Las actuales guerras del Mossad: Irán, Hezbollah y CIA (sexta parte)

Las actuales guerras del Mossad: Irán, Hezbollah y CIA
(Sexta Parte)
Dr. Ramiro Anzit Guerrero
EL OBJETIVO ‘HEZBOLLAH’
Es necesario preguntarse en qué medida los Estados Unidos y Europa están dispuestos a dialogar con el Líbano, en particular, con respecto al movimiento Hezbollah, cuyas estructuras están vinculadas, a su modo de ver, al terrorismo. Obviamente, en esta fase de la campaña de los Estados Unidos en la región, y en espera de controlar todo Afganistán e Irak, están en una lucha diplomática y financiera contra el ‘terrorismo’ en la cual parecen tomar parte los servicios de seguridad libanéses, después de haber demostrado cooperación allí donde le fue posible, en particular congelando las cuentas vinculadas a ciertas organizaciones, aunque informaron a sus homólogos occidentales que existe una dimensión del terrorismo que son totalmente incapaces de controlar.
El Líbano hizo saber que no está en condiciones de infiltrar los campos palestinos para neutralizar posibles amenazas. Los dirigentes libanéses, garantizaron también a sus homólogos norteamericanos, así como a la ONU, en el marco de su respuesta a la Resolución 1373, que el Hezbollah no tiene ninguna actividad paramilitar fuera del territorio líbanes.
Por su parte la CIA y el Mossad expidieron conjuntamente una lista de 23 shiítas considerados como peligroso, entre los cuales figuran el Secretario General del Hezbollah, Hassan Nasrallah. Se trata, en particular, de Hassan Ezzeddine, jefe de las redes del Hezbollah en Europa, Abdul Hadi Hamade, jefe de una unidad especial, Mohamed y Ali Hamade acusados de cometer atentados, Imad Mughnie, especialista en operaciones especiales de la organización en el extranjero, Wafic Safa y Abou Hassan Fayyad, responsables de los servicios de seguridad y Hussein Moussawi que dirige al grupo Amal en el valle del Beeka.
El Hezbollah habia sido excluido por Washington de la lista de las organizaciones terroristas y de los movimientos de liberación nacional, pero fue reinscripto en esta lista negra en 2001 tras los atentados de 11 de septiembre en los Estados Unidos. Según su Secretario General, el Ayatollislam Hassan Nasrallah, «Hezbollah es la consecuencia de la invasión israelí en el Líbano en 1982». El 16 de septiembre de 1982 las organizaciones de izquierda e islamicas constituyen un frente de la resistencia nacional libanesa, rápidamente unificado por el movimiento shiíta Amal. En el origen este frente se establece en el suburbio meridional de Beirut pero poco a poco, aprovechando el vacío dejado por el Estado, se instala en el valle de Bekaa y sobre todo en el Sur del país.
Situado en la misma continuidad geográfica, el Líbano meridional forma con Palestina una misma zona cultural y económico, de ahí resulta una extrema sensibilidad de los habitantes a la tragedia de 1948 y ante la ultima invasión israelí presentaron una gran resistencia. Aunque en los medios occidentales solo se conoce esencialmente a la guerrilla shiíta, el Hezbollah es también un movimiento político con sus redes sociales y caritativas las cuales atrajo la simpatía y el apoyo de la población. El Partido de Dios así se garantizó una posicionamente desde los sectores mas bajos de la población y no por medio de una islamización directa que sería seguramente ineficaz en el Líbano.
En la cima de la organización civil de Hezbollah, se encuentra el Consejo de la Jihad, formado en los años 1990-1991. Este sector tiene un partido politico que está representado en el Parlamento por nueve diputados entre los cuales uno es sunnita y otro cristiano. Administra numerosas asociaciones de carácter social y caritativo entre las cuales se puede citar:
– La asociación El-Jarih (ayuda a los heridos y minusválidos de la guerra contra Israel) que garantiza la rehabilitación física y psicológica de los heridos y organiza su reinserción ofreciéndoles estudios o formaciones profesionales. Desde 1989, son 3000 heridos y 500 minusválidos que integran la asociacion. La asociación fabrica también las prótesis para los minusválidos por acciónes en combate.
– La asociación El Shahid (el mártir) tiene por vocación la asistencia a las familias de los miembros del Hezbollah muertos en combate y los presos de guerra. Actualmente, la asociación sostiene a 1900 familias que perciben una indemnización mensual de U$ 200, así como la escolarización de1500 niños con un coste anual y por niño de U$ 1500.
– La asociación Jihad ua Binaa, destinado a la reconstrucción o la rehabilitación de los lugares destruidos por los bombardeos israelíes.
El Hezbollah mantiene también una extensa red de escuelas, dispensarios y hospitales cuyo acceso está abierto a todas las comunidades, gratuitamente o por un precio simbólico. Una estación de radio, una cadena de televisión y una activa editorial completan el dispositivo. Un miembro de la oficina política, Ali Fayed así expresó la filosofía política de la organización: «El problema con algunos movimientos islamistas, es la ausencia de visión geopolítico del mundo contemporáneo. Estos movimientos deben aceptar la idea del pluralismo político, de la divergencia, y renunciar a transformarlo en conflictos antagónicos. Deben también abandonar el uso de la violencia en la lucha para lograrlo y evitar hundirse en la lógica de la guerra civil que amenaza la unidad de las sociedades arabe musulmanas».
El Hezbollah no proporciona las cifras de su presupuesto que han sido evaluadas por diarios libanéses de 20 a 160 millones de dólares al año. Los ingresos proceden del zakat (la limosna islamica obligatoria) y también de las subvenciones de particulares, residente o no en el Líbano y de las contribuciones de Siria e Irán.
La rama militar se considera actualmente como una de las unidades de guerrilla entre la más eficaces del mundo. La Resistencia islámica, rama militar inicial del Hezbollah, recluta en principio entre los shiítas. No se conoce su personal pero se establece entre la población y opera en comando: golpes de mano y emboscadas son su modus operandi habituales. Hassan Nasrallah explica así: «La Resistencia islámica en el Líbano no dispone de bases militares, ni de cuarteles. Llevamos las armas cuando combatimos al enemigo en las zonas ocupadas de nuestro territorio». y para demostrar bien la eficacia de los métodos empleados, él añadio que “el Hezbollah neutralizó el dispositivo – radar instalado por la sociedad israelí ELBIT, destinado a detectar las infiltraciones en zona fronteriza así como el sistema antiobús Nautilus proporcionado al Tsahal (FF.AA. israelíes) por los norteamericanos».
Cabe destacar que en 1997 se crearon las Brigadas libanesas de Defensa abiertas a todo libanés, cualquiera sea su confesión o su convicción. Según el Secretario General Nasrallah, el reclutamiento de estas brigadas habría superado lo esperado y su personal seria de alrededor de 2000 combatientes. Del 14 de marzo de 1998 al 9 de marzo de 1999, estas brigadas habrían participado en 84 confrontaciones con el Tsahal pero parece que habrian actuado en apoyo de los comandos de la Resistencia.
Por su parte, dado que aún no se juzgó debidamente su capacidad, se puede decir que los servicios de información del Hezbollah resultan muy temibles. El contraespionaje permitió desmontar redes israelíes o pro israelíes cuyos miembros fueron sometidos a la justicia militar del Estado. La infiltración de Israel se muestra también eficaz como se viera en el asunto de Ansariyah dónde se esperaba por información de inteligencia, a un comando israelí infiltrado que ingreso desde el mar. Estos servicios colaboran con los servicios oficiales libanéses, sean civiles o militares.
Al Hezbollah se lo sindica como un brazo de Siria e Irán. Su alianza con Damasco y Teherán resulta de la conjunción de dos objetivos: el rechazo al sionismo y la credibilidad que adquirió en su lucha armada contra sus adversarios. El Hezbollah mantiene también una posicion sobre la política regional e internacional. A nivel exterior, Mohamed Fadlallah, líder espiritual del grupo se expresa así por lo que se refiere a Irak: «Pensamos que los países árabes habrían podido reducir el bloqueo y ejercer presiones al efecto de favorecer una solución realista de la crisis». Sus ideas políticas sobre la reconstruccion del Líbano: «No me muestro ni optimista, ni pesimista. Soy más bien realista. En cualquier caso, el principio de la operación de saneamiento es prometedor; queda por saber si todas las partes apoyarán el nuevo régimen o le pondrán palos en la rueda”.
A pesar de la destrucción de las infraestructuras libanesas y el desplazamiento de más 600.000 libaneses, el apoyo a la resistencia del Hezbollah crece en el país. Se debe recordar que esta organización tiene 23 de las 128 bancas que cuenta el Parlamento libanés, así como algunas carteras del Gobierno; dirige numeras organzaciones sociales y escuelas, y goza de una amplia red de apoyo a través del país. Se afianzan firmemente al Hezbollah los shiítas, que representan un 80% de la población del sur del Libano y un 40% de la población libanesa total. Segun fuentes libanesas, el Hezbollah tiene los medios para movilizar a más de 100.000 combatientes. Una personalidad política libanesa da esta imagen: «Su dirigente, Hassan Nasrallah, ya ha demostrado en sucesivas ocasiones el año pasado que era capaz de movilizar un millón de personas en la calle en manifestaciones de apoyo». Aunque ampliamente inferior a la de Israel, la potencia militar del Hezbollah sorprendió a los propios israelíes.
Como lo declaró el Presidente libanés Emile Lahoud en una entrevista a la CNN el 22 julio del 2006, en caso de invasión del territorio libanés por los israelíes, el ejército libanés se movilizará junto con el Hezbollah. Declaró también que el Hezbollah solo liberaría a los dos soldados israelíes capturados en el marco de un intercambio de presos.
En este contexto surgieron denuncias de asesinatos organizados por el Mossad israeli. El 17 de junio, el Primer Ministro libanés Faoud Siniora anunció que su Gobierno iba a presentar una denuncia contra Israel en el Consejo de Seguridad por «actos de agresión». No obstante, como lo informó la agencia de prensa libanesa AL Manar, seguido por el diario alemán Junge Welt, los Estados Unidos y Francia consigueron bloquear esta acción. Esta denuncia afirma que el jefe del Mossad, Meir Dagan, había reclutado personalmente equipos de asesinos para conducir atentados con coche bomba y asesinatos en el Líbano. Estas acciones incluyen el asesinato de Ali Hassan Diebs el 16 de agosto de 1999, el asesinato de Yihad Ahmad Jibril (los hijos de Ahmad Jibril, dirigente del PFLP) el 20 de mayo de 2002, el asesinato de un político del Hezbollah, Ali Saleh, el 2 de agosto de 2003, y la ejecución del líder de la Yihad, Mahmoud Majzoub, el 26 de mayo de 2006.
El 13 de junio, un comunicado del ejército libanés indicaba: «el ejército detuvo a una célula terrorista que trabajaba para el Mossad israelí», precisando que los sospechosos reconocieron haber participado en los asesinatos mencionados anteriormente. El 22 de julio, el diario libanés As Safir revelaba que la inteligencia militar libanesa había descubierto otra operación de espionaje israelí, aún más sofisticado que la anterior. Esta red disponía de instrumentos de comunicación que le permitían indicar a los aviones de guerra israelíes, las bases del Hezbollah situadas al sur de Beirut. El embajador americano en Beirut, Jeffrey Feltman, ejerció presión sobre el Gobierno libanés, amenazando «con poner fin a la historia de amor entre los Estados Unidos y el Líbano» y con parar la ayuda financiera y militar, si Siniora presentaba su denuncia en el Consejo de Seguridad. Según el Junge Welt, el Ministerio de Asuntos Exteriores libanés confirmó esta forma de chantaje el 11 de julio.
Feltman también pidió al Libano no extender el campo de sus investigaciones, probablemente para proteger a personalidades políticas libanesas que podrian estar implicadas. Pero el ministro libanés de Asuntos Exteriores, Fawzi Salloukh, destacó que «Beirut va a exigir una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas». Según fuentes libanesas, el ministro de Asuntos Exteriores se comprometió a proseguir el asunto. Parece que el Presidente Lahoud queria presentar los resultados de estas investigaciones a la persona designada por las Naciones Unidas, Serge Brammertz, que se encarga del expediente Hariri. Los israelíes vendrían así a incorporarse a la lista de los sospechosos de este atentado que desencadenó la desestabilización del país.
LA ESTRATEGIA MILITAR CONTRA IRAN
El Pentágono recientemente efectuó simulacros de ataque norteamericano a las instalaciones nucleares de Irán, con juegos de guerra que incluían también una invasión terrestre. La operación proyectada se articularía así en tres fases: a) bombardeos aéreos sobre los elementos del orden de Teherán, y, en particular, las bases de los Guardias de la Revolución; b) bombardeos aéreos en los centros vinculados a los programas nucleares y de misiles iraníes, y también biológicos y químicos; c) luego ofensiva terrestre destinada a operar un cambio de régimen. Este anuncio no debe confundirse con una decisión estratégica: se practican algunos juegos de guerra que incluyen a miembros del Departamento de Defensa, del Departamento de Estado y de los servicios de inteligencia todo el año en los Estados Unidos.
Los mismos tienen por objeto comprobar conceptos de operaciones militares, además de que se dan en el marco de las tentativas de la comunidad internacional de suspender duraderamente el programa nuclear iraní, lo que permite explicar la publicidad otorgada a estas simulacros. La presión ejercida sobre Teherán implica necesariamente una fuerte dosis de disuasión. A pesar de eso, esta situación recuerda un elemento importante. Contrariamente a una opinión bastante extendida, las Fuerzas armadas norteamericanas conservan una libertad de acción estratégica suficiente para llevar ofensivas aéroterrestres de gran amplitud, a pesar de su compromiso principal en Irak (150. 000 hombres). El Pentágono tiene perfectamente la posibilidad de desplegar de 4 a 6 portaviones, 500 a 800 aviones de combate y de apoyo, y los 75.000 a 120.000 hombres necesarios para detener al régimen de los ayatollahs y poner término a la revolución islamica de 1979.
Aunque Irán no es Irak, ningún ejército puede actualmente superar a las Fuerzas Armadas estadounidenses. Pero la victoria militar no es más que un componente de los éxitos estratégicos, y la caída de los ayatollahs podría bien causar en Irán un caos del cual el triángulo iraquí pasaría a ser una zona de impulsión. Invadir Afganistán para derrocar al Talibán y hacer un país estable y democrático era un proyecto ambicioso; invadir Irak para derrocar a Saddam Hussein y hacer un país estable y democrático era un proyecto más ambicioso aún, y sin embargo concretándose para la mayoría de los iraquíes. En cambio, aplicar el mismo método y los mismos medios en Irán parece ciertamente destinado al fracaso.
Al dejar de lado los elementos de disuasión, se puede pensar que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos quiere proporcionar opciones estratégicas al Gobierno, o al menos respuestas en cuanto a su viabilidad. No obstante, es también posible que la ofensiva militar sea la única opción válida a los ojos de la Casa Blanca. La duplicidad de Teherán ante la ONU y la amenaza de desarrollarse su arsenal no convencional sugieren que una guerra parezca inevitable a los ojos de Washington, habida cuenta de su proyecto en Oriente Medio.
Esto sobre todo teniendo en cuenta que Israel está dispuesto a actuar. Los israelíes ven hoy a Irán como su principal amenaza, y la perspectiva de perder el monopolio nuclear en la región les hace temer un hundimiento del equilibrio estratégico existente desde hace 30 años. Definen así un punto de no retorno, o sea el enriquecimiento de uranio a calidad militar, y no disimulan su determinación de utilizar todos los medios disponibles para impedir a Teherán alcanzarlo. No ignoran que la opción militar no conoce punto intermedio entre el éxito y el desastre, y no ocultan esta realidad a sus aliados norteamericanos. Es interesante destacar que los misiles iraníes susceptibles de llevar una carga nuclear pueden alcanzar el centro de Europa, Rusia e incluso China y la India.
Esta situacion tensionante entre Irán e Israel se intensifico en noviembre de 2004, cuando portavoces del ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hamid Reza Assefi, informaron que se habia detenido a una decena de personas durante los últimos meses por realizar espionaje en relacion a las actividades nucleares iraníes y en favor de los servicios de información norteamericanos e israelíes. Declaraciones posteriores del ministro iraní de Inteligencia, Ali Younessi, citado por la agencia oficial IRNA, decia que los imputados «trabajaban para el Mossad y la CIA y fueron detenidos en Teherán y en Hormozgan (sur del pais)», luego añadió que alguno de ellos, quizás tres, «trabajaban para la organización iraní de energía atómica y otro ejercia la profesión liberal. Fueron entregados al tribunal revolucionario y su identidad no se revelará antes del comienzo de su pleito». Younessi reveló que sus servicios habían detenido a espías norteamericanos y que los israelíes los habían enviado para proponer la venta a Irán una bomba atómica o de uranio para dejar asi en falta y tender una trampa a los iranies al tener pruebas que los comprometan.
Declaró también que antes de la detención de un director de linea intermedia de la industria nuclear irani que «había proporcionado información a los norteamericanos» en viajes en el extranjero, a la vez que la Inteligencia iraní «lo había utilizado para dar falsa información a los norteamericanos» con el fin de confundirlos. También añadió que «algunos espías habían recibido orden de contaminar los centros nucleares». En este sentido, Basta con afectar un elemento de ua base nuclear con un pañuelo contaminado para a continuación afirmar que hay enriquecimiento de uranio. Los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) descubrieron un grado de contaminación muy elevado en algunos centros nucleares. Los iraníes siempre han afirmado que esta contaminación procedía de materiales de segunda mano importados del extranjero.
En agosto de ese año, Younessi había anunciado la detención de un «determinado número de espías que transmitían al extranjero información sobre el programa nuclear iraní». Cabe destacar que en julio de 2000, la justicia de ese pais había condenado a penas de prisión a diez judíos y dos musulmanes acusados de espionaje a favor de Israel pero fueron liberados finalmente en el 2003.
Por su parte, el general Mohammad Salimi, comandante supremo del ejército iraní, afirmó que las fuerzas armadas iraníes habían recibido orden de prepararse para defender los lugares nucleares contra todo ataque: «El ejército del aire recibió instrucción de proteger con todas sus fuerzas los lugares nucleares iraníes», declaró el general Salimi, citado por el diario gubernamental de Irán. «El ejército del aire suspendió todas sus maniobras por un tiempo y concentró sus medios sobre las patrullas de combate en el cielo», luego añadió. El general respondía a una cuestión sobre información de prensa relativa a una simulacro de ataque por fuerzas enemigas contra la central nuclear de Bouchehr, actualmente en construcción por los rusos en el sur del país. Estos últimos meses, diarios israelíes, norteamericanos y árabes han publicado información sobre un posible ataque estadounidense e israelí contra los centros nucleares iraníes. Los responsables norteamericanos e israelíes no obstante desmintieron la existencia de un plan de guerra contra Irán.

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