Reconstruyendo por un sueño
El titulo del artículo tiene que ver con el anhelo de los miles de compatriotas damnificados que a fuerza propia y con muy poco apoyo (ya que la ayuda para ellos ha sido a cuenta gotas), están tratando de salir adelante. El viernes 15 de agosto se cumplió un año del fuerte sismo que sacudió la costa del Perú y que destruyó parte de la zona Sur de la región central.
Fueron 7.9 grados en la escala de richter y con una particularidad, en cuanto a su larga duración, de más de dos minutos, estando allá visualmente es poco lo avanzado. En la ciudad de pisco se observan muchas familias agrupadas viviendo en carpas o casitas hechas de esteras, calaminas, palos y telas. Muchas zonas de pisco parecen una ciudad bombardeada, ollas comunes y demás carencias.
Lo primero como peruano, en nombre de los damnificados, tengo que dar las gracias por toda la ayuda internacional de la que fuimos objetos. En Pisco observamos mucho movimiento, algo inusual según los pobladores, sobre todo en los últimos días. Es cierto que algo se ha hecho y que ante desastres así siempre faltarán cosas, pero la reconstrucción apenas está empezando. Recorriendo las calles pude observar que los servicios básicos se vienen poco a poco regularizándose.
Observando in situ me pongo a pensar que lo que no se puede es jugar con las necesidades de los damnificados, hay más promesas que realidades en estas zonas afectadas, los reclamos no son pocos: un promedio de 1.500 familias siguen viviendo en carpas hasta hoy en día. Uno escucha cientos de historias pero percibe que todos tienen el mismo sueño: salir adelante.
Hay muchas construcciones que tienen que ser derribadas, pero por negativa de sus propios dueños o por algún trámite burocrático todavía no se hace, pero no todo está mal y a Chávez lo que es de Chávez. Hay que reconocer y agradecer lo hecho a 10 minutos de la plaza de armas de chincha por el Gobierno de Venezuela, es un oasis entre todo lo hecho, lo mejor que vi de lejos en cuanto a planificación y reconstrucción.
Me refiero al complejo Simón Bolívar, construido en 4 hectáreas. Son 100 casas hechas en dos meses y a un costo de 20.000 soles cada una. La empresa Petroquímica de Venezuela (Pequiven), está a cargo de todas las coordinaciones, casi todo el material fue traído directamente desde Venezuela y el financiamiento de todo este proyecto es de tres millones de dólares que indudablemente se ven.
El ingenio popular las denomina las petrocasas, el diseño del complejo es sorprendente, las viviendas están hechas de concreto revestidas por láminas derivadas del petróleo y la sal. Son casas de 180 mts, con 60 de construcción más jardines, con todas sus comodidades básicas. Sin duda, la felicidad de las familias que ganaron el sorteo para vivir allí es indescriptible y contagiante, un verdadero ejemplo de lo que se tiene y como se tiene que hacer.
Son muchas las instituciones a nivel internacional que nos ayudan, tal es el caso del conocido equipo de fútbol Español Real Madrid, quien está financiando de manera silenciosa la reparación y construcción de colegios en las zonas afectadas. Construir complejos como el Simón Bolívar indudablemente que son costos bastante altos para los presupuestos que se manejan, pero la inversión hasta la fecha tampoco es que sea poca cosa.
En todo caso, lo hecho es un buen modelo a seguir, hay cientos de familias en muchas zonas de Pisco, Chincha, Cañete o ICA, así como otras zonas alejadas, que están viviendo en terrenos que son privados y no tienen ni servicios básicos. A muchos no les llegó el bono del Estado. Como conclusión final de la visita que efectué, la tan ansiada reconstrucción está marchando a paso lento, hay algunas irregularidades que se tendrán que investigar, y no se puede detener el apoyo a toda esa gente que hoy nos necesita.
El Gobierno señala que la reconstrucción en el Sur está avanzada en un 40%, pero in situ parece una cifra mucho menor. La comisaría funciona al aire libre en la plaza de la ciudad de Chincha, en el penal de Tambo de Mora que quedó destruido se fugaron 680 internos, 22 regresaron a las pocas horas, 242 regresaron en los tres meses siguientes y, según información, un promedio de 170 fueron capturados, lo que no se sabe hasta la fecha es oficialmente cuántos faltan capturar y cuál es su peligrosidad.
Finalmente, espero que ya estén superadas las respuestas de las comunicaciones que colapsaron en caso de crisis. Luego del terremoto surgió una gran incertidumbre y angustia ya que nadie contó durante varias horas con teléfonos de servicio fijo o celulares. Todos los peruanos debemos ser concientes que vivimos en una zona de alto riesgo sismológico y debemos conocer respuestas adecuadas de prevención, será muy difícil borrar de nuestras mentes el fuerte ruido y remezón que empezó a las 18.41 horas local (23.41 GMT) de aquel fatídico 15 de agosto del año 2007.