El teléfono necesario

Silos vecinos de Londres hubieran tenido un “teléfono único de emergencia”, Jackel destripador, obviamente –hubiera sido identificado y detenido mucho antes decometer aquellas tenebrosas olas de crímenes aún oscuros para los anales de lahistoria del delito.

Desdehace más de veinte años desde Fedecámaras, la Comisión de Seguridad y Defensa,la Asociación Internacional de Ejecutivos de Seguridad (ASIS) y otrosorganismos gremiales y profesionales, hemos venido planteando al EjecutivoNacional la necesidad de un “teléfono único de emergencia” como sencillo  hilo de comunicación entre los vecinos y losorganismos de prevención y seguridad.

Hoycuando los venezolanos vivimos un momento de gran dificultad en materia deviolencia y aumento alarmante de los índices delictivos, consideramos que es elmomento oportuno para retomar el tema.

Lanueva Constitución Bolivariana consagra más de cinco artículos a los asuntos dela seguridad y a la participación ciudadana en ese difícil campo. Esa forma departicipar estará definida por leyes especiales que serán aprobadas por laAsamblea Nacional, pero que hasta el momento no lo están.

Una manera rápida y efectiva de ejercer esaparticipación es la instalación del “teléfono único de emergencia en todo elpaís, el cual recibirá la llamada de alerta por la comisión de un delito, lapresencia de un accidente” o para informar sobre alteraciones del ordenpúblico.

Elgobierno central o los gobiernos locales deberán dar una respuesta tan rápida yefectiva como la misma llamada de emergencia.

Noestamos pidiendo cosas imposibles, en una Venezuela en plena apertura de lastelecomunicaciones, donde las empresas nacionales o internacionales que nosprestan este servicio, están ganadas para consolidar esa comunicación entre lacomunidad y las autoridades. Con tan solo tomar un auricular y marcar, porejemplo, tres dígitos, se pondrían poner en marcha las fuerzas de emergenciadel Estado. Los países y ciudades que utilizan este mecanismo de combate contrael delito en todas sus formas, han logrado hacer caer la línea ascendente delas estadísticas delictivas y riesgos.

Esperamosque esta iniciativa llegue a ser una realidad, y que podamos ver la puesta enmarcha de este servicio  a nivelnacional, regional y municipal, lo cual se traducirá en una gran solución queirá en  beneficio de todos. Para elloserá necesaria una verdadera voluntad política de hacerlo, simplemente,siguiendo el ejemplo de las compañías celulares que hoy día prestan el servicioy que reciben más de 400.000 llamadas mensuales.

Adicionalmente,se requiere realizar campañas de concientización para evitar el vandalismo quehoy día destruye los teléfonos públicos, de manera que, podamos contar con estaherramienta como una verdadera arma contra el delito.

Deallí que, repito: los vecinos de aquel oscuro Londres, hubieran  colaborado en la identificación de “Mr. Jack”de haber contado con el “teléfono único de emergencia”

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