El espionaje

EL ESPIONAJE
Revista Magnum – 1992
Roberto Trutschel Petersen
Esta actividad data de siglos antes de Cristo manteniendo en la actualidad su carácter clandestino.
Si nos remontamos al año 400 A.C., ya el chino Sun Tzu, comandante del Ejército del Rey Wu (soberano de Nankin), escribía uno de los más antiguos y notables tratados sobre el arte militar que ha llegado hasta nosotros, en el cual consagra un capítulo completo al espionaje en el que se destaca: “ Un ejército sin agentes secretos es exactamente como un hombre sin ojos ni oídos” .
Alejandro Magno, en año 333 A.C. aproximadamente interceptaba las cartas de sus oficiales para conocer su estado de ánimo, lo que pudiera ser considerado como el comienzo de la censura postal.
En la Inglaterra isabelina, entre los siglos XVI y XVII, la Reina no habría podido conservar su corona y su vida sin la eficacia del contraespionaje organizado por su canciller Francis Walsingham.
Con la evolución esta actividad, ya en 1718 un espía industrial, Lombe de Berby, fue el primero que introdujo la seda en Inglaterra. Este joven emprendedor se disfrazó de obrero corriente y se trasladó a Italia, allí logró entrar en una fábrica donde se elabora y torcía la estimada fibra, dibujó meticulosamente la maquinaria que utilizaba para su proceso y volvió a Inglaterra, donde fue ovacionado como héroe.
Como éstas se podrían citar muchas otras cosas que durante el desarrollo de la historia requirieron el uso de estos servicios, y a pesar de que inicialmente se asociaban a actividades militares y de seguridad de Estado, actualmente ha pasado a formar parte del quehacer cotidiano de muchas actividades.
Para el desarrollo de estas actividades clandestinas, es necesaria la presencia de dos figuras. La primera: empresa, Gobierno, persona, etc. Y la otra denominada adversario, los cuales pueden actuar de manera formal o informal; consciente o inconsciente.
Los profesionales del área actúan de manera consciente y con mecanismos formales e informales, e involucran a personas que inconscientemente empiezan a formar parte de este mecanismo. Lo cierto es que en la actualidad existe el espionaje en sus más diversas modalidades. No es un mito soñado por los medios de comunicación; de hecho se roban los secretos comerciales o industriales, que a veces se explotan subrepticiamente dentro del país y otras, se exportan al extranjero, por ejemplo: existen países en Europa que actúan como cámara de compensación de este tipo de valores.
Existe un mercado dispuesto a comprar secretos industriales que no estén protegidos por derechos de patente o contrato de concesión. Muchas naciones en vías de desarrollo tienen prisa en montar sus industrias y pocas tienen escrúpulos en comprar información sustancial, aunque proceda de fuentes discutibles.
Además, algunos países del antiguo Telón de Acero aunque por lo demás se muestren buenos clientes a la hora de comprar patentes de fabricación a las firmas occidentales, no desdeñan realizar ciertos tratos bajo manos, a precios reducidos. Pareciera pues que a medida que se agudiza la competencia y se propaga la concurrencia comercial, se hace cada vez más apremiante conocer los planes y secretos de los rivales. Se ofrecen mayores perspectivas de lucro a los espías industriales, siendo también probable que los espías políticos encuentren cada vez más ocupación en el campo de la inteligencia industrial.
La palabra espionaje tiene una connotación peyorativa. Los profesionales prefieren hablar de servicios de información y/o de inteligencia, igualmente de un S.I. no son espías, sino agentes. Los tiempos de espionaje y espías se reservan para el adversario; es por eso que se sigue hablando de contra espionaje.
Los sectores normalmente más vulnerables en la industria serían pues, en forma general, el marketing y la publicidad. En algunas firmas gigantes británicas, se han introducido agentes encargados de informar a las empresas que alquilan sus servicios de cuanto allí ocurre: resultados de comprobación de marketing, proyectos publicitarios, exploración de mercados, convenios sobre precios.

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