Cuando la seguridad se vuelve un asunto de vida o muerte

Cuando la seguridad se vuelve un asunto de vida o muerte
Es un título que pretende llamar su atención , pero analizando la situación no estamos tan lejos de la verdad, hoy solo basta con estar en la hora y lugar equivocado para poder ser victimas mortales de la delincuencia. A principios de año, la hermana de un comandante de la policía murió cruzando un puente de la vía expresa producto de una bala perdida, entre la policía y unos delincuentes. Ayer en el Distrito de la Victoria (Perú) falleció un taxista en una balacera entre delincuentes y policías, y muchos casos similares recorramos otros sucesos: ocho delincuentes ingresaron a robar en una universidad en Cañete, hay balacera dentro de las instalaciones de un hospital para robar un cajero automático, balacera en el Callao deja dos muertos, en un asalto de película 8 delincuentes fuertemente armados roban un millón 400 mil dólares en una empresa que se dedicaba a la venta y compra de oro en Juliaca, 2 patrulleros son asaltados y a los policías los golpearon y quitaron sus armas, uno ocurrió en Arequipa y el otro en Nazca, etc.
Los robos a domicilio se han incrementado, se roban vehículos de los estacionamientos de centros comerciales, los sicarios de vez en cuando dejan sangre en las calles, por todo ello la ciudadanía en general exige mayor seguridad ciudadana. Durante las últimas semanas se han caracterizado por la frecuencia de actos delictivos que vienen ocurriendo, no solo en la ciudad capital, además en varias ciudades del interior del país se han producido una importante cantidad de atracos y robos violentos. Ello está incrementando el riesgo ciudadano en general. Son muchos los problemas de violencia que se dan en la ciudad: el pandillaje, el cobro de cupos por parte de algunas mafias, algo que grafica esta afirmación son los intentos de robo sufridos primero a la Fiscal de la Nación y luego al Hijo del Director General de la Policía, en ambos hubieron balaceras.
El Estado debe garantizar los derechos fundamentales a la vida, la integridad, la propiedad y el libre transito de las personas, pero en la actual coyuntura queda claro que algo esta fallando, ya en artículos anteriores señalábamos que los eslabones de la seguridad, que lo conforman instituciones publicas como la Policía, la Fiscalia, el Poder Judicial y nuestro Sistema Penitenciario, estaban atravesando por serios problemas internos de presupuestos y corrupción, un ejemplo de ello es que las propias investigaciones de la policía señala que son varios los asaltos, secuestros o extorsiones que se planean desde los propios penales, señalo que colocando un promedio de 30 bloqueadores de celulares, estaríamos dando un importante paso para que ello no ocurra en los penales de la ciudad.
Sin duda el problema de inseguridad tiene que ser visto de una manera integral, si queremos un real cambio, se tiene que dar con voluntad política y los recursos apropiados, es urgente convocar a un grupo multidisciplinario de diversos profesionales, para revisar políticas y estrategias, pero sobretodo ya sentando las bases para las profundas reformas que se tienen que hacer en las instituciones antes mencionadas
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Según las últimas encuestas de la Universidad Católica el 91% de los limeños se sienten inseguros y temen a la delincuencia común, y un preocupante 56% no confía en la honradez de la policía
Finalmente la seguridad ciudadana es una demanda nacional.

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