Diagnóstico de la violencia y delincuencia en Venezuela y Caracas

Diagnóstico de la violencia y delincuencia en Venezuela y Caracas
Trabajo elaborado con base en las cifras de El Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas. División de estadística CICPC.
Caracas diciembre de 2006
I. SITUACIÓN DE VIOLENCIA Y DELINCUENCIA DE VENEZUELA Y CARACAS.
1. Introducción
Durante los últimos años los temas de convivencia y seguridad ciudadana comenzaron a ser vistos por los ciudadanos como importantes problemas que deben ser solucionados por los mandatarios nacionales y locales, llámense, presidente, gobernadores y/o alcaldes. Hay que reconocer que uno de los obstáculos más serios para el desarrollo social y económico de cualquier país, región, Estado o municipio está constituido por la violencia y por la delincuencia, las cuales presentan, todavía, tasas muy elevadas en América Latina si se las compara con las que tienen otras partes del mundo. Los niveles de inseguridad causados por esta situación son un lastre muy pesado en materia de productividad y competitividad.
El cumplimiento cabal de las funciones del Estado que garantiza el bienestar de los ciudadanos, depende de la existencia de un orden social seguro. Así mismo, el desarrollo social y económico tiene como condición, la posibilidad de que los asociados puedan desenvolver sus vidas en un ambiente previsible de seguridad y convivencia, en el cual estén garantizados sus derechos, sus bienes y el libre ejercicio de sus deberes.
En este sentido, para que Venezuela o cualquier otro país tenga adecuados niveles de desarrollo humano, es necesario el Estado garantice la convivencia y la seguridad de los ciudadanos, fortaleciendo los sistemas de justicia y seguridad ciudadana, de tal forma que los ciudadanos puedan gozar de sus derechos y puedan cumplir con sus deberes.
El presente documento pretende dar una panorámica general sobre el comportamiento de la violencia y la delincuencia en Venezuela y Caracas durante el año 2005 , en términos analíticos y estadísticos, centrando la mirada sobre expresiones más cotidianas de la violencia que dan cuenta de la situación de seguridad y convivencia ciudadana (muertes violentas y delitos de alto impacto social ), teniendo como marco de referencia el contexto en el cual se haya inmerso el país.
En primera instancia, sin descuidar algunas precisiones conceptuales pertinentes, se presenta un análisis del comportamiento de los delitos de mayor impacto durante el 2005, haciendo especial énfasis en aquellas manifestaciones de la violencia y delincuencia que por su representatividad en términos estadísticos y sus profundas repercusiones a nivel social y económico, merecen ser analizadas de forma detallada. Seguidamente, se presenta una panorámica una seria de conclusiones y recomendaciones.
2. Importancia municipal del tema de la seguridad ciudadana y convivencia a nivel de América Latina.
Cuando se analiza el tema de la seguridad ciudadana a nivel de América Latina, se comprueba que la gran mayoría de los países tienen una organización estatal que responde más a la seguridad nacional (a la seguridad del Estado), que a la seguridad ciudadana. Es decir que a pesar de haberse acabado hace más de 10 años la Guerra Fría , todavía se sitúa la seguridad en términos de los enemigos internos y externos que atentan en contra de la estabilidad de los Estados, persistiendo las estructuras y los conceptos que sustentan esta doctrina, los cuales se volvieron a retroalimentar con la visión de seguridad que se centró en el terrorismo después del 11 de septiembre de de 2001.
Lo más grave de la anterior situación, es que las autoridades todavía pretenden dar respuesta a los problemas actuales que afectan la convivencia y la seguridad ciudadana, a partir de los principios y supuestos de la doctrina de seguridad nacional, mediante una centralización excesiva en manos del ejecutivo nacional, desconociendo que las manifestaciones de inseguridad tienen características locales.
De esta manera, se conserva en las instituciones, como la policía, estructuras aisladas de la comunidad y se atienden estos problemas con ópticas eminentemente policiales, sin reconocer la multicausalidad de los mismos y la necesidad de dar respuestas integrales, en las cuales se debe contar con la participación activa de las autoridades locales (gobernadores y alcaldes), con quienes indiscutiblemente, deberían compartir las responsabilidades las autoridades nacionales.
Cabe anotar cómo, paralelo a lo anterior, las autoridades locales de la mayoría de los países de América Latina, no se sienten responsables de estos temas, ni asumen sus deberes, a pesar de que las comunidades, cada vez más, les demandan acciones en estas materias .
Si se mira la organización vigente en materia de seguridad de la gran mayoría de los países Latinoamericanos, son muy pocos en los cuales las autoridades locales, llámense alcaldes, gobernadores e intendentes, tienen responsabilidades constitucionales y legales en materia de seguridad ciudadana. En la gran mayoría de los países la responsabilidad de la seguridad ciudadana recae, sustancialmente, en el ejecutivo nacional, como es el caso de El Salvador, Ecuador, Venezuela , Chile, entre otros. En países como Brasil, Argentina y México las autonomías territoriales (Estados, federaciones, gobernaciones, etc.) han permitido que este tema se maneje a nivel local, incluso llegando a tener cuerpos policiales propios, con la dificultad manifiesta que no existe o existe muy poca coordinación entre estas autoridades locales, las autoridades de policía y los cuerpos armados nacionales.
Suele suceder, en estos últimos países, que el manejo de las problemáticas de seguridad se encuentra fraccionado, por ejemplo, en materia de delitos, mientras las autoridades nacionales atienden delitos transnacionales como el narcotráfico, el lavado de activos, el contrabando, el comercio ilegal de armas y la trata de personas entre otros, los gobiernos locales manejan delitos que afectan la vida, integridad y bienes de los ciudadanos, como son los hechos de violencia y delincuencia cotidianos.
Teniendo en cuenta lo anterior y frente a los crecientes problemas de violencia y delincuencia que afectan la convivencia y la seguridad ciudadana, especialmente en las grandes ciudades, los modelos centralizados en cabeza del ejecutivo nacional adecuados para el manejo de la seguridad nacional, hoy no son funcionales; prueba de ello es la creciente violencia que se ha registrado en algunos países de la región desde finales de los años 70.
Producto del aumento de la violencia y la inseguridad, este tema comienza a manifestarse como una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, desplazando de los primeros lugares temas como la pobreza y el desempleo. Hoy uno de cada dos e incluso uno de cada tres ciudadanos en América Latina ha sido víctima de algún delito, según las últimas encuestas disponibles y para el caso de Venezuela 46 de cada 100 ciudadanos son víctimas de delitos (Ver tabla No 2).
Este fenómeno de inseguridad, que tiene sus manifestaciones más claras en los municipios y ciudades, ha desplazando en importancia otros problemas que desde hace algún tiempo también afectan los conglomerados urbanos, como son: la contaminación ambiental, los problemas en el manejo de los residuos, las dificultades de movilidad, el desempleo, las consecuencias propias de la sobrepoblación y los procesos de desplazamiento internos y de migraciones.
En este orden de ideas, el siguiente texto tiene como objetivo dar cuenta la situación de violencia y delincuencia de Venezuela y Caracas y a la vez llamar la atención sobre la necesidad de que el Estado Venezolano y los municipios cuenten con políticas públicas integrales de convivencia y seguridad ciudadana de largo aliento y que a la vez se reconozca la importancia y pertinencia del papel que desempeñan las autoridades locales en el manejo de estos temas, partiendo del supuesto según el cual ha llegado el momento de reconocer que muchos delitos tienen particularidades locales y que su solución debe ser abordada desde los gobiernos municipales, e incluso reconocer que los delitos considerados transnacionales como el narcotráfico, el comercio ilegal de armas, la trata de personas, el hurto de automotores, entre otros, terminan afectando a los ciudadanos en su vida cotidiana, como es el caso de la venta y consumo de drogas al menudeo en los vecindarios, el comercio ilegal y el uso de armas de fuego en manos de los particulares, la difusión de la cultura mafiosa que se expresa en los estereotipos y en el uso indiscriminado de la violencia para resolver cualquier conflicto.
3. Marco conceptual
3.1 Seguridad ciudadana y convivencia
Desde hace más de dos décadas, los paises y ciudades de la región Latinoamericana se han visto involucrados en problemas de convivencia, seguridad ciudadana y manejo del orden público, que responden a diversas causas, frente a lo cual se hace necesario abordarlos de manera integral, mediante acciones preventivas, disuasivas y de control, todo en el marco amplio del concepto de seguridad humana , formulado por la Organización de Naciones Unidas en 1994.
La noción seguridad humana se empezó a entender como la búsqueda de seguridad basada en el fortalecimiento de las instituciones democráticas y del estado de derecho, para que le proporcionen al individuo condiciones adecuadas para su desarrollo personal, familiar y social. De esta forma, en la actualidad la seguridad es vista por el PNUD como un asunto relacionado directamente con el respeto por la vida y la dignidad humana .
Así, el concepto de seguridad pone el énfasis en las personas, lo cual redefine la noción de seguridad entendida como la defensa de la Nación. Bajo la doctrina de la seguridad nacional, el sujeto amenazado no era el ciudadano, lo cual relegaba a un segundo plano su derecho a desenvolverse libre de amenazas a su vida o a sus bienes. Reconceptualizar la seguridad supone considerar que el centro de ella es el ciudadano, la persona considerada en tanto individuo y ser social .
En esta línea, se puede asegurar que la razón de ser de la seguridad es el ejercicio de la ciudadanía , basada en el desarrollo humano , el respeto y la dignidad de la persona y la construcción de relaciones de confianza entre los ciudadanos y entre éstos y las instituciones del Estado. Dado lo anterior, y reconociendo que la razón fundamental de ser de las instituciones de seguridad y convivencia de los Estados son los ciudadanos, uno de los retos fundamentales de las autoridades nacionales y locales es garantizar el cumplimiento de los derechos que tienen los asociados .
Uno de los fines esenciales de cualquier Estado es la convivencia pacífica, entendida ésta como el vivir con el otro partiendo de la protección de la libertad individual y de la de los demás, donde se establecen reglas mínimas que deben respetar y cumplir todas las personas para propender por una sana interacción.
Bajo este marco conceptual es que se puede trabajar para fortalecer y proyectar en el largo plazo una política pública de convivencia y seguridad ciudadana para Venezuela, para sus estados y para sus municipios.
4. Contexto General para el análisis de la violencia y la delincuencia en Venezuela.
Para hacer el análisis de las dinámicas de violencia, delincuencia y de los hechos que afectan la convivencia en Venezuela y en especial Caracas, se hace necesario mirar las dinámicas de distintos conflictos que ocurren en el país, en particular las problemáticas de violencia y delincuencia que afectan la vida, integridad y bienes de los ciudadanos y que se manifiestan en los delitos que los ciudadanos sienten con mayor impacto, como son los homicidios, las lesiones y la gran variedad de hurtos.
También hay que mirar los problemas de convivencia, como es el caso de la resolución violenta de los conflictos entre particulares, la violencia intrafamiliar y el maltrato infantil, las poblaciones vulnerables, espacios urbanos desordenados y caóticos, entre otros. De acuerdo con estos problemas que afectan la convivencia y la seguridad de los ciudadanos en Venezuela, a continuación, teniendo en cuenta la información disponible del año 2005, se procederá a hacer una caracterización de los delitos más importantes que ocurren sobre el territorio.
4.1. Violencia homicida.
De acuerdo con las cifras reportadas por El Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalisticas. División de estadística –CICPC-, en el año 2005 en Venezuela ocurrieron 10.098 homicidios, lo que determina una tasa de 38 homicidios por cada 100.000 habitantes, que sitúa al país con una violencia superior a Colombia, Jamaica, Brasil y México y solamente superada por Honduras y el Salvador, como se puede ver en la siguiente gráfica:
Fuente: Base de datos PNUD. Bogota Colombia
Según los datos del CICPC, mientras el país registró en el año 2005 una tasa de 38 homicidios por cada 100.000 habitantes, este indicador fue superado por el Distrito Metropolitano y los estados de Anzoátegui, Carabobo, Vargas, Táchira, Bolívar y Miranda, como se puede precisar en la siguiente gráfica:
Ahora bien, la situación de violencia en Venezuela es preocupante, y más si se le compara con Colombia, país que por largos años ocupó el nada honroso primer lugar en América Latina en este campo. Según el siguiente cuadro, mientras que Colombia en los últimos diez años ha disminuido de manera progresiva su tasa de homicidios, pasando de 70 homicidios por cada 100.000 habitantes en el año 1990 a 39 en el año 2005, Venezuela tenía una tasa de 10 homicidios por cada 100.000 habitantes en el año 1985 aumentando a 38 en el 2005.
Cabe anotar que la tasa de Colombia sigue disminuyendo, al situarse en 36 homicidios por cada 100.000 habitantes el año pasado (2006). Para este mismo año el CICPC no ha reportado los resultados en esta materia.
Esta situación se puede tornar más dramática si se miran otras fuentes que manejan algunas instituciones que en Venezuela vienen trabajando en el tema, como el Laboratorio de Ciencias Sociales -LACSO-, que según sus cifras, Venezuela llegó a 50 homicidios por cada 100.000 en el año 2003 y considera que en los últimos tres años la violencia ha seguido creciendo. Adicional a estas cifras está la información que maneja el Alcalde de Chacao Leopoldo López, quien asegura que existe un subregistro superior al 30% en materia de homicidios y que la tasa para el año de 2004 de Venezuela fue de 68 homicidios por cada 100.000 habitantes .
Según estas cifras, la violencia en Venezuela no solo superó a la colombiana, sino que también habría sobrepasado las de El Salvador, Guatemala y Honduras en este campo, situándose hoy en el primer lugar en América Latina, como lo muestra el siguiente grafico:
Fuente: Base de datos PNUD. Bogota Colombia
Estas cifras, además de preocupantes, demuestran, en cierta manera, que todavía no se cuenta en Venezuela con cifras confiables y que más bien se hace evidente un subregistro que debe llamar la atención de las autoridades, los políticos, los académicos, los científicos y los ciudadanos de ese país, si se quiere saber qué está pasando y tomar las medidas pertinentes para enfrentar esta epidemia que se comporta como las enfermedades terminales: el deterioro es muy rápido y la mejoría muy lenta.

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