El año que viene (27 de diciembre 2002 al 3 de enero 2003)

 

La semana pasada hicimos unrecuento de aciertos y yerros en la manera como perfilábamos el año que estáfinalizando.  Ahora vamos a destacaralgunas tendencias que podrían presentarse en materia de seguridad para laregión hispanoamericana durante el 2003. Partamos de lo obvio.

 

Estados Unidos y Gran Bretañase preparan para un conflicto bélico con Irak. Esta acción, justificada por la aplicación delconcepto de la “guerra preventiva” contra potenciales amenazas a la seguridadde los intereses de la Primera Potencia, tendrá consecuencias inmediatasespecialmente en la región europea. Ante la imposibilidad de poner en marcha un dispositivo de guerraconvencional medianamente exitoso, Irak podría invocar la jihad musulmanacontra el “imperio del mal” e iniciar una confrontación asimética contra lacoalición de enemigos, sustentada en acciones de tipo terrorista.  En tal escenario quedaría demostrado si elrégimen de Saddam Hussein realmente ha logrado desarrollar sistemas de armas dedestrucción masiva.

 

Un ataque a Irak potenciaríalos planes de organizaciones como Al Qaeda. De acuerdo con expertos esta organización quedó dispersada en “células”tras la arremetida militar en Asia Central. Pero todavía conservaría parte de su capacidad operativa, tal y comoquedó demostrado en los incidentes de Bali y Filipinas.

 

En un mundo interconectado comoel actual, el área latinoamericana también se vería afectada por estaconfrontación.  Es poco probable que lospaíses de esta región sean de alguna forma escenario de batallas, pero lavoladura del avión de Avianca sobre Panamá, así como los atentados contra laembajada de Israel en Argentina y contra la Asociación Mutual Israelita Argentina(Amia), indican que la posibilidad de actos hostiles está latente. De allí elénfasis que últimamente han puesto los órganos de inteligencia en vigilarposibles enclaves de “células durmientes” de grupos terroristas en zonas talescomo Maicao, Margarita y la Triple Frontera de Argentina, Brasil y Paraguay.

 

Estos días de preguerra leindican a Washington que un ataque a Irak podría costarle mucho más que loplanificado inicialmente, debido al incremento en los precios del crudo comoconsecuencia de la crisis política que atraviesa su tercer suplidor,Venezuela.  La paralización de laprincipal industria de ese país, que esta semana llegará a su primer mes, hasacado del mercado internacional cerca de 1,1 millones de barriles pordía.  Los demás integrantes de laOrganización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), casi todos ellos dereligión predominantemente musulmana, se han comprometido a suplir estedéficit.  ¿Cómo atenderían esta vez elllamado a una jihad por parte de Hussein, en el marco de una “guerrapreventiva” y no en medio de una conflagración multinacional como la planteadaen 1991?

 

Sobre este esquema se va aplantear el debate en materia de seguridad. Pero hay otros factores intervinientes. El Plan Colombia entró en unadinámica netamente militar.   Oleadas dedesplazados se producen periódicamente tanto al sur como al este de esepaís.  No obstante, las drogas continúanllegando a los grandes centros de consumo. Existe por lo tanto la posibilidad de que la principal industria ilegaldel área andina se haya adaptado a esta nueva exigencia, como ya lo ha hecho enel pasado reciente, desplazándose hacia zonas menos vigiladas.  O que la verdadera prioridad del Plan nosean los carteles, sino los grupos irregulares de tendencia marxista, queamenazan con desestabilizar no solo a Colombia sino también a Venezuela.  Así pareciera demostrarlo el permisootorgado por el Congreso estadounidense para que la ayuda militar al gobiernode Alvaro Uribe sea destinada a operaciones contraguerrilla.

 

Argentina, y en menor medidaBolivia, podrían entrar en espirales de conflictividad motivados por lacarestía económica.  En ambos lugares,el modo de protesta es el bloqueo de las vías que conducen a las grandes ciudades.  Pero en el segundo hay un claro liderazgoencarnado en el diputado indigenista Evo Morales, conocido por su protección alos sembradores de coca del Chapare.

 

El 2003 no se vislumbra como unaño complejo para la mayoría de los países del área.  Por supuesto que todo conflicto –y Latinoamérica los tendrá enabundancia- representa una oportunidad. De ser esto cierto, muchas puertas podrán abrirse para los habitantes deesta región.  El quid está en tomar lallave apropiada.

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