La rutina en las tareas de seguridad (21 al 27 de mayo de 2007)

La rutina en las tareas de Seguridad
La rutina hace fracasar los sistemas y esquemas de seguridad mas sofisticados
Por Luis A. Estupiñán Chaustre
En los últimos días hemos escuchado por diferentes medios de comunicación como edificaciones con sistemas de seguridad considerados como altos, han sido vulnerados, con las consecuencias funestas para la seguridad y tranquilidad de nuestro país.
Si hacemos un estudio detenido para establecer las fallas posibles, encontramos como la rutina, es el talón de Aquiles y hace que las costosas inversiones en seguridad invertidas se conviertan en un fracaso.
El país vive una permanente zozobra, que no excluye a ningún tipo de actividad o edificación sea oficial o particular.
La seguridad más que todo es una conducta, la cual debe ser aprendida y reforzada permanentemente.
No se saca absolutamente nada, con contar con los mas sofisticados medios de seguridad y protección, si los usuarios o personas que van a estar bajo su esquema de seguridad, no son concientes de ello.
Siempre que se implementa un medio de seguridad, previa la información y capacitación para operadores y usuarios, es objeto de comentarios positivos o negativos según la percepción y situación de las personas.
Con el pasar de los días, si el sistema causa algún tipo de incomodidad, o demora es objetos de críticas y se empiezan a buscar mecanismos para vulnerarlo. Comienzan las excepciones o privilegios, que cada vez van en aumento, hasta prácticamente quedar el sistema para como se diría en el argot popular “los de ruana”. Esta situación afecta directamente a los operadores que al ver la poca importancia que se le presta al medio, también comienzan a ser menos rigurosos en su aplicación.
Con todo ello aparece la rutina, que finalmente se convierte en la vulnerabilidad y el fracaso del sistema.
¿Como evitar esta situación?
Básicamente con la educación y creación de hábitos de seguridad en todas las personas que se benefician con la seguridad.
La seguridad en últimas es un esfuerzo colectivo, que tiene un direccionamiento, una gestión que se apoya en unos medios, pero es un patrimonio colectivo.
La rutina se evita, si todos los interesados acatamos y acepamos las medidas puestas en ejecución. Si colectivamente estamos atentos al cumplimiento de las directrices trazadas y confiadamente comentamos o hacemos saber las fallas, en cualquier momento a nuestro esquema detectado.
El mayor problema de los esquemas de seguridad es mantener el rigor permanentemente. La habilidad de los interesados en vulnerar los sistemas de protección es su paciencia. Están siempre al acecho, en espera que aparezca la rutina, se den las excepciones.
Los asuntos de seguridad son de un todo; la seguridad no es exclusiva de un grupo especializado para ello, y no hay sistema o esquema de protección que sea infalible.
El punto esta en mantenerlo permanentemente activo y eso solo se logra con el trabajo colectivo.
El autor de esta nota, Luis A. Estupiñán Chaustre ([email protected] ) es Coronel Retirado de la Policía Nacional de Colombia, Magíster en Ciencias Políticas y Especialista en Seguridad Integral.

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