«Si la Inteligencia Estratégica tiene como objeto, disipar la incertidumbre de las distintas hipótesis de conflicto, la Argentina entonces, debe plantearse como uno de sus objetivos estratégicos, la guerra antiterrorista, adhiriendo a la nueva doctrina internacional de la Legitima Defensa Preventiva».
AMÉRICA EN EL MUNDO EN LOS PRÓXIMOS 20 AÑOS
«Un verdadero oficial de inteligencia no teme a la muerte, no teme encontrar a su esposa en la cama con su mejor amigo, no teme ninguna de las vicisitudes normales de la vida. Un oficial de inteligencia nacional teme equivocarse en cualquier cosa que diga cumpliendo sus funciones. No obstante, evitar esa clase de equivocación es simple: jamás hay que tomar partido por nada.Sólo el presidente debía tomar partido, y además tenia la suerte de contar con expertos entrenados que le proveían toda la información necesaria para hacerlo». «Ordenes Presidenciales» Tom Clancy (editado en 1996, y teniendo en cuenta lo sucedido en Argentina en el 92 y 94, con sendos atentados terroristas, predijo acertadamente lo que acontecería en EE.UU. el 11 de septiembre de 2001).
Luego de finalizada la tercera fase de la guerra global contra el terrorismo, que llevará a cabo con total éxito el actual Presidente de los EE.UU., George Walter Bush, gobernará la nación del norte por un periodo de 8 años, incluida su reelección en el 2004, y tendrá la responsabilidad de regir los destinos futuros del continente, ya que América toda se habrá integrado previo paso por el tratado de libre comercio americano, compartiendo el liderazgo con Canadá, México, Brasil y Argentina.
Uno de los escenarios más importantes en esta última etapa de la guerra global contra el terrorismo, va a serlo el área denominada de “la triple frontera” con foco en Ciudad del Este, donde confluirán para el combate fuerzas combinadas de Brasil, Paraguay, Argentina y EE.UU., que aportará no solamente tecnología y armamento bélico de última generación, sino también elemento humano de primer nivel como los marines.
Al término de la guerra con Irak, los aliados liderados por EE.UU., comenzarán los preparativos para librar la nueva batalla contra Irán, lo que acontecerá aproximadamente en febrero del 2006.
Concluida la guerra con Irán, y no más allá del 2008, Corea del Norte será liberada, democratizada y desmilitarizada, por las fuerzas aliadas, en las que se incluirán la mayoría de los países árabes, que luchan contra los grupos terroristas, para formar parte del concierto de las naciones que han firmado el tratado de no proliferación nuclear, y sus excelentes físicos nucleares serán invitados a incorporarse a la investigación científica en los EE.UU.
Durante el transcurso de la guerra antiterrorista, que implicará por lo bajo, una perdida millonaria de personas, por la acción de la utilización de las nuevas armas sofisticadas, entre ellas, las químicas y bacteriológicas (pensemos solamente en uno, por ejemplo, el virus Ebola Zaire del tipo Mayinga, que produce en la victima la muerte en pocas horas, por la necrosis en escala de sus órganos vitales, y del que todavía no se tienen mayores datos, inclusive existe la creencia que puede transmitirse por el aire, siendo que los otros tipos, simplemente mueren cuando dejan de ser un huésped en el cuerpo humano, y toman contacto con los rayos solares), se desarrollará con mayor énfasis la alta tecnología y especialmente la medicina, logrando niveles de avance y excelencia inimaginables, que luego serán aplicados en beneficio de toda la humanidad, en tiempos de paz.
Para el 2008 también habrá concluido definitivamente el conflicto en medio oriente, zona que adquirirá un crecimiento sostenido, al igual que América Latina, con la que fortalecerá sus lazos comerciales y culturales.
En América se estudiará y hablará cuatro idiomas fundamentales, el inglés, el español, el portugués y el chino. Precisamente, China va a ser en el futuro, uno de los mejores aliados y socios que tendrá el continente americano.
Australia y Nueva Zelanda se habrán integrado con América. Asia lo hará con Europa. En África y la India se producirán nuevos cambios positivos. Y podemos prever que, el Planeta Tierra estará en mejores condiciones de enfrentar los desafíos futuros terrestres y extraterrestres.
La humanidad va cambiando en sus objetivos y perspectivas, y en la búsqueda de la paz, hace la guerra, mediante la cual inevitablemente se obliga a desarrollar su ciencia y tecnología para sobrevivir, lo que traerá aparejado una alta respuesta humana, y un mejoramiento global del estándar de vida, cualitativa y cuantitativamente.
LA GUERRA ANTITERRORISTA Y EL FIN DE LA ONU
«Sin embargo, del estudio de las antiguas instituciones resulta que no hay cosas más unidas y con mayor conformidad y estima mutua que la vida civil y militar. Porque todo cuanto se establece en una sociedad para el bien común de los hombres, todas las instituciones que regulan la vida en el temor de Dios y de la ley resultarían vanas si no se dispusiera de mecanismos que las defendiesen. Con éstos en regla, se mantienen aquellas, aunque sea con dificultades. Sin protección militar, el mejor de los regímenes tendría la misma suerte que las estancias de un soberbio y real palacio que, aunque radiantes de oro y pedrería, carecieran de un techo y no tuvieran ninguna protección contra la lluvia. Si en los demás aspectos de la vida ciudadana y nacional se ponía la mayor dedicación en mantener a los hombres fieles, pacíficos y temerosos de Dios, en la milicia este afán se extremaba. Porque, a qué hombre debe exigirle la patria mayor fidelidad sino a aquel que ha de jurar morir por ella ¿Quién debe amar más la paz sino aquel a quien sólo la guerra puede dañar? ¿En cuál debe existir más temor de Dios que en aquel que, soportando diariamente infinitos peligros, más necesita ayuda? Teniendo muy presente esta necesidad, tanto quienes estaban por encima de los mandos militares como los que se encontraban al frente de los ejércitos, resultaba que la vida de los soldados estaba bien considerada por el resto de la sociedad, que se esforzaba por seguirla e imitarla. Pero al corromperse la institución militar y así alejarse infinitamente del antiguo modelo, surgieron estas nefastas opiniones que hacen odiar la milicia y evitar el trato de quienes la ejercen. Convencido, atendiendo a lo que he podido ver y oír, de que no resulta imposible reconducirla a los antiguos modelos y devolverle al menos en parte su pasada virtud, decidí, para no pasar este tiempo de ocio sin hacer cosa alguna, escribir lo que sé del arte de la guerra, con el fin de complacer a quienes aman los hechos de los antiguos. Y, aunque sea atrevimiento tratar de algo que no es mi profesión, no creo erróneo acometer de palabra algo que otros, con mayor arrogancia, acometieron de hecho; tanto que aun incurriendo en errores en lo que escribo, estos podrían corregirse sin ningún daño, mientras que los que se han cometido en el terreno de los hechos sólo es posible conocerlos tras la caída de los imperios». «Del Arte de la guerra» Nicolás Maquiavelo (tan vigente hoy como cuando fue escrito en Florencia, por el año 1520).
Esta guerra que estamos viviendo contra el terrorismo, venga de donde venga, en este caso de un estado gobernado por un dictador cruel y sanguinario, que pagaba 30.000 dólares a quien matara un soldado de los aliados y decía que no tenía dinero para paliar el hambre de su pueblo por culpa de los norteamericanos, que amenazaba con utilizar armas de destrucción masiva como cuando exterminó a una sensible porción de kurdos (aproximadamente un millón, a los que combatió con armas químicas, durante los diez años que duró la guerra con Irán, entre 1979 y 1989), Saddam Hussein, que promovía y financiaba al terrorismo en su país, Iraq, y en todo el mundo, puso en debate el futuro y el fin de la ONU, porque no supo comportarse a la altura de los acontecimientos, porque privilegió los derechos humanos de los terroristas, por sobre los derechos humanos de las victimas. Este organismo ya no tiene razón de ser, y ha dado motivo y razón para que se funde otra organización internacional con las características globales que requiere este tiempo, y que represente valiente e inteligentemente a los estados aliados que lo conformen.
Mucho se ha dicho y mentido, hasta el empacho, sobre el mentado imperialismo norteamericano. Pero poco, sobre como este país democrático por excelencia, ha dado vida, crecimiento y futuro, a tantos pueblos que ha liberado de gobiernos expansionistas y totalitarios. Alemania y Japón, son el mejor ejemplo. Hoy son países lideres en Europa y Asia, libres, democráticos, y cuyas economías han alcanzado un progreso económico y tecnológico, acompañados de un mayor contexto social, cultural y elevado nivel en el estándar de vida, envidiables por todos aquellos, que hoy resentidos con América, le disputan y discuten sin razón, el espíritu liberador de los pueblos oprimidos por tiranos cuyo poder se funda en el terror.
Gobernantes de otras naciones, hipócritamente, prefieren ser neutrales a la hora de las grandes definiciones, resignando nuevamente el futuro promisorio de sus pueblos. Eso si, no resignan a la hora de las pequeñas cosas, el pedido de ayuda de todo tipo cuando les es imprescindible y no lo pueden evitar, para luego esputar en el plato de quienes les han dado de comer. Siempre han actuado igual, saben pedir, pero no saben dar.
Es fácil destruir en un día lo que se ha construido con sacrificio y esfuerzo, durante largos años, y la prédica artera, vil, comprometida con los intereses espureos, hace que alguna prensa acompañe la propaganda que con mucho talento recauda e invierte el terror.
Pero los pueblos crecen, y muchas veces, los dirigentes se quedan atrás. Esto es lo que está sucediendo en el mundo, y que trae aparejado el combate contra el terrorismo, divide las aguas en dos. Por un lado, los que están a favor del terror, ya sea por acción u omisión, y por el otro, los que están abiertamente en contra.
Los argentinos, mayoritariamente, no cabe ninguna duda, estamos con los aliados contra el terror, y estamos, como americanos, orgullosos de EE.UU., que encabeza la coalición mundial, de lo que será el amanecer de un nuevo día para el mundo libre, conformados en una nueva organización mundial, que supere a la actual ineficiencia de las Naciones Unidas, como ella supo ser en su momento la continuadora por motivos similares de la anterior obsoleta Sociedad de las Naciones. Así lo habría querido y lo hubiera enunciado, si hoy estuviera con nosotros el padre de nuestras Bases, el Dr. Juan Bautista Alberdi.
Esto no es un partido de fútbol, donde uno elige alegremente la camiseta que se quiere poner. Esta es la lucha que nosotros debemos asumir con responsabilidad y ponernos a la altura y al nivel de las circunstancias que nos exigen seriamente los dramáticos acontecimientos, de los que si no queremos pecar por ingenuidad, no podemos ser ajenos, ni eludir. Es hora de ponernos en firme la Bandera Argentina, que nos legó el General Manuel Belgrano, que palpita en nuestro corazón, que forma parte ineluctable de nuestra conciencia histórica, hay que llevarla en la solapa de un traje, de un vestido, en la ropa deportiva, en la ropa formal, en todo lugar donde deba lucir y flamear, porque somos un pueblo libre, porque somos americanos, porque ese es el espíritu de la América toda.
Desde que en EE.UU., se decretó el “alerta naranja” –de alto riesgo-, considerando ser actualmente el epicentro de los ataques que vendrán acompañados por bombas químicas, biológicas, radiológicas o nucleares, reforzó como ningún otro estado, sus mecanismos de defensa.
Si Osama Bin Laden y su banda Al Qaeda, piensan llevar nuevos ataques convencionales o no, dentro del país del norte, se encontrarán, con que el mismo, no es el del 11 de septiembre, porque a pesar de que la gente sigue con la rutina habitual, ahora sabe que debe estar alerta y acompañar las medidas implementadas por el gobierno en beneficio de su seguridad, preparándose para una legitima defensa preventiva.
El Presidente George Walter Bush, le ha indicado a la población, que esté preparado para enfrentar cualquier situación de riesgo.
Les ha recomendado que, se aprovisionen de alimentos y bebidas, por lo menos para tres días, y se provean asimismo de una radio con pilas de repuesto, equipo para primeros auxilios, lavandina, cinta adhesiva, y hojas de plástico para cubrir las ventanas, al efecto de poder evitar la introducción de algún agente químico, que para el caso de exposición y contaminación, deberán sacarse toda la ropa, evitando tocarse la nariz, los ojos, la boca, y lavarse muy bien, con agua y jabón, colocando los elementos contaminados en una bolsa de plástico.
La ropa se puede descontaminar con agua y jabón, como lentes, dentaduras y otros elementos personales, para finalmente concurrir al hospital más próximo.
La Argentina no puede ser ajena y debe prepararse para esta guerra que viene, que no por ser focalizada en una región, dejará de ser global, ya que hemos visto como en dos ocasiones anteriores, fuimos objeto de sendos atentados terroristas, si bien en aquella época con armas convencionales, hoy no esta exenta de sufrir nuevos ataques con esas armas convencionales, o inclusive con otras, más sofisticadas.»Si la Inteligencia Estratégica tiene como objeto, disipar la incertidumbre de las distintas hipótesis de conflicto, la Argentina debe plantearse como uno de sus objetivos estratégicos, la guerra antiterrorista, adhiriendo a la nueva doctrina internacional de la Legitima Defensa Preventiva».
Y con el objeto de la defensa estratégica, debe ejercer el derecho universal, reconocido especialmente por Juan Pablo II, en su Encíclica El Evangelio de la Vida (1995) de la LEGITIMA DEFENSA PREVENTIVA del Estado.
En referencia a ella y a modo de definición, por supuesto, en el carácter también de derecho natural, que tiene como antecedente, este instituto jurídico, el Santo Padre, a quien no puede discutírsele bajo ningún aspecto, su pensamiento ecuménico, la ha formulado como «el derecho a la existencia y la obligación de preservarla».
Su fundamento: la eliminación por anticipado de las amenazas de otros estados o grupos terroristas, cuando ponen en peligro la seguridad de la Nación, ya que ningún grupo puede proclamar bajo el pretexto de la autodeterminación de los pueblos, la destrucción de otro.
Comienza cuando se hace manifiesta la amenaza (acción) de agresión (producción, compra y almacenamiento de ADM).