OTAN para rato (10 al 17 de octubre 2003)

 

La Organización del Tratado del Atlántico Norte(OTAN) ha expandido el alcance de sus operaciones más allá de las fronteras queella misma se había impuesto desde la fecha de su nacimiento.

 

En marzo de 1948 cinco países europeos (Bélgica,Francia, Luxemburgo, Holanda y el Reino Unido) firmaron el llamado Acuerdo deBruselas, en respuesta a la creciente amenaza que representaba la consolidacióndel bloque soviético.  El artículo IVseñala que si alguna de las partes es objeto de un “ataque armado en Europa”las restantes le darían “toda la asistencia militar y de otro tipo en supoder”.

 

En abril de ese año, representantes militares de losestados miembros se reunieron en Londres para determinar las necesidades de armamentoante una eventual agresión de la esfera comunista.  A esa cumbre Estados Unidos y Canadá asistieron en calidad deobservadores.  En diciembre ambos paísesestaban firmando con los cinco europeos el tratado que le daba a laorganización su actual carácter transcontinental.  En 1949 otras naciones del Viejo Continente se adhirieron.

 

La OTAN nació como una estructura de ordeneminentemente defensivo, cuyos mecanismos se activarían en reacción auna incursión armada.  En la lista deobjetivos secundarios los estados integrantes se comprometían a promover la pazy la seguridad, expresar la determinación a resistir cualquier agresión yoperar sobre la base del principio de ayuda mutua.

 

El tratado tenía una vigencia de 50 años. Cuandofeneció, en 1998, la Guerra Fría había finalizado.  La organización permaneció, justificada por operaciones de“mantenimiento de la paz” como la desplegada en los Balcanes.

 

A partir de los ataques del 11 de septiembre de 2001, laalianza atlántica inició la reconsideración de sus objetivos. Tras la cumbre deMadrid, celebrada en junio de este año, el secretario general de la coaliciónGeorge Robertson declaró:  “No queremosser el policía mundial, pero tampoco limitarnos a Europa. Si se ataca el centrode Nueva York desde el centro de Afganistán, actuaremos en el centro deAfganistán”.

 

En esa misma reunión el funcionario indicó que elámbito de acción de las fuerzas militares de los países miembros seríadeterminado según lo impusiesen las circunstancias.  En otros términos, la Organización del Tratado del AtlánticoNorte no se limitaría a las coordenadas que impone su propio nombre.  Sus estados miembros, además, decidieron enla reunión de la capital española iniciar la preparación de una “fuerza derespuesta a las amenazas asimétricas”. Con ello la OTAN queda al borde mismo de la tesis del “ataquepreventivo” esgrimida por el presidente estadounidense George W. Bush parainiciar la incursión armada en Irak.

 

La expansión de las acciones de la OTAN ha sidoescasamente analizada en Latinoamérica. Esto resulta imperdonable si tomamos en cuenta que las razones aportadaspara el envío de tropas de esta coalición a lugares tan distantes como Irak oAfganistán podrían ser reproducidas en el caso de Colombia u otro país delárea, afectado por conflictos que puedan ser calificados como “amenazas a laseguridad” de alguno de los integrantes de la coalición.

 

La alianza atlántica tiene actualmente más de 4 mil700 soldados emplazados en Afganistán, donde asumió el liderazgo de la misióninternacional de paz.  Esa fue suprimera acción “extramuros”. Luego vino Irak, donde es probable que incrementesu presencia en virtud de las reticencias mostradas –con razón- por laOrganización de Naciones Unidas para asumir en el terreno las consecuencias deun conflicto declarado en forma unilateral por Estados Unidos y Gran Bretaña.

 

El jefe de la sección de Planificación de laDivisión de Operaciones de la OTAN, Diego Ruiz Palmer, recordó en un artículoque esa institución está “preparada para apoyar o encabezar operaciones yemplazar fuerzas donde quiera que la alianza decida”.  La acción de esta fuerza multinacional, explicó, podríaencaminarse dos nuevas vertientes:  1)al asumir el liderazgo de operaciones que no fueron iniciadas por la alianza, y2) al apoyar mediante la transferencia de conocimientos a operaciones que noson adelantadas por ninguno de los estados miembros.

 

Esto le abre a la OTAN un vasto campo de acción,eventualmente capaz de cubrir los vacíos que deje el Consejo de Seguridad de laONU.  Ruiz Palmer dejó en claro que elemplazamiento de las tropas de la coalición en Afganistán fue iniciado con laanuencia de la ONU.  Pero en Irak no fueasí.  Aunque Lord Robertson lo niegue,la OTAN podría transformarse en el brazo armado del policía mundial.

 

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