Moscú._ El ícono cristiano ortodoxo de oro y plata incrustado con perlas permaneció durante mucho tiempo en el Ermitage, el renombrado museo que fue alguna vez el palacio de invierno de la familia imperial rusa, reseñó AP.
Ahora, sin embargo, ha sido robado junto con otros 220 objetos religiosos, joyas y piezas esmaltadas valuadas en más de cinco millones de dólares.
El arresto del hijo y el esposo de una curadora del museo fallecida, sospechados de haber participado en el delito, ha centrado la atención en la falta de seguridad y de registros, tan comunes en los museos rusos como la escasez de fondos desde el derrumbe de la Unión Soviética en 1991.
«Los hechos en el Ermitage no son un incidente aislado sino parte de un patrón», expresó Boris Boyarskov, titular del departamento a cargo de la protección de los objetos culturales en el Ministerio de Cultura. Lamentó la «traición de la élite de la comunidad del museo, los curadores».
El robo de los objetos preciosos en el museo ruso más famoso, con sede en San Petersburgo, habría tenido lugar en los últimos seis años, y fue descubierto tras un inventario de rutina que comenzó en los últimos meses. El robo fue anunciado el pasado 31 de julio.
