Invertir en prevención evita un mayor gasto en represión
Entrevista realizada a César Ortiz Anderson, presidente de APROSEC y gran conocedor de la seguridad ciudadana en Latinoamérica, el día 13 de febrero de 2008.
01.- ¿Cómo nace Aprosec y cuales son sus objetivos?
Aprosec nace en el mes de julio del año 1998,al reunirme con un grupo de amigos y proponerles formar una asociación que se encargara de orientar a la comunidad en seguridad preventiva, quiero aclara que nunca recibí apoyo alguno ni del Estado, ni del sector privado, es un esfuerzo personal, como ya lo he dicho dentro de los objetivos de aprosec esta el fomentar la cultura de la prevención en la ciudadanía. La asociación se crea en virtud de que las políticas de seguridad contra la criminalidad no pueden ser exclusivamente de las instituciones públicas, además es importante organizar a la ciudadanía en temas de prevención
02.- ¿A qué se refiere exactamente con prevención del delito?
En Latinoamérica y en gran parte del mundo se privilegia el control, la represión y el castigo como medio de reducir los índices delictivos. Pero ya la estadística comparada internacional muestra que no se puede abordar el tema de la falta de seguridad sólo desde una óptica exclusiva del control, sino que se debe incorporar la prevención primaria como parte de una política integral de seguridad ciudadana. La ciudadanía tiene que comprender que no debe enfrentar a los delincuentes sino evitarlos, ello se logra con un comportamiento responsable de acuerdo a sus riesgos.
03.- ¿Cómo trabaja su institución en la prevención?
APROSEC despliega permanentemente campañas, charlas, eventos y actividades en los medios de comunicación como radio, televisión, Internet y redacta artículos en periódicos y revistas que sensibilicen a la ciudadanía para obtener su compromiso y participación. Asimismo, está tratando de articular redes y esfuerzos para establecer un observatorio de las acciones planificadas y realizadas por las instituciones que tienen a su cargo la responsabilidad de velar por la seguridad ciudadana en el Perú. Además desde fines del año pasado ya tenemos una representante en la Argentina, la sra. Miriam Jáuregui, que viene trabajando temas de seguridad en favor de su comunidad.
04.- Cuéntenos sobre su campaña del Lazo Amarillo.
Bueno, sin duda la campaña del Lazo Amarillo, realizada el año 2003 como repudio a un acto delictivo, fue uno de los éxitos en los que APROSEC demostró que es posible una sensibilización, convocatoria, participación y movilización activa y real de los ciudadanos en todo el país con respecto a temas de seguridad ciudadana.,sin duda la experiencia de haber trabajado directamente con los internos en los penales un año antes, el conocer de boca de ellos, sus códigos, sus temores, el como piensan los delincuentes como los secuestradores, fue lo que ayudo a preparar esa exitosa campaña, que como muchos, recordarán, permitió facilitar la liberación del escolar limeño, Luis Guillermo Ausejo. Incluso, tengo entendido que esta campaña ha sido imitada en otros países.
05.- El 70% de los limeños se sienten inseguros, según recientes encuestas. ¿Cuáles serían las causas de este temor?
El Perú es un gran mosaico de realidades y actos delictivos, en algunos casos, únicos en cada región. En efecto, en Lima según las diversas encuestas realizadas, la percepción de la inseguridad es muy alta y oscila entre el 60 y 70% específicamente en el ámbito urbano, en las calles o fuera del domicilio. En realidad, Lima tiene tazas de homicidios por debajo del promedio en Latinoamérica. No obstante, el nivel de percepción de la ciudadanía es de alta inseguridad. Lo que sucede es que los delitos menores como robo, hurto o robo e partes de vehículos han mantenido una tendencia creciente en los últimos diez años en el Perú. Esta es la razón principal de la sensación de inseguridad, que es exacerbada por los medios de comunicación masivos, como la prensa escrita o la televisión, que dedican grandes espacios a noticias de delitos. Incluso, son presentadas con poca objetividad y de forma morbosa. Un caso concreto es el de los secuestros, que en términos de número de eventos frente a la cifra poblacional es bajo. Sin embargo, es uno de los delitos que causa mayor temor y presumen cifras mucho más grandes que la realidad.,sin duda hay que trabajar temas preventivos como combatir la micro comercialización de drogas, los puntos de ventas de artículos robados, la prostitución callejera, el pandillaje que son factores que incrementan el miedo ciudadano, pero tengamos en cuenta que en una urbe como lima de mas ocho millones de habitantes el delito siempre estará presente.
06.- ¿Por qué considera que la prevención es tan importante? ¿Cuál sería el tipo de prevención más eficaz?
Invertir en prevención significa evitar un mayor gasto en represión. No es difícil llegar a esta conclusión, acorde a las estadísticas de criminalidad e inseguridad año a año. Por ello sostenemos que la inversión es prevención es más eficiente que la represión. Lamentablemente, en los países de la región las políticas públicas no son integrales y por lo tanto disocian la prevención de la represión, y la prioridad política está en la segunda. El papel de las autoridades es de carácter demagógico. Las propuestas desarticuladas y populistas no se basan nunca en análisis científicos y técnicos. Siempre será más fácil incrementar penas, anunciar compra de armamento o patrulleros que construir una política integral de seguridad, ya sea por falta de conocimiento, incompetencia o incluso por corrupción,.pregunto que se ha hecho en el País en materia de seguridad ciudadana, las instituciones de seguridad publica y de justicia están atravesando serios problemas de corrupción, de presupuesto y de falta de credibilidad.
07.- ¿Hasta qué punto la ciudadanía entiende el papel de prevención?
Las clases sociales de menores recursos son los mas entusiastas, debemos comprender que al igual que en la medicina mas barato saldrá prevenir la enfermedad que curarla ,por ello,
Es necesario trabajar específicamente ese aspecto, la orientación hacia las políticas que privilegian la prevención tienen tras de sí el análisis causal de los factores que hacen que los indicadores del crimen y la violencia se incrementen. Si uno pudiese con facilidad explicar que se trata de un modelo multicasual, en donde la efectividad de la represión en realidad es sólo un aporte respecto a la masa crítica actual de delincuentes, podríamos lograr un giro respecto de la propia visión de los ciudadanos frente a la problemática .lo cierto es que en la ciudad aumentan los riesgos y disminuye la actitud de prevención de la población.
08.- Usted ha trabajado en la administración de penales. Cuéntenos un poco sobre esta experiencia.
En casi la mayoría de prisiones de Latinoamérica los reclusos conviven en condiciones infrahumanas, por ello no es de extrañar que durante el año ocurran una serie de hechos como huelgas de hambre, reyertas y motines que por lo general deja un número importante de muertos y heridos. Los internos casi siempre reclaman tres cosas básicas para ellos: solución del problema de hacinamiento, mejor atención sanitaria y una mejor alimentación. Si bien la gran mayoría de internos están respondiendo por sus delitos cometidos, estos deben recibir un trato digno y humano. Para conocer esta violencia hay que estar «in situ» en ellas, no existe otra forma de conocer esa oscura realidad. Por ello, al trabajar en el año 2002 como asesor del Ministerio de Justicia y asesor del Presidente del INPE, en las visitas que realice a todas las prisiones de la ciudad en diversas horas, incluso de madrugada, pude comprobar que los problemas de hacinamiento, falta de seguridad, higiene y violencia son una realidad.,al visitar un penal en Berlín Alemania en una invitación a un curso de la OTAN ,me di cuenta que el factor recursos es sumamente importante ,las prisiones en Alemania son otra realidad.
09.- Cuéntenos un poco sobre estas visitas a los penales.
Si tuviera que describir esas visitas sería de un panorama sombrío, lamentable y dramático. Dentro de cada pabellón, después de las siete de la noche es tierra de nadie, los «delegados» son los responsables por lo que pueda suceder. Un solo policía que se queda en la primera reja es toda la garantía que hay por pabellón. Es cierto que las prisiones por dentro son un infierno de injusticias. Lo más grave es que en esas condiciones se hace imposible poder rehabilitar a los internos, muchos ciudadanos se preguntan por qué invertir en prisiones si hay prioridades más importantes como salud y educación. Les puedo decir que es sumamente importante invertir en nuestras prisiones por que es allí donde se recicla el delito, esos internos más temprano que tarde ganarán las calles de nuevo, salen con más conocimiento criminal con el que entraron y la reincidencia delictiva es muy alta.
10.- ¿Qué reformas necesitan los penales en el país?
Si bien es cierto tenemos que construir más prisiones en el país por el hacinamiento existente, en mi opinión donde deberíamos realizar el mayor esfuerzo es en trabajar a fondo los factores como vengo proponiendo en diversos artículos que provocan el aumento de los delitos y, por ende, de los enviados a prisión, la política penal debe ir de la mano con una buena política social, sobretodo si más del 60% son internos de menos de 29 años, lo cierto es que con el aumento delictivo que vivimos siempre existirá déficit de plazas en las prisiones. Queda claro que las prisiones hoy viven un peligroso clima de violencia que en cualquier momento podría explotar. Por ello seria aconsejable, entre otras cosas: la construcción de por lo menos 2 nuevos penales en la ciudad de Lima, además se debe mejorar de forma inmediata, propuesta que la vengo haciendo publica desde el año 2000, la infraestructura penitenciaria a nivel nacional e implementar equipos y sistemas de seguridad como cámaras C. C. T. V., bloqueadores de celulares, equipos de rayos X, detectores de metales y otros que permitan garantizar la seguridad externa e interna de los penales.
11.- En teoría las cárceles deberían reformar a los internos, sin embargo sucede todo lo contrario. ¿Qué es lo que está fallando en las cárceles del país?
Es imposible realizar un exitoso trabajo con los internos cuando las condiciones de hacinamiento e inseguridad que se dan hoy en los penales del país y en Latinoamérica en general. En ese infierno que son las prisiones sólo podemos aspirar que la delincuencia se recicle, ya que más temprano que tarde los delincuentes ganaran nuevamente las calles. Las estadísticas señalan claramente un alto grado de reincidencia delictiva, fallan muchas cosas, debemos contar con una política carcelaria acorde a nuestros tiempos, con infraestructuras seguras, equipos y sistemas de seguridad, con profesionales como psicólogos, sociólogos y orientadores que puedan realizar un trabajo con la población carcelaria. Por ejemplo, la clasificación de internos es un factor muy importante, así como que los internos trabajen dentro de las cárceles.
12.- ¿Es tan grave la situación de las cárceles en el Perú?
Es tan grave que se debería según mi opinión declarar en emergencia todo el sistema penitenciario. El gobierno debe destinar los recursos económicos necesarios para aliviar la crisis que hoy atraviesan, las mayorías de prisiones en el país. Por ejemplo, el penal más emblemático, Lurigancho, tiene más de 9000 internos, una sobre población de más del 300%,a nivel Nacional hay un déficit de de aproximadamente 20,000 celdas . Si las prisiones no deben de tener mas de 2000 reclusos para que sean manejables, estamos hablando que se necesitan construir mas de 10 cárceles y cuidado que en prisiones como Castro Castro de régimen de máxima seguridad conviven internos por terrorismo, narcotráfico, corrupción, delitos agravados, las cárceles como Lurigancho y otras son un verdadero revoltijo. Son altamente vulnerables en seguridad preventiva. Hoy tenemos mas de 41,500 internos en los 84 penales de todo el país, pero la capacidad real es de 21,000. Ojo que el privatizar las prisiones tomará un largo tiempo y no es la solución para los actuales problemas carcelarios. Además, en mi opinión, los internos por terrorismo, narcotráfico, corrupción, siempre deben estar a cargo del Estado.
13.- Usted que ha trabajado en un puesto tan sensible como asesor del Ministro de Justicia y del presidente del INPE podría contarnos como fue esa experiencia.
Empezaré diciendo que es un trabajo sumamente complicado si es que uno se entrega a tratar de cambiar las fallas dentro de una prisión. Hay que reconocer que hay una corrupción muy alta dentro de las prisiones. Alcohol, drogas, armas de fuego, celulares son moneda común dentro de un penal. Algunos directores cogobiernas la prisión con los capos de los pabellones para pasar tranquilos sin mayores problemas. Hay que tratar “in situ” con visitas aleatorias e inopinadas. Tratar directamente con los reclusos, buscar informantes dentro de la prisión -es lo que yo realicé- para que exista seguridad dentro de las cárceles. Lamentablemente a los dos años de haber dejado el cargo fui difamado por un capo del narcotráfico e internos de corrupción. Enfrenté un juicio público que hasta la fecha no tiene solución. Mi caso está en apelación ante la corte suprema. Ese es el costo que estoy pagando, por haber tratado de mejorar las condiciones de seguridad en las prisiones.
14.- Luego de una década trabajando en seguridad ciudadana, ¿cuál es su visión?
Observo la seguridad ciudadana como una cadena que tiene una serie de eslabones. Hay seis eslabones muy importantes. Todos ellos debieran trabajar en forma articulada e integral. Los primeros cuatro eslabones y por orden de actuación son: la policía, que es la institución que debe prevenir el delito y capturar a los que quebranten la ley, la fiscalía que es la institución que acusará, el poder judicial que juzgará y finalmente los sistemas penitenciarios donde estarán recluidos los delincuentes. Los otros dos eslabones son los gobiernos locales, que en su mayoría y a pesar que la ley los indica como los responsables de las políticas de seguridad ciudadana de su jurisdicción, se han desentendido la mayoría del tema y la comunidad que juega, según mi propuesta, un rol más que importante, tanto asumiendo una cultura de seguridad preventiva de acuerdo a sus riesgos y el de saber dar información sensible a las autoridades. Por ejemplo, los lugares donde venden drogas, donde viven los pandilleros, donde venden artefactos robados, donde venden licor a menores de edad, donde hay prostitución clandestina, los pobladores son los ojos y oídos de sus zonas, hay que saber orientarlos y luego trabajar en forma profesional esa valiosa información. Es urgente contar con un observatorio del delito, si no conocemos al enemigo cómo lo enfrentamos.
15.- ¿Qué opina de los Serenazgos?
Lamentablemente, no cuentan con un marco jurídico que respalde su accionar. ¿Qué son los serenos sin la policía a su costado? Se debería legislar sobre la actuación de ellos. En mi opinión, deberían tener una actuación 100% preventiva de cara a la comunidad, que ellos conozcan como orientar con medidas de prevención a los vecinos. Además, con su presencia, una actuación disuasiva-preventiva, debería permitirles el uso de armas no letales, por ejemplo.
16.- ¿UD. Cree que hay voluntad política para enfrentar la inseguridad ciudadana?
Para mi la voluntad política debe ir de la mano con los recursos económicos necesarios, con profesionales que conozcan el fenómeno delictivo, con profundas reformas en instituciones como la policía. Tenemos el ejemplo de la Policía Nacional de Colombia en el año 2000. El general Serrano, apoyado por el gobierno, retiró a más de 3,000 elementos policiales que estaban involucrados con la corrupción. Hoy esta considerada como una de las mejores de Latinoamérica. Cuando las instituciones de seguridad pública o justicia están contaminadas se debe intervenir de inmediato, ya que se vuelven parte del problema y no de la solución. Las instituciones de seguridad pública deben actuar en forma articulada e integral.
17.- A nivel de Latinoamérica, ¿cómo está el Perú en inseguridad ciudadana?
A pesar del gran fastidio y malestar por parte de la ciudadanía por la inseguridad que vivimos, estamos a mitad de tabla en la región. Ciudades como Caracas, Río de Janeiro, Distrito Federal de México, Buenos Aires nos superan en número y frecuencia delictiva. Sin embargo, coincido lo dicho por Willian Beatón en el año 2002: si no hacemos el mayor esfuerzo en combatir hoy el delito, éste crecerá irremediablemente y podríamos rápidamente estar al nivel de otras ciudades, en cuanto a delitos violentos. de esa fecha a hoy el delito violento se ha incrementado en el País.
18.- Entre los factores que desencadenan la violencia se señalan la exclusión social, la desigualdad y la violencia familiar. ¿Qué debería hacer el estado para solucionar esto?
Una apropiada política social es siempre una buena política en materia de seguridad. La falta de seguridad es una de las más caras y más feroces de la pobreza y la exclusión. En realidad, el delito afecta mucho a los más vulnerables. Es bueno ver que en las últimas décadas ya el análisis de la pobreza ha dejado de ser solamente analizado desde una dimensión económica, sino que ahora es visto como la falta de oportunidades y acceso a los servicios públicos como justicia, educación y salud. Sin embargo, no debemos olvidarnos de que es una condición necesaria pero no suficiente, sino observaríamos que en países en donde no existe más igualdad no existirían delitos. La prevención y la represión siempre serán ingredientes de la fórmula para la construcción de políticas de seguridad debe atender una problemática de corto plazo y priorizando el largo plazo en donde se sitúan las inversiones en materia de políticas sociales.
19.- Finalmente, más allá del temor y el miedo en el que puede vivir la población, ¿cómo atenta la inseguridad ciudadana a los intereses del país?
El miedo ciudadano ya es un factor para trabajar con seriedad el problema, pero además la inseguridad ciudadana afecta al turismo, tanta a la inversión nacional como a la extranjera. Podría decir que tiene un costo económico mayor que el directamente vinculado al delito en sí mismo. Son pocos los empresarios que se arriesgan a invertir en países con graves problemas de inseguridad. Si queremos encontrar indicadores, el BID estima que el Perú gasta de su producto bruto interno un 5.1% más en seguridad que el gasto en educación o salud. La media latinoamericana está en 12%. Pero, las cifras en este tema son muy frías, y como reflexión, más allá del costo exclusivamente económico, preguntaría: ¿qué valor tiene su vida o la vida de algún familiar?
César Ortiz Anderson
Colaborador de Segured.com