“Losmilitares no son para definir al Estadoy la Sociedad, son para defenderlos”. Richard H Kohn
En los estudios sobre la historiavenezolana de los siglos XIX y XX el tema ciertamente, académico, militar escasi inexistente. Predominan si, notablemente, las investigaciones denaturaleza política.
La política en la historia deVenezuela ha sido consustancial a la violencia, al caudillismo y alpersonalismo. Esa lamentable y dolorosa situación tiene su origen en que lapolítica, en la evolución histórica venezolana, ha estado estrechamentevinculada a la violencia de las guerras civiles del siglo XIX e inicios del XX.Esas guerras civiles fueron enfrentamientos entre turbas violentas, huestesarmadas, caudillos, asonadas, alzamientos, motines, revueltas, rebeliones,montoneras, guerrillas, etc.; pero lo que quiero destacar es que por el hechode que nuestra historia esté llena de manifestaciones violentas no significa que sean necesariamenteconfrontaciones militares. Una cosa es la violencia y otra cosa es la violenciamilitar. Este es un error conceptual, bastante frecuente, en nuestros estudioshistóricos y políticos, la generalización, la identificación y asociaciónsiempre de lo violento con lo militar. Es más, es muy común, en nuestro medio cultural, e incluso académico, lautilización equivocada de términos como profesionalismo militar, pretorianismo,militarismo, e incluso caudillismo, que tienen, a mi modo de ver, como origen,entre otros, la anterior confusión teórica.
El estudio de las relaciones civilesy militares, en una democracia, supone, entre otras cosas, el análisis de lasubordinación, las influencias, lastensiones, contradicciones, consensos etc., de la fuerza militar para con elsector civil de la sociedad y particularmente con la gerencia política de ésta.Sin embargo, el estudio de las relaciones entre los civiles y militaresvenezolanas se ha entendido, muy comúnmente, como el estudio de las relacionesentre la política y la guerra. Este último enfoque, a mi juicio, a contribuidoa “militarizar” los análisis, y estudios, pero sobre todo los ha colocado yorientado hacia el campo de la seguridad y defensa, y el pensamientoestratégico. Es decir, en Venezuela ha prevalecido, hasta ahora, la tendencia aentender y estudiar las relaciones civiles y militares en el contexto de lafrase de Clausewitz de que “la guerra es la continuación de la política conotros medios”, cuando de lo que se trata, en las condiciones de una sociedadcomo la venezolana, es de estudiar y entender estas relaciones civiles ymilitares en el contexto de la frase de Richard Kohn de que “los militares noson para definir el Estado y la Sociedad, son para defenderlos”.
La problemática de las relacionesciviles y militares, en la historia venezolana del siglo XX, aparece con laformación de un efectivo Ejército Nacional. En la segunda mitad de ese siglo,con la supremacía de la institucionalidad, en términos generales, sobre otrosaspectos de la vida social y política, avanza la profesionalización de losmilitares venezolanos. De allí en adelante, las posibilidades de cambiossociopolíticos en Venezuela estuvieron históricamente asociadas a lainstitución militar y no contra su carácter profesional. Cualquier esfuerzo decambio con una orientación distinta al profesionalismo de la institución armadavenezolana estuvieron destinados al fracaso. Es decir, en Venezuela, duranteestos años, los cambios tuvieron que contar con la comprensión y apoyo delos gerentes de la violencia física directa, y legítima del Estado, en manos dela institución militar y no en otras manos, y obviamente bajo la supremacía dela conducción de los civiles en la administración política de la sociedad.
Las circunstancias históricas ypolíticas que hacen posible el profesionalismo militar, son básicamente: laespecialización técnica y la complejidad de la gerencia de la violenciaorganizada; los nacionalismos, que hacen de la defensa nacional y laorganización militar una necesidad. También, la constitución de un cuerpo deoficiales que respondan a los principios generales del Estado y la Sociedad conlealtad hacia el sistema político y las autoridades políticas legítimas. Enotras palabras, sin la aplicación responsable del profesionalismo militar no esposible la existencia de la sociedad civil. En cambio, cuando los militaresanteponen lo político a lo militar sacrifican su profesionalismo y se comienzana acercar a los parámetros pretorianos.
El control civil de los militares,en una democracia, se define como la subordinación de éstos ante las electas,legitimas y legitimadas autoridades públicas civiles. Es decir, la sociedaddemocrática establece mecanismos constitucionales, institucionales y legalesque aseguran la obediencia y supervisión de la realidad militar ante losgerentes políticos civiles de la sociedad. Para Samuel Huntington en su clásica obra El Soldado y el Estado… (1957, HarvardUniversity Press) el auténtico profesionalismo militar constituye la mejorgarantía de un control civil en una realidad democrática.
La expresión relaciones civiles ymilitares, y no cívico militar, como a veces se tiende comúnmente a decir,tiene su origen, por una parte en la EnciclopediaInternacional de las Ciencias Sociales (1976, Aguilar), pero también en los criterios de Rafael Bañon y J. A. Olmeda en La Institución Militar… (1985,Alianza) y sobre todo, como señala Irwin en su Relaciones Civiles Militares… (2000, Centauro), en la correctatraducción de la expresión inglesa civil-military relations.
Los estudios de las relaciones civilesy militares venezolanas se inician con nombre propio, académicamente, con elensayo de Gene E. Bigler en la obra compilada por Martz y Myers: Venezuela. The DemocraticExperience (1977,Prager). Desde entoncesla bibliografía sobre el tema ha crecido sustancialmente, tanto por analistasforáneos como por venezolanos. Recientemente se han publicado tres libros sobreel tema. Una compilación de ensayos editados por Castillo-Donís-Irwin: Militares y Civiles… (2001,USB-UCAB-UPEL), un libro de la historiadora gala Frédérique Langue: Hugo Chávez Et Le Venezuela… (2002,L’Harmattan) y una serie de ensayos editados por Mary Ferrero: Chávez. La sociedad civil y el estamentomilitar ( 2002, Alfadil). Libros de interés para quien busque informaciónsobre las relaciones civiles y militares en la Venezuela contemporánea.
Finalmente, en las actualescircunstancias que vive Venezuela, la agenda de las relaciones civiles ymilitares venezolanas se centra en dos puntos básicos: primero, fortalecer elcontrol civil
mediante mecanismos institucionales y administrativos idóneos desupervisión sobre el sector militar. Y segundo, profundizar y consolidar elprofesionalismo castrense, elevando elapresto operacional del sector militar.
En definitiva, parece ser una imperiosanecesidad enfatizar, una vez más, como la historia ha demostrado hasta lasaciedad que las más eficientes políticas de seguridad y defensa se dan dentrodel marco de unas relaciones civiles y militares en democracia, donde exista unefectivo control civil y un autentico profesionalismo militar.
Bibliografía
Bigler, Gene E. “Patterns of Civil-MilitaryRelations”. En Martz and Myers, eds., Venezuela.The Democratic Experience. New York: Praeger, pp.113-133, 1977.
Bañón Rafael y Olmeda José Antonio. La institución militar en el Estadocontemporáneo. Alianza Universidad. Madrid. 1985.
Castillo Hernán, Donís Manuel, Irwin Domingo,compiladores. Militares y Civiles.Balance y perspectivas de la relaciones civiles-militares venezolanas en lasegunda mitad del siglo XX. USB, UCAB, UPEL. Caracas 2001.
Feaver D. Peter and Kohn H. Richard, editors. Soldiers and Civilians. The Civil-MilitaryGap and American National Security. The MIT Press. 2001
Ferrero Mary, editora. Chávez.La sociedad civil y el estamento militar. Alfadil Ediciones.Caracas 2002.
Huntington P. Samuel. The soldier and the State. The theory and politics of civil-militaryrelations. Harvard UniversityPress. 1957.
Irwin Domingo G. Relaciones civiles-militares en el siglo XX. Centauro Ediciones.Caracas. 2000.
Langue, Frédérique. Hugo Chávez et le Venezuela. Une action politique au pays de Bolívar. Paris. L´Harmattan. 2002.