El presente caso proviene de un aseguramiento de mercancía que realizó la Policía Federal Preventiva, que en cumplimiento de sus obligaciones logró resolver un problema que se había constituido en un daño constante en contra de una empresa, donde las pérdidas habían sido millonarias, lo que afectó su economía y mantenimiento dentro del mercado. No obstante, nuevamente la acción de la justicia permitió que se cayera en la impunidad y salieran avante los delincuentes, afectando a quienes confiaron en un sistema que cada día se desprestigia más.
Al realizar su servicio de inspección y vigilancia, el 26 de agosto del presente año, un oficial de la Policía Federal Preventiva, al pasar por una bodega ubicada en Boulevard San Roque 1401, Fraccionamiento Colón, en Irapuato, Guanajuato, se percató que una ranura estaba tapada con unos trapos de mezclilla y como existía una orden de investigar el robo de unos camiones de mezclilla en San Luis Potosí, procedió a realizar una indagatoria. Así al retirar los pedazos de la tela pudo observar que dentro de la bodega había unos rollos del tejido.
Al tiempo de que hacía dicha investigación un señor de nombre Maximiliano Reyes Niño, le abrió la puerta y al entrar al inmueble se encontró con otra persona de nombre José Martín Olmos. En el interior de la bodega, descubrió varias cajas de mercancía procedente de China, con un remitente para la tienda Liverpool, así como una gran cantidad de rollos de mezclilla.
Al preguntarle a las personas mencionadas el origen de la mercancía, quien dijo llamarse Maximiliano Reyes Niño manifestó que el había rentado la bodega y comprado mil metros de mezclilla a Alfredo Yarena Cano, quien le manifestó que era el propietario de la tela y el día 22 por la noche le entregó la mercancía, solo que hasta el día siguiente la pudo descargar. Cuando se realizaron las indagatorias correspondientes se comprobó que la mezclilla era producto del asalto, reportado en San Luis Potosí el 24 de agosto al conductor Rosalío Ríos Galindo a las 04:14 horas sobre la Carretera Federal a la altura del poblado de Salinas, San Luis Potosí. Se logró establecer que la empresa propietaria de la mezclilla había sufrido con anterioridad el asalto y robo de 3 vehículos más, lo que permitía deducir que se trataba de los mismos delincuentes.
Los hechos se denunciaron ante el agente del Ministerio Público del Fuero Común en Irapuato, Guanajuato, de modo que las personas que se encontraron dentro de la bodega fueron puestas a su disposición; sin embargo, inexplicablemente los dos detenidos quedaron en libertad a los dos días siguientes a su detención, lo que causó gran molestia a quienes fueron robados. El M.P. que conocía el caso argumentó que por instrucciones del Director de Averiguaciones Previas, quien a su vez recibió órdenes del Subprocurador General de Justicia del Estado de Guanajuato, se puso en libertad a los sujetos en cuestión.
Si realmente lo que se quiere es un país donde prevalezca la justicia y la confianza de la población, primeramente evitarse el fomento a la impunidad. Es inexplicable que una persona que adquiere un producto robado pueda, con su simple dicho, salir de una situación que lo relaciona directamente con un ilícito; además, se debe considerar que Maximiliano Reyes Niño, manifestó haber recibido la mercancía el día sábado 22, lo que no coincide con la fecha del robo.
Claramente se deduce que mintió y por otra parte, el agente investigador, debió tener primeramente la comparecencia de quien vendió la mercancía y verificar si realmente existe esta persona o si hay una relación delictiva entre ellos. Por otro lado ¿cómo justifica que adquirió una mercancía donde el remitente era la tienda Liverpool?
En este caso pues, hay una gran cantidad de cuestionamientos, que por lo que se aprecia no fueron considerados ni tomados en cuenta para determinar la libertad de los sujetos.
Lo que si queda claro es que nuevamente ganó la impunidad.