Legitimación de capitales: ¿efecto perverso de la globalización?

Resumen

*Al hablar de dinero negro, sucio, lavado y blanqueo de dinero, legitimimaciòn de activos, o legitimación de capitales como se denomina jurídicamente en Venezuela es preciso hacer algunas precisiones previas. Se denomina así el dinero obtenido en actividades delictivas por el crimen organizado, ese dinero negro se lava o blanquea para inyectarlo al sistema económico global. En esta nota se analiza de manera general aspectos del problema y se procura identificar una óptica realista de los riesgos que representa.

Los cálculos realizados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), indican que anualmente se legitiman en el mundo más de 600 mil millones de dólares provenientes de la delincuencia organizada en todo el mundo, este dinero se lava utilizando el sistema bancario legal y otras empresas. Para hacerse una idea del enorme volumen de dinero legitimado se puede decir que es el equivalente a un tercio de las reservas en divisas de todos los bancos centrales mundiales, estos datos aportados por el FMI; Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), han revelado el aumento de la legitimación de capitales en el mundo.
La Organización de las Naciones Unidad (ONU), indicó que entre 350 millardos de dólares y 400 millardos de dólares corresponden al narcotráfico, buena parte de los millones de dólares legitimados se invierten en deuda pública y son inyectados al sistema económico mundial, este ingreso de grandes masas monetarias se hace de forma arriesgada, en productos especulativos y frágiles que buscan un rendimiento alto y rápido, es decir, la delincuencia a través de esta forma controla una parte muy importante de la deuda oficial y los sistemas financieros de países vulnerables. Lo que no se ha dicho aún por los economistas y analistas financieros fue que esa actividad especulativa influyó en forma importante en las crisis económico-financieras de los años ochenta y de los noventa en América Latina y del Sudeste asiático, apenas estamos superando los efectos Tango, Dragón, Tequila, Zamba y Vodka. El crimen organizado siguiendo el curso de la globalización y la liberalización, aprovechando la apertura de fronteras, la privatización, las zonas de libre comercio para la legitimación de capitales, llegando a constituir verdaderos “capitales golondrina”, Las fachadas suelen ser diversas, como es el depósito de pequeñas cantidades de dinero en bancos de cualquier país, “actividad de pitufos”, compra de propiedades, casas de juegos y de valores o mediante la instalación de negocios perfectamente en regla. El proceso básicamente consiste en ocultar el origen de los fondos, éste mecanismo una vez que logra insertar el dinero en el sistema financiero se convierte en una verdadera centrifuga que se retroalimenta indefinidamente. Por supuesto los países desarrollados, aplican estrictas medidas de control ofreciendo un margen de seguridad mayor y evitando el lavado de dinero, es por ello que las organizaciones delictivas tienden a buscar países con economías más débiles, encontrando los ambientes más propicios en Asia, África y América Latina. Según estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de los diez países más populares del mundo para el lavado de dinero a través del sistema bancario, nueve pertenecen a Latinoamérica y el Caribe, se trata de: Argentina, Colombia, Haití, Paraguay, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Guatemala y Honduras. En sentido inverso se encuentran Chile, Uruguay y El Salvador donde resulta más difícil legitimar capitales. Acerca de la utilización de los canales no bancarios el estudio arroja como resultado que siete países latinoamericanos se ubican entre los diez preferidos para lavar dinero, la lista la lidera Colombia, seguida por Haití, Argentina, Paraguay, Nicaragua, Guatemala y Bolivia. Una vez se coloca Chile y Uruguay como países controladores del problema.
El enjuague de dinero puede hacerse en cualquier parte del mundo, pero seleccionan los países “tierras grises”, donde no existe legislación o bien donde las leyes son débiles o los esfuerzos de los operadores de justicia no son lo suficientemente fuertes, donde no existan leyes de carácter extraterritorial y apropiadas para flexibilizar el secreto bancario y la responsabilidad penal corporativa.
El lavado de dinero tiene efectos perversos sobre la economía de los países donde se inyecta el dinero, porque evita la detección de actividades criminales, provee nuevos recursos a las actividades delictivas, distorsiona los mercados financieros especialmente los débiles, destruye la actividad económica real generando un capitalismo virtual.
Para el Dr. Pérez Castillo, director contra legitimación de capitales de la CONACUID de Venezuela, se hace necesario incrementar las campañas de divulgación sobre los efectos de la legitimación de capitales porque la gente no conoce este delito, ya que además de innovador cualquiera empresa puede estar involucrada sin saberlo, es importante que los sujetos obligados comiencen a cuidarse del “delito más inteligente que ha inventado el hombre“, por cuanto las innovaciones legales como la Ley Orgánica Contra La Delincuencia Organizada incorpora principios de territorialidad, nacionalidad, protección, universalidad, jurisdicción y tipifica el delito de legitimación de capitales, considerando a las personas de existencia ideal de carácter privado actores del delito de delincuencia organizada, atribuyéndoseles responsabilidad penal, tipifica las penas a ser aplicadas, la disolución o pérdida de la personería jurídica, multa, decomiso o confiscación patrimonial, inhabilitación, clausura temporal, pérdida de beneficios, subsidios o concesiones, la publicación de la sentencia condenatoria, así como la vigilancia judicial, por otra parte incorpora nuevas técnicas de investigación criminal, como la figura de los agentes de operaciones encubiertas, intervención de las comunicaciones, vigilancia de cuentas bancarias, entre otros.
Países como Venezuela han realizado significativos avances en contra de la legitimación de capitales, ha ratificado acuerdos internacionales como la Convención de las Naciones Unidas Contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas en Viena 1988, la Convención Americana contra la Delincuencia Organizada Transnacional, Palermo 2000, Convención para la Represión de la Financiación del Terrorismo, Nueva York y el Reglamento Modelo contra el Lavado de Dinero y Delitos Conexos de la CICAD-OEA, al igual que los acuerdos contra el narcotráfico de la I y II Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes y Tribunales Supremos de Justicia, por ello se puede afirmar el cumplimiento de los diversos compromisos internacionales adquiridos en acuerdos y convenios,
. Sin embargo queda entonces por aplicar internamente procedimientos que describan el qué, el quién, el cómo, el cuándo y el por qué, donde se propongan reglas de funcionamiento de la política, las providencias y normas legales para la implantación de eficientes sistemas de control de riesgo por los parte de los sujetos que tienen la obligación legal y el deber moral de establecer normas de cuidado, vigilancia y seguridad.
No hay que escatimar esfuerzos y recursos en la lucha contra el grave delito de legitimación de capitales, ya que en general representa un problema complejo y dinámico para la comunidad internacional. De la misma forma la naturaleza global de esta modalidad delictiva requiere pautas mundiales y cooperación mutua para su control.

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