La seguridad del adulto mayor

Entrevista realizada al representante de APROSEC-México sobre la seguridad del adulto mayor
1. Todos nos podemos preguntar, ¿qué podemos hacer por la seguridad de los adultos mayores? Sin embargo y considerando su innovadora propuesta de seguridad, ¿Qué pueden hacer los adultos mayores por nuestra seguridad?
Pueden y deben hacer mucho por la seguridad de las comunidades. Un adulto mayor se considera a toda persona que cumple 60 años; diariamente en el país, casi 800 personas llegan a esa edad. Es preciso considerar que en México existen más de 8 millones de adultos mayores, que en buena medida, están en plenas facultades para poder, mediante una sencilla capacitación en la práctica de detección y prevención de actos delictivos, participar activamente en los programas de seguridad en sus comunidades.
2. ¿Cuál es la importancia de incluir gente mayor en la seguridad?
No hay que perder de vista dos aspectos fundamentales de los adultos mayores: son personas que poseen un alto nivel de experiencia en la vida y cuentan con la disponibilidad de tiempo. Además resulta fundamental el papel que juegan en el concepto tradicional de la unión familiar a través de su sabiduría y solidaridad. De tal suerte, es de suma importancia el incluirlos como partícipes de programas de seguridad y muchos otros; no hacerlo, sería un desperdicio. En México, según el Consejo Nacional de Población, para el 2050 uno de cada 4 habitantes será un adulto mayor.
3. ¿Cómo podemos instrumentar un programa de seguridad que incluya a los adultos mayores?
Los programas de seguridad vecinal existen, lo que no contemplan del todo es aprovechar a los adultos mayores, necesitamos utilizar los ojos y oídos de todos ellos en la detección y prevención de delitos, coadyuvando a los cuerpos de seguridad pública municipal, estatal y federal. Con ello, la persona se revitaliza al sentirse útil por su involucramiento en las acciones para afrontar la inseguridad que azota al país. Así pues, más que instrumentar nuevos programas, es preciso incluir a los adultos mayores en los existentes.
4. ¿Qué capacitación debe impartirse a los adultos mayores para integrarlos a un programa de seguridad vecinal?
Básicamente, capacitarlos sobre la práctica de detección, prevención y reacción ante actos delictivos, mediante la observación comunitaria. Es preciso ilustrarlos sobre las distintas situaciones que pueden presentarse en el entorno, tales como extraños merodeando, vehículos sospechosos, conductas inusuales, así como adiestrarlos para llevar a cabo una descripción de eventos, personas y vehículos en detalle, para el momento de reportar a las autoridades y que estas cuenten con la información precisa para actuar eficazmente
5. ¿Qué capacitación debemos impartir a los adultos mayores para integrarlos a un programa de seguridad vecinal?
Inicialmente el hecho de ser reconocido como líder comunitario o vecinal, gracias a su sabiduría, ecuanimidad y serenidad, lo que lo revitalizará y revalorará así mismo al sentirse útil y valioso. Idealmente cada adulto mayor que logre prevenir un ilícito, debería recibir un estímulo económico, que lo motivaría a participar activamente en los programas de seguridad así como en otros de ayuda comunitaria. En otras palabras, este tipo de estímulos «hace grande a la gente grande» y, con ello, todos salimos ganando.
6. ¿Cómo se benefician las autoridades de la participación de los adultos mayores en la seguridad?
En la medida en la que se logre prevenir un ilícito, todos se benefician. Resulta absurdo que ante la situación tan delicada que se vive, muchas de las llamadas efectuadas a la policía o a los cuerpos de emergencias, resultan ser bromas por parte de niños, jóvenes e incluso adultos irresponsables. Si los adultos mayores se involucran y capacitan para llevar a cabo reportes de emergencia, el trabajo de las autoridades será más eficaz y oportuno.
7. ¿En qué otras actividades que impliquen mayor seguridad a la comunidad pueden colaborar los adultos mayores?
Si consideramos integralmente todos los factores que pueden elevar nuestro nivel de seguridad, encontramos otras actividades para ellos. Por ejemplo, en el embellecimiento de las calles, que implica la supervisión de poda de árboles, donde un delincuente se puede ocultar o bien utilizar para escalar y penetrar en una casa. De igual forma, en la sensibilización a los vecinos de mantener la calle bien iluminada. En otros términos, en materia de protección civil, es muy valioso el contar con alguien que pueda asistir o ayudar ante una situación de emergencia médica, conatos de incendio, mordeduras de perros o presencia de enjambres de abejas.
8. ¿Qué acciones deben realizarse en un programa de seguridad vecinal que incluya a los adultos mayores?
Inicialmente la creación de un directorio telefónico de los vecinos más próximos, de las personas a los lados, al frente y detrás de nuestra casa y, en el caso de departamentos, de los habitantes de arriba, abajo y de nuestro mismo piso.
Llevar a cabo un análisis de riesgos y vulnerabilidades, promover la adopción de hábitos y sistemas de seguridad y finalmente la comunicación y colaboración con la policía. Los adultos mayores pueden participar en cualquier etapa, pero sobre todo deberán involucrarse en la fase operativa del programa, para el momento de alertar a los vecinos y reportar a las autoridades, considerando su presencia en buena parte del día en la comunidad y su buen juicio ante una eventual emergencia.
9. ¿Cuáles son las principales barreras a las que se enfrenta un programa de seguridad vecinal?
La apatía, desafortunadamente, de muchas personas ante su incapacidad para trabajar en equipo. La falta de confianza en las autoridades y, paradójicamente, ante la grave situación de inseguridad, el poco interés de mucha gente, en ser preventivo. No obstante, estas barreras pueden ser derribadas con un poco de paciencia y perseverancia implementando un programa profesional y bien estructurado, que garantice buenos resultados en el corto plazo.
10. ¿Existen modelos de programas de seguridad vecinal exitosos?
Definitivamente que sí. Desde hace muchos años, este tipo de programas, se desarrollaron ampliamente en otros países, sus buenos resultados fueron provocando su proliferación en las colonias y hoy son parte fundamental en toda comunidad moderna. En nuestro país, si bien existen ejemplos dignos y exitosos, es necesario continuar promoviendo su implementación y difusión a todo nivel e incluyendo al mayor número de personas posibles, entre ellas desde luego, a los adultos mayores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *