Secuestro Express: Un delito "de moda"

Este fenómeno delictivo no es exclusivo de las clases pudientes. El perfil de las víctimas es de hombres y mujeres de mediana edad, por lo general tripulan autos lujosos y nunca oponen resistencia.
Las organizaciones delictivas carecen de la logística necesaria para mantener más de 48 horas secuestrada a una persona. La premura los obliga a transar por cantidades relativamente pequeñas. lo que depende de la disponibilidad económica de la víctima y sus familiares. 
Usualmente un secuestro tradicional es bien planificado: hay una estrategia de los delincuentes, labor de inteligencia, organización, logistica, etcétera. El Secuestro Express no es así: 2 ó 3 individuos se ponen de acuerdo para salir a la calle a buscar a su víctima. Simplemente se dicen: «Bueno, nosotros hoy vamos a salir a secuestrar a alguien para conseguir dinero».

Luego, estudian donde van a ir. Buscan a sus víctimas en las gasolineras, estacionamientos de centros comerciales o personas saliendo de un local, oficina o residencia. El 90 por ciento de los Secuestros Express ocurre en horas de la mañana y las víctima preferidas son mujeres. 90% una mujer sola en un carro, 70% dos mujeres solas, 50% un hombre y una mujer y menos del 50%: dos hombres en un carro. 
A los delincuentes no les interesa hacer daño ni tener mayores complicaciones, sólo buscan obtener dinero en efectivo de una manera rápida y segura para ellos. 
Un factor importante es que la sociedad va cambiando de reglas constantemente. Ahora la gente lo que lleva encima es dinero plástico; entonces lo delincuentes se preguntan: «¿Cómo le robo ese dinero plástico?» Se robaban las tarjetas de crédito, pero las tarjetas ya empezaron a dejar de ser interesante, entonces pasan a lo otro: tú, la víctima y yo, el delincuente vamos juntos y buscamos lo que yo quiero: dinero; y de paso te llevan el carro. 
 

CÓMO PREVENIR EL SECUESTRO EXPRESS


Estudios policiales revelan que lo primero que tiene que comprender la gente, es que el Estado no está en condiciones , ni a corto ni mediano plazo, de dar una respuesta a la inseguridad.

No queda más remedio que ser proactivo, empezar por protegerse uno mismo. Estar atento cuando salimos a la calle, especialmente cuando abordamos nuestro vehículo, vamos a estacionar o llegar a la casa. Estar pendiente si alguién nos sigue; no dar directa o indirectamente información de bienes, poder adquisitivo, hacerle mucho caso a nuestra intuición e instintos. «…Nunca cambie un lugar abierto por un lugar cerrado…» 

Qué hacer en caso de caer en manos de los delincuentes
Sea inteligente y tenga paciencia. 

Es muy importante el trato con ellos. No se puede ser complaciente, pero tampoco absolutamente negativo. 
Se va a plantear una negociación y en estas cosas, hay una palabra que no se puede utilizar, y que le enseñamos a los negociadores: nunca se debe decir «no». 
Ante las peticiones de los delincuentes, hay que tener respuestas claras, por ejemplo, decirles: «Miren, ustedes quieren dinero, perfecto, pero vamos a organizarnos». Hay que tratar de manejar la situación. 
Nunca mienta a los delincuentes. Si lo descubren va a empeorar todo. 
Hay dos factores que queremos transmitir a una persona que está siendo víctima de un Secuestro Express: nunca cambie un lugar abierto por un lugar cerrado. Si están en un lugar abierto, como puede ser un auto en la calle, trate de manejar las cosas para quedarse en ese sitio abierto, que no lo lleven a un lugar cerrado. En un sitio cerrado, casa abandonada, galpón, etcétera, la situación se complica. 

En la calle la víctima tienes más posibilidad de que la gente se de cuenta de que está en problemas. Se nota más el nerviosismo del delincuente que sabe que tiene el tiempo contado. Pero si están en un lugar cerrado, el tiempo está a favor del delincuente. 
En segundo lugar, nunca cambien a un sujeto por cinco sujetos, no cambie una víctima por cinco o por cuatro víctimas y un bebé.
Trate de no alterar las condiciones: «Ya me agarraron a mí, ¿ qué es lo que tu quieres ? ¿Qué quieres conmigo ?
Si los delincuentes le plantean: «vamos para tu casa…»; eso hay que evitarlo a toda costa, reaccionen, digales: «¿Qué quieres conmigo, aquí ? A mi casa no los voy a llevar…» 
Ceder y llevar los delincuentes a la casa trae como consecuencias otra cantidad de atrocidades. 
 Recomendaciones para manejar una situación de Secuestro Express:
– No sea víctima, no se comporte como víctima. Si cayó en manos de delincuentes, y es una víctima, trate de controlar su emoción 
– No sea usted factor que informa, no diga: «mi papá tiene dinero, mi marido resuelve esto, en la casa tengo dólares…», 
– No diga espontáneamente en donde vive. Recuerde que el punto de inseguridad en donde estamos parados es irreversible, o nos adaptamos o sencillamente perecemos. 
– Minimize su nivel y situación social. No mencione que conoce a personas o sectores influyente. Usted es un simple civil que está dispuesto a entregar lo que tiene, pero no lo que no tiene 
– Negocie con elementos ciertos, no con falsedades o promesas… Si, por ejemplo, tiene dinero en la casa no lo informe… 
– Recuerde que el tiempo está a favor suyo. Los delincuentes necesitan negociaciones rápidas y efectivas… Recordar que en la negociación se plantea un juego de poder. Las horas que dura un Secuestro Express son de tensión, miedo, nervios y angustia. 
 

DESPUÉS DEL SECUESTRO EXPRESS

Si las vivencias ante la situación estresante, por ejemplo un asalto, no son metabolizadas de inmediato, seguramente se producirá su cronificación, traduciéndose en síntomas tales como angustia, irritabilidad, malhumor, insomnio. Este camino podría conducir a un síndrome depresivo, añadiéndose a lo anterior decaimiento, tristeza, falta de apetito, ideas obsesivas de tipo catastrófico y hasta paranoicas.
La solución implica dos aspectos. 
INMEDIATO: Abordar la situación estresante del pasado que continúa reviviéndose en el presente, con el objeto de que la persona active mecanismos psicológicos que le permitan cerrar dicha situación y quede realmente sólo como un recuerdo del pasado. 
MEDIATO: Explorar y transformar los mapas existentes que determinan la debilidad e invalidez del individuo frente a los hechos violentos del medio ambiente. Obviamente, estas soluciones se refieren a incidencias de tipo psicoterapéutico. 
Por todo lo anteriormente dicho se comprende que una cosa es la conducta específica in situ, es decir, en el instante en que se sucede, por ejemplo un asalto, y otra las posibles respuestas psicológicas luego del evento. Son dos procesos en niveles distintos, aunque conectados, entre otras cosas, por la dificultad para aportar instrumentos prácticos que suavicen el trauma experiencial, so pena de caer en esquematizaciones elementales ajenos a la profundidad de la realidad humana. 
Sin embargo, refiriéndome al primer nivel e intentando obviar las diferencias individuales que producen tan diversas respuestas, resumiría esas especies de decálogos de protección para las víctimas de hechos de violencia, en un sólo precepto: durante una confrontación cara a cara y arma en mano, permitir que el asaltante viva su rol de superioridad infantil, es decir, no enfrentarlo ni provocarlo para que no se resienta su actitud de poder.
En la medida en que la víctima juegue el rol contrario -«sí, reconozco que estoy en tus manos»- , es más probable que no se desborde la violencia. 


La violación es una cuestión diferente. Frente a ello, no creo que nadie se atreva -yo no me atrevo- a recomendar la práctica anterior. Creo que la respuesta saldrá de lo que para la persona agredida sea más esencial dentro de sus códigos éticos: conservar la vida permitiendo el ataque o conservar la dignidad perdiendo la vida. Sólo Dios y la propia persona, pueden decidir qué es lo adecuado.

Fuente:  www.forodeseguridad.com