Damas de armas tomar (14 al 21 de noviembre 2003)

Las mujeres hanllegado a ocupar posiciones que pocos años atrás hubiesen sidoinimaginables.  Un vistazo a laconformación actual de los gobiernos americanos nos hace reflexionar sobre estepunto, pues de las áreas que se consideraba más afines para el género hanirrumpido sin ningún problema en el ámbito de la seguridad y la defensa.

En Estados Unidos, laAsesora Nacional de Seguridad del presidente Bush es Condolezza Rice, una mujerde raza negra graduada en ciencias políticas en la universidad de Denver.  Luego de obtener una maestría en esta mismaárea se puso a trabajar en el Pentágono bajo las órdenes de quien actualmentees el Canciller estadounidense Collin Powell. Este marco de relaciones le sirvió para llegar al cargo que actualmenteocupa, cuando ni siquiera ha llegado a los 50 años.

La listacontinúa.  En Canadá la ministra deDefensa es Margaret Bloodworth mientras que su par chilena es MicheleBachelet.  Hasta principios de este mesla titular de ese cargo en Colombia fue Marta Lucía Ramírez.  En Costa Rica la ministra de SeguridadPública es Ana Helena Chacón.  En Europalas carteras militares también son ejercidas por mujeres en países comoFrancia, Suecia y Noruega.

Este pareciera una señalde desarrollo social, de superación de los viejos tabúes según los cuales estetipo de cargos están destinados para el “sexo fuerte” debido al ámbito en quesus titulares deben desenvolverse.

Un artículo divulgadopor el Instituto para la Mujer de Chile sostiene que las mujeres en posiciones decisoriasde la política castrense “podrían contribuir a reencausarlos recursos hacia el desarrollo del país y a eliminar los comportamientosviolentos dentro de las Fuerzas Armadas, como es el caso de los abusos, tantasveces denunciados, en el servicio militar”.

En realidad nada de esto va al meollo del asunto.  ¿Por qué hasta hace muy poco tiempo eraimposible pensar que en Latinoamérica las mujeres no podían ocupar estoscargos?  La falta de talentos femeninosno es una razón de peso, si tomamos en consideración que en los países del áreaellas son mayoría en las poblaciones de estudiantes universitarios.

La designación de mujeres en posiciones de conducción dela política militar, y en términos más ámplios de los asuntos de seguridad deun país, es consecuencia de que los funcionarios en tales ámbitos estánasumiendo cada vez con mayor sinceridad la noción de “control civil”,característica de las democracias más progresistas.

Esto supone además la existencia de unas fuerzasmilitares y de seguridad profesionalizados, cuyos integrantes son capaces deentender y acatar las decisiones adoptadas por los gobernantes, no como elproducto de un capricho sino gracias a un proceso de selección en el que lamujer aparece en paridad de condiciones con respecto a los demás aspirantes delsexo opuesto.  Por esta razón el jefe delas fuerzas militares colombianas afirmó que los uniformados de ese paísestaban entrenados para asumir decisiones como fue el nombramiento de MartaLucía Ramírez para la cartera castrense, hace más de un año.

Más interesante todavía resultó el nombramiento deMichele Bachelet en el ministerio de la Defensa chileno.  Demuestra cómo en tan corto tiempo losuniformados de ese país han logrado incorporarse al pensamientodemocrático.  Bachelet viene del área dela salud pública.  Por lo tanto su ámbitoprofesional tiene escasa vinculación con los cuarteles.  En enero de 2002, el diario La Tercera de ese país señaló conacierto que esta decisión del presidente Ricardo Lagos tiene un “fuertesimbolismo”:  la titular castrense nosólo es civil, sino que además es una mujer cuyos padres estuvieron íntimamenteligados al gobierno de Allende.

Bachelet podrá pasar, como lo hizo Ramírez enColombia.  Su reemplazo podrá ser hombreo mujer.  Para las fuerzas de seguridad ydefensa, esto no debe ser más que una simple contingencia.

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