En un mercado de250 millones de dólares anuales se ha convertido el segmento de venta demateriales y equipos de seguridad en Venezuela. Si usted es una de las tantaspersonas que está considerando invertir un dinero en este tema, le invitamos arevisar los cinco pilares que sustentan un plan de protección personal y quevan más allá de comprarse un arma.
Pilar #1: actitud preventiva
La actitudpreventiva se refiere a todos los esfuerzos que se hacen para desempeñarconductas seguras. Más allá de los tips deaquello que se debe evitar y lo que se debe hacer, ser capaz de mantenersealejado del peligro requiere asimilar los siguientes conceptos:
*La violencia esuna posibilidad: para muestra un ejemplo en los últimos diez años se haincrementado el robo de vehículos sobre el hurto (tradicionalmente era a lainversa), lo que indica que el delincuente está cada vez más dispuesto aenfrentar directamente a su víctima y por ende mucho más decidido a emplear laviolencia para conseguir su objetivo. En los últimos cuatro años los índices dehomicidios se incrementaron en 30% y los costos de la violencia en el PIB rondanlos 6 puntos.
Sin embargo, lamayoría de las personas mantiene aún la creencia de que “lo malo le pasa alotro”. Resulta paradójico encontrar que los estudios sobre perfiles psicológiosde víctimas reincidentes señalan esta forma de pensar como uno de los rasgos depersonalidad más comunes. Asimilar la idea de que todos estamos expuestos aestos escenarios es el primer paso para hacerse responsable por la propiaseguridad.
*Asumir laresponsabilidad de nuestra seguridad: la violencia es una interacción entre dospartes. Entender esta idea implica reconocer que en la mayoría de lasagresiones que sufrimos tenemos una cuota de responsabilidad. Fattah Ezzat,reconocido victimólogo, señala que por lo general colaboramos en este procesode tres formas: incitando al criminal a actuar, incitando a que nos elijan yfacilitándole la tarea.
De hecho, estostres factores dibujan lo que llamamos Mapa de Víctima: rasgos de nuestrapersonalidad que nos exponen a determinados tipos de agresiones.
*Desarrollar lapsicología de la supervivencia: Randy LaHaie, experto en defensa personal, serefiere a este concepto como la motivación individual a desarrollar destrezasen seguridad (estudio, entrenamiento, etc.), lo que influye en la autoestima ypor consiguiente en las barreras de protección emocional, manejo efectivo deescenarios de riesgo y la forma en que le decimos a nuestro agresor que somosfácilmente subyugables mediante el grado de autoconfianza proyectado.
*Comprender qué noshace elegibles: nadie agrede si no percibe probabilidad de éxito, lo que estádeterminado por tres factores genéricos: entorno adecuado, momento adecuado y víctimaadecuada.
Sobre este tema hayestudios que tratan de identificar los rasgos visibles que hacen a una personaseleccionable. Uno de los más interesantes es uno hecho en EE.UU. donde se lemuestra a un grupo de criminales presos una grabación de personas caminando porla calle en su día a día y se les pide que seleccionen aquellas que atacaríande tener la oportunidad. Los resultados sorprenden por la consistencia de lasselecciones hechas, lo que permite deducir que por una persona seleccionada,hay docenas que fueron descartadas por factores tan simples como la forma demoverse, postura, estado de alerta y seguridad proyectada. Elementos en los queel entrenamiento tiene poder de influencia comprobado.
*Manejo deinformación acertado: conocer los modos de actuar del delincuente y la manerade comportarse frente a ellos. Pero más allá de tratar de memorizar una listade consejos que puede superar el centenar, se trata de comprender losprincipios básicos que subyacen detrás de estos consejos, liberándose defórmulas mágicas y desarrollando la capacidad de entender y reconocer lastendencias de cada escenario de riesgo para poder prevenirlos.
Pilar #2: capacidad de anticipar
Nada hacemos conprevenir si no somos capaces de detectar situaciones de peligro. Parte deldesarrollo de la anticipación consiste en aprender reconocer las señales dealerta que emite el entorno.
No obstante, aunqueno existe una tipología física que describa a un agresor, la manera como secomporta tiende a tener patrones comunes que pueden identificarse. Paul Ekman yotros especialistas del lenguaje gestual y corporal han definido al menos 300posturas, expresiones y movimientos que expresan emocionalidad eintencionalidad, lo que ha permitido a expertos en el área de seguridad trazaralgunas tipologías clásicas de cómo se comporta el que piensa agredir. Otroexperto en el área de la predicción de la violencia, Gavin de Becker, hadesarrollado toda una ciencia para la detección de momentos de peligro.
Además de losmétodos que pueden aprenderse sin mucho esfuerzo, el éxito en la capacidad deanticipar es una mezcla de conocimiento, intuición, alerta (condición amarilla)y asertividad. Una vez más, nuestro “mapa de víctima” influye en laprobabilidad de éxito al tratar de detectar anticipadamente momentos de riesgo.
*Pilar #3: capacidad de gestionar el riesgo
La capacidad degestionar el riesgo refiere a qué tan efectivo somos para manejarnos una vezque estamos en escenarios de peligro. Es el resultado de qué tanto esfuerzohayamos hecho por sobrescribir nuestro “mapa de víctima”.
Saber manejarseefectivamente en escenarios de peligro requiere el desarrollo de variosconceptos y habilidades:
*Comprender ellenguaje de la violencia: la violencia interpersonal es quizás uno de loscomportamientos humanos más predecibles. Entender sus señales y saber cómoreaccionar frente a ellas permite anticipar a la agresión, tomar decisiones yretomar la iniciativa en momentos de desventaja estratégica.
*Manejo asertivo delas emociones: miedo y rabia son las dos emociones asociadas a momentos depeligro. Reconocer sus efectos y aprender a emplearlos en nuestro favorincrementa la probabilidad de salir con vida en una confrontación. Esto
sólo selogra mediante entrenamiento en situaciones que recrean la realidad.
*Tomar decisionesacertadas: es sumamente peligroso pensar que sólo existe una clase de respuesta(por lo general defenderse) para todos los momentos de peligro. Cada situaciónes única y requiere de respuestas acorde. A nuestro entender, el abanico derespuestas se puede clasificar en tres bloques: evadir, negociar o buscarsalidas no violentas y defenderse. Cuál es la más acertada dependerá de lascircunstancias y la naturaleza de la confrontación y la única manera de saberloes anticipándose al desenlace.
Pilar #4: desarrollo de destrezas y pensamiento táctico
Quizás el aspectoen el que se concentran los entrenamientos en defensa personal dejando a unlado todo lo mencionado anteriormente. Una vez más, de nada sirve aprender adefenderse si seguimos exponiéndonos a situaciones de peligro, somos incapacesde anticiparlo y mucho menos de tomar decisiones acertadas frente a él.
El desarrollo dedestrezas no contempla únicamente el aspecto combativo. La persona debeaprender cómo huir y resolver momentos de impacto (cuando comienza eenfrentamiento), cómo y hasta cuándo negociar para buscar alternativas no violentasy, obviamente, cómo defenderse dentro de los límites que dicta la ley.
Cómo defenderse nocontempla únicamente aprender a disparar, golpear o usar un objeto contundentesegún las habilidades y preferencias de la persona, que de hecho es la ofertabásica de cualquier entrenamiento. La defensa, al igual que la huída y lanegociación, no es únicamente un aspecto técnico (saber qué hacer y sobre todohacerlo en momentos de alto estrés) sino sobre todo táctico (saber cuándo ycómo) tomar y ejecutar la decisión adecuada.
En caso extremo, manual dedefensa personal escrito por Marcos Tarre Briceño y publicado por Monte AvilaEditores, dice algo sumamente interesante: usted puede tener el arma máspotente en sus manos, pero si no sabe usarla será igual a sostener un ramo deflores. Incluso sería mejor tener las flores. Así podrá ofrecerlas y tal vez el delincuente se apiade.
Pilar #5: Mantenery desarrollar lo aprendido
El 70% de lasdestrezas en seguridad que se aprenden tienden a olvidarse en un lapso de tresmeses si no se practican. Hacer un curso, comprar un arma o tomar alguna clasede defensa personal es sólo el primer paso para el que haya decidido hacersecargo de su propia seguridad.