Reflexiones, en medio de la crisis

Reflexiones, en medio de la crisis
La tecnología avanza en forma incontrolable y para muchos de nosotros, aun es inentendible. Las cuestiones que parecían imposibles de resolver hace un par de años, ahora, con una simple aplicación informática y en segundos se nos presenta la solución de manera simple y a veces, gratis .
Pero hablar de tecnología y explicitar sus alcances, no sólo debemos tener los profundos conocimientos científicos que ella abarca; hay que tener, además, la suficiente destreza intelectual para volcar en palabras todo ese andamio de redes, vocablos y neologísmos que (repito) todavía nos parecen de otra galaxia.
Las nuevas tecnologías de la información, que la Lic Marisa Elisabeh Avogadro analiza y describe con la simplicidad de un breve relato (www.lacoctelera.com/marisa.avogadro) hoy son de imprescindible utilización en nuestra actividad específica: la Seguridad.
Pero el objeto de las presentes Reflexiones, si bien no son ajenas de la tecnología, tienen que ver con la actual coyuntura y lo peor que de ella se está asomando: el descrédito.
La seguridad, circula por una autopista, en la cual el delito viene a contramano, a desafiante velocidad y sin importarle nada. Apoyada y sostenida por una inumerable cantidad de factores sociales, políticos y su correlato en lo económico. Para enfrentar al delito, además de una política muy específica hay que contar con elementos humanos altamente motivados.
No es fácil en absoluto, en este momento de crisis, hacer un alto para llegar a las conclusiones que hace años venimos escuchando: falta de oportunidades, de contención, debilitamiento del aparato del Estado, desorganización, burocracia, corrupción, compra de voluntades.
El descrédito, que las Instituciones básicas del Estado vienen sufriendo a paso acelerado, no se había observado en determinadas actividades a cargo de los particulares, como es la Seguridad Privada.
El descrédito se alimenta de:
– La carencia de personal apto para esta especial actividad.
– La falta de motivación
– El rudimentario nivel de capacitación
– Los salarios del personal
– La dificil ubicación de mandos medios
– La desleal competencia del mercado
– La venta fraudulenta de servicios, imposibles de ser prestados, a los costos presupuestados.
El listado puede seguir con:
– Personal agotado, mal predispuesto, supersivado esporádicamente, carente de conocimientos un poco más avanzados que los cursos básicos, con domicilios extremadamente distantes al lugar de prestación de servicios, equipados en forma precaria e insegura…
– Vehículos de custodia que no resisten la más superficial revisión técnica
– Equipos de telefonía obsoletos
– Puestos de trabajo insalubres
En varios artículos describimos el por qué de toda esta situación (www.info-resumendeseguridad.blogspot.com , Búsqueda y Selección de Personal de Seguridad, Contener y ser contenido, Un Jefe de Operaciones) y también ofrecimos, en parte, la solución: un rigurosa selección por parte de una persona capacitada en la tarea y que esta función no sea delegada en un Agente de Seguridad que está con parte de enfermo, o un Supervisor, más preocupado en la cobertura de los Objetivos que en los antecedentes del postulante.
Pocas Empresas de Seguridad invierten dinero en Seleccionar a su personal; muy pocas realizan una Entrevista personalizada, Estudios Prelaborales, Revisación Médica, Test Psicológico y muchísimas menos una «Inspección de Visu» ( observar su postura física, sus modales, expresiones faciales y aparente aptitud para la tarea).
En muy pocas, el Jefe de Operaciones tiene la palabra final en el proceso de incorporación. Las pocas que así lo hacen son las que menos rotación tienen y sus mandos medios (Jefes de Servicio, Coordinadores, Auxiliares de Operaciones, etc) provienen, en general, de su cuadro de Agentes.
El descrédito de una Empresa de Seguridad es imposible de ser revertido por más antiguedad que tenga en la prestación de servicios en el mismo Objetivo.
La confiabilidad, en cambio, tarda mucho tiempo es ser construida. Tiempo e inversión de dinero: entrevistas frecuentes con los recurrentes para detectar los problemas; fiscalización por parte del Jefe de Operaciones, visitas del Auditor (siempre frio e indepediente en sus juicios y observaciones). La Mejora Contínua, en este proceso, pasa de ser una mera expresión de deseos a una realidad.
Para finalizar estas Reflexiones, es bueno recordar algunos artículos del Prof Edgardo Frigo (www.forodeseguridad.com) en lo referente a Venta de Servicios de Seguridad: nunca, jamás, ofrecer prestaciones de dificil cumplimiento; las recomendaciones de la Asociación Argentina de Seguridad Privada y de las Cámaras Empresarias del sector: no elegir a la Empresa prestadora de servicios por su baja cotización.
Y algo que los Responsables de Seguridad deberían haberse preguntando en algún momento:
– La Seguridad: es un gasto o una inversión ?
– Si la respuesta corresponde a la primera,… mejor, que busque otro empleo.

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