El primer derecho humano

El derecho humano a la vida es primo entre iguales. Sin él, todos los demás derechos son inexistentes, impracticables, imposibles. Todos los derechos dependen del de la vida. También, para que exista la vida es necesario que se garanticen todos los demás derechos. Un ejemplo claro es la libertad de expresión: sin ella ¿cómo defendemos la vida?. Esa es la regla de interdependencia de los derechos humanos.
El principio de universalidad de los derechos humanos significa que todos tenemos todos los derechos. Aplicado al tema del derecho a la vida, quiere decir que todos somos titulares del mismo, en igualdad de condiciones. O sea, quien atente contra la vida humana será sancionado penalmente.
Venezuela garantiza el derecho a la vida de forma absoluta: no existe pena de muerte y ninguna autoridad podrá aplicarla. Así, la vida se consolida en su carácter de bien jurídico indisponible, irrenunciable e inviolable. Es un derecho humano irrevocable.
La Constitución de 1999 ratifica, desde el Preámbulo, la voluntad de los constituyentes venezolanos de los 20 textos constitucionales que hemos tenido desde 1863, cuando se consagró el derecho a la vida, luego de la Guerra Federal, momento en el cual hubo una pérdida de unos 200.000 venezolanos (10% de la población del país, aproximadamente).
Asimismo, Venezuela ha ratificado todos los Tratados en DDHH en los que se protege la vida de forma integral: la Convención Americana de Derechos Humanos que la protege desde el momento de la concepción, el Protocolo contra la Pena Muerte que la prohíbe, la Convención contra el Genocidio, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Segundo Protocolo, entre otros.
Recientemente, se ha replanteado en el mundo el tema de la clonación, el tráfico del genoma humano, el homicidio piadoso y el aborto indiscriminado. Asimismo, la carrera armamentista ha creado amenazas terribles para el género humano. Todo ello es un peligro cierto para el derecho a la vida.
Todavía hay quienes piensan que la vida es un bien disponible, como si los seres humanos fueran cosas que se subastan. Craso error. El mundo se ha empeñado en hacer que la vida sea el valor más importante, sin el cual es imposible que exista otro derecho humano.
Venezuela es un país vitalista cuyo ejemplo pionero para garantizar la vida ha dado pie a una gran reforma legal en el mundo. Defender la vida humana es el primer deber del Estado y un derecho humano de todos.

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