Interrogatorios (13 al 20 de febrero 2004)

 

El interrogatorio es una de las técnicas usadas conmás frecuencia en la orientación de las pesquisas policiales.  Consiste en un conjunto estructurado depreguntas o afirmaciones dirigidas por el agente de aplicación de la ley a unindividuo con la finalidad de obtener información valiosa para unainvestigación.  A menudo esta actividadestá encaminada a la obtención de confesiones.

 

Los interrogatorios son estructurados porqueobedecen a una técnica, a un modo de proceder cuyo objetivo es obtener la verdaden torno a un asunto criminal.  Como ladifusión de esa verdad generalmente tiene consecuencias para la libertad o lavida de las personas, es natural que sea ocultada o minimizada mediantediversos mecanismos por la persona a quien van dirigidas las preguntas.

 

Los manuales de criminalística refieren un númerovariado de técnicas en esta materia. Saul Kassin y Katlyn McNall, en un trabajo titulado Interrogatoriospoliciales y confesiones (aún sin traducción al español), determinaron laexistencia de 5 categorías, dando por descontado la existencia de un Estado deDerecho que impida la obtención de información mediante torturas físicas opsicológicas:  maximización de laevidencia; minimización de la importancia de los delitos; la promesa de uncastigo; negociación de lenidad y policía bueno-policía malo.

 

En un procedimiento de maximización de la evidenciael interrogador destaca la existencia de numerosas pruebas que incriminan a lapersona objeto de las preguntas o a un tercero, así como también la gravedad delos delitos cometidos.  Es, de acuerdocon los autores, una táctica basada en el miedo.  En ella el policía omite deliberadamente los aspectos del casoque podrían exculpar a su objetivo, con la finalidad de obtener másinformación.

 

La técnica de minimización, por el contrario,intenta generar una simpatía entre las partes del interrogatorio.  Quien hace las preguntas se muestracomprensivo e incluso lanza explicaciones que tienden a excusar al interrogadopor las cosas que él u otras personas conocidas pudieron hacer.

 

La amenaza explícita de un castigo podría ser undesarrollo de la técnica de maximización. El policía anuncia al sospechoso cómo será la pena que recibirá sicontinúa ocultando información o negándose a aceptar las imputaciones que estánhaciéndole.

 

Del otro lado están las promesas de lenidad.  El interrogador percibe cierto interés porparte del sospechoso en negociar con la información que posee, y le ofrece unasentencia leve.

 

La técnica del policía bueno y el malo ha sido ampliamentedifundida. De acuerdo con Dylan Kurz es poco efectiva por esta mismarazón.  Los sospechosos la conocendemasiado y tienden a pensar que es un teatro. Este procedimiento fue puesto en práctica en momentos en que los agentesde ley podían ser verdaderamente maléficos y emprenderla a golpes contra losinterrogados. De manera que la presencia del policía “bueno” representaba unalivio.

 

Kurz llamó la atención en cuanto a la necesidad deestablecer pautas sobre cómo se expresa el interrogado a través de sus gestos,haciéndole preguntas fáciles de contestar. “El interrogador incluso puede hacer preguntas que le darán importanteinformación en torno a cómo funciona el cerebro del sospechoso cuando piensa ocuando recuerda algunos datos”, explicó. A esta técnica se le llama “interrogatorio neurolinguístico”.

 

Existen otros modos de obtener información desospechosos o personas que conocen de un determinado caso.  Las estadísticas del Departamento deJusticia estadounidense indican que se trata de procedimientos altamenteefectivos, pues aproximadamente 6 de cada 10 casos son resueltos gracias atales métodos.  La mayor dificultadconsiste en la escogencia apropiada del modo de adelantar el interrogatorio.  Esta es una materia básica dentro de lasescuelas de policías.

 

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