangrienta en este país.
El jueves, en plena Ciudad de México, sicarios acabaron con la vida de Édgar Eusebio Millán, el jefe en funciones de la Policía Federal y responsable de los operativos contra el narcotráfico en todo el país.
Los sicarios lo esperaron en su propia casa y lo sorprendieron cuando entraba a ella con sus escoltas. Y otros tres altos mandos policiales han corrido la misma suerte en los últimos días.
‘Los narcos’ están en guerra frontal contra el Estado desde que el presidente Felipe Calderón dio la orden, el año pasado, de movilizar a 36.000 hombres del Ejército en diversas zonas del país para contrarrestar, en coordinación con la Policía Federal, las acciones de las bandas de traficantes de drogas.
Casi 1.200 muertes este año
Un total de 2.794 personas murieron ejecutadas en hechos relacionados con el crimen organizado durante el 2007, la mayoría por narcotráfico, según la Secretaría de Seguridad Pública Federal. Y en lo que va de este año la cifra ya se acerca a las 1.200 muertes. Las víctimas son policías federales y municipales, narcotraficantes, civiles y hasta músicos. Pero a la par de que el Gobierno ha logrado importantes capturas y decomisos de droga y dinero, los carteles han respondido con ataques cada vez más frecuentes a altos mandos policiales.
El 16 de febrero un grupo de sicarios interceptó el vehículo de Juan de Dios Ramos Herrera, comandante de la policía municipal de Navolato (Sinaloa), a quien obligaron a descender de su unidad para después ejecutarlo. Cuatro días antes, Carlos Mario Parra Gutiérrez, subdirector de Seguridad Pública de Nuevo Casas Grandes (Chihuahua), fue asesinado en su propia cama, mientras dormía. Y luego los sicarios le prendieron fuego a su casa.
«El crimen organizado reacciona así porque sabe y siente que estamos golpeando su estructura operativa», dijo el presidente de México, Felipe Calderón. A lo cual añadió: «Lejos de atemorizarnos o amedrentarnos, redoblaremos el esfuerzo en la lucha contra el crimen organizado».
Matan a hijo de un capo
Un informe que el gobierno federal entregó al Senado, indica que las redes criminales están inundando México con armamento de alto poder que el narcotráfico utiliza para repeler los operativos de las fuerzas del orden y para sus ajustes de cuentas.
El sábado, precisamente, uno de los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, un narcotraficante mexicano por el que el FBI ofrece 5 millones de dólares, fue asesinado en el parqueadero de un centro comercial de Culiacán (Sinaloa) por un grupo de sicarios. Las autoridades encontraron en el sitio casi 500 cartuchos de fusiles AK-47.
La situación de México está despertando gran preocupación a nivel internacional. En Washington, el principal funcionario para Latinoamérica del gobierno del presidente George W. Bush, Thomas Shannon, pidió al Congreso de su país aprobar un plan por 1.400 millones de dólares para ayudar a México y Centroamérica a combatir el narcotráfico. Y Canadá anunció el viernes que también está lista para ayudar.
Pasa que unos 100 policías mexicanos han sido asesinados desde que el presidente Calderón lanzó su guerra contra el narcotráfico, guerra en la que le ha dado un papel primordial al Ejército, algo que ha causado preocupación.
En una visita reciente a México, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Louise Arbour, dijo que la presencia del Ejército en las calles para combatir el narcotráfico debe ser una medida de corto plazo e ir acompañada del fortalecimiento y la vigilancia de las instituciones civiles, para que no se produzcan abusos.
Los temidos ‘zetas’
El académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en narcotráfico, Luis Astorga, considera que existe otro riesgo y «es la deserción de elementos de la milicia, que en gran medida, engrosan las filas de los grupos armados de los carteles de la droga, como los Zetas», que suelen ser desertores del Ejército mexicano que se pusieron a la orden del Cartel del Golfo, y que se caracterizan por sus métodos violentos.
Los narcotraficantes cometen asesinatos cada día más sangrientos. Los cuerpos sin vida con signos de tortura, desmembrados y hasta decapitados son cada vez más comunes. Al respecto, Martín Gabriel Barrón Cruz, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, explica: «Los ‘narcos’ buscan escandalizar y doblegar a la sociedad por la vía del terror para así obligar a Gobierno a que disminuya su ofensiva».
Pero el presidente Calderón se mantiene firme. «Sé que reestablecer la seguridad no será fácil ni rápido, que tomará tiempo, y que es una batalla que costará mucho dinero e incluso, y por desgracia, muchas vidas», declaró al comienzo de esta gran cruzada que recuerda mucho lo vivido en Colombia.
ALEJANDRA NÓGUEZ
PARA EL TIEMPO
CIUDAD DE MÉXICO

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