Riesgo/Ciudad (18 al 24 de febrero de 2008)

Riesgo/Ciudad
En cuanto a la palabra riesgo/país, que normalmente es manejada para factores económicos, deberíamos más bien referirnos al riesgo/ciudad para abordar el tema de seguridad ciudadana. Tanto la violencia como la delincuencia, son factores que frenan el desarrollo de una ciudad y de un país, en general.
El concepto de riesgo/ciudad significa proponer una respuesta de cada distrito, desde los gobiernos locales, que en el papel son los que deberían conocer la problemática de sus zonas. Hoy vivimos en verdaderos conglomerados urbanos donde factores como el peligroso tránsito vehicular, el comercio informal, la polución y los diversos delitos que se dan a diario, demuestran un evidente problema de convivencia urbana.
Estamos llenos de contradicciones, casi todas las principales ciudades de Latinoamérica están rodeadas de extrema pobreza, y son llamadas de diversas maneras: pueblos jóvenes, villas miserias, colonias populares, callampas, arenales, asentamientos humanos o favelas, donde no cuentan con los mínimos servicios básicos.
La presencia de una exclusión social salta a la vista, hay un marcado desequilibrio en los niveles de vida de sus habitantes. Ante ello, debemos comprender que la inversión social es un factor fundamental para ir sentando las bases de trabajar las causas del delito que son multifactoriales.
¿Quién duda de que la inseguridad ciudadana es hoy unos de los principales fenómenos que enfrentan las ciudades? Hace ya muchos años que las sociedades en Latinoamérica viven no sólo encerradas entre rejas, alarmas, vigilantes, armas, además de convivir con sus propios miedos y temores. Llegó el momento en que la sociedad entienda que mas allá de las respuestas del Estado, las comunidades tienen que adaptar tres palabras en su seguridad: organización, colaboración y solidaridad.
Por su parte, las instituciones de seguridad ciudadana tienen que realizar acciones preventivas, disuasivas y de control, deben contar con los recursos apropiados para solucionar los problemas cotidianos de seguridad. En mi opinión, debemos cambiar de estrategias, de las respuestas tradicionales que han dado pocos resultados, debemos esforzarnos en la prevención social, actuando sobre las condiciones que dan pie para que ocurran los hechos delictivos, trabajar sobre las circunstancias que pueden llevar a las personas a delinquir: violencia intra familiar, exclusión social, consumo de alcohol y drogas, el portar armas, entre otros.
Para ello, se deberá establecer un control jurisdiccional más pequeño por parte de la policía y con un apoyo total de los vecinos de esas zonas. La respuesta tiene que ser integral, no sólo policial, sino también política y económica.
César Ortiz Anderson
Colaborador de Segured.com

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