Seguridad en hospitales

Según indica la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU, la industria de la asistencia sanitaria es una de las más grandes del país; y se pronostica que en los próximos años, generará más puestos de trabajo que cualquier otro sector. Siete de las veinte ocupaciones con mayor crecimiento están relacionadas con la salud. Este explosivo crecimiento del área requerirá prestar atención especial a la seguridad en hospitales, para poder brindar los cuidados específicos que necesitan los centros médicos en la actualidad.

Es muy probable que un centro médico típico comparta muchos de los problemas de inseguridad que enfrenta una ciudad pequeña: transporte, estacionamiento, control de multitudes, robos y violencia. Se debe mantener un ambiente seguro en los centros médicos para proteger a su población, que incluye: médicos, enfermeras, demás empleados y cientos de miles de pacientes y visitantes que entran y salen a diario del lugar.

Toda esa gente -algunos de ellos muy estresados- puede crear situaciones volátiles. El gobierno federal ha informado que el personal de un hospital tiene cuatro veces más posibilidades de ser asaltado que los empleados de otros sectores privados. Este ambiente de gran presión, la concentración de diversos grupos de personas y la abundancia de bienes muy caros presentan un gran desafío al personal de seguridad, encargado de brindar un ambiente seguro a los propietarios, empleados y otros.

COMENZAR POR EL PERÍMETRO

Una buena manera de crear un plan de seguridad eficaz es comenzando por el perímetro exterior. La mayor parte de la gente recibe su primera impresión del hospital o centro médico en cuanto llega al estacionamiento. Casi todos los centros tienen un estacionamiento al aire libre, un garage cubierto y áreas reservadas para los doctores, empleados y vehículos de emergencia. Los métodos de baja tecnología, como el diseño ambiental para la prevención del delito, pueden reducirse a algo tan simple como la poda del follaje, para que no obstruya la visual de los guardias de seguridad en las áreas de estacionamiento. Y resulta de vital importancia colocar luminarias potentes, porque los hospitales tienen actividad día y noche.

La vídeovigilancia también desempeña un rol especial. Se deben colocar las cámaras estratégicamente en todo el estacionamiento y en cantidad suficiente, ya que hay muchos lugares donde puede esconderse el potencial delincuente a la espera de una víctima y así evitar ser detectado mientras aguarda el momento propicio para delinquir. El personal de seguridad brinda una vídeoescolta a través de las cámaras a los empleados del hospital que entran y salen durante el turno noche, relevando a los guardias de esta tarea tan importante, pero que demanda mucho tiempo.

La vídeovigilancia también permite revisar las cintas que registraron incidentes, como por ejemplo, cuando alguien denuncia que se cayó o que su vehículo sufrió algún daño mientras estaba en el estacionamiento.

Las cabinas de comunicación pueden resultar un gran complemento para la vídeovigilancia. Se las debe colocar en sitios prominentes, fáciles de encontrar, diseminados por todas las áreas de los estacionamientos, para que la gente- ya sea un visitante o un empleado – pueda pedir ayuda en caso de peligro o de emergencia médica. Las tecnologías inalámbrica y celular contribuyen a dar flexibilidad a dichas cabinas, permitiendo ubicarlas prácticamente en cualquier lugar del predio hospitalario. Algunas cabinas pueden incluso abastecerse de energía solar, lo que reduce los costos y aumenta aun más su autosuficiencia ; y si se le agregan cámaras, se puede hacer converger en un mismo centro las comunicaciones y la vídeovigilancia.

Para contrarrestar cualquier objeción por invasión de la privacidad, y también como efecto disuasorio, deben colocarse muchos carteles que adviertan tanto a visitantes como a potenciales delincuentes, que están siendo filmados. Además, las nuevas tecnologías de avanzada, como el software de análisis inteligente de vídeo, monitorean la información de forma automática y alertan a los guardias de seguridad sobre situaciones predeterminadas, como por ejemplo: un vehículo que está bloqueando la zona de ambulancias o mal estacionado; tránsito peligroso; personas merodeando o en actitud sospechosa o paquetes sospechosos abandonados en el lugar.

Todas las entradas perimetrales del hospital deben tener cámaras de seguridad y también deben colocarse a la vista monitores del lado interno de cada acceso, para que la gente sepa que estará bajo vigilancia en todo momento. Esto será un elemento disuasorio para quien planee cometer algún ilícito y una garantía de seguridad para quienes se entregan al cuidado del hospital.

LA SALA DE EMERGENCIAS

Las salas de emergencias pueden presentar el mayor desafío a la seguridad. El peligro reside en que casi nunca cierran y en que a ellas acuden muchas personas enfermas o heridas. La violencia de las pandillas que comienza en las calles, muchas veces se traslada a la sala de emergencias, adonde llegan los pandilleros para su curación. Es imprescindible contar con cámaras de monitoreo en los accesos, salas de espera y sectores de atención médica.

Muchos hospitales modernos han diseñado su sala de emergencias incluyendo un puesto de seguridad, con un guardia permanente que controle el acceso. Antes, muchos puestos de seguridad estaban ubicados en áreas más recónditas del hospital; pero si el personal de seguridad está más cerca de la acción, se pueden resolver los problemas ni bien surgen.

No se debe permitir que pase nadie de la sala de espera al área de atención médica sin registrarse primero con la recepcionista, quien abrirá electrónicamente las puertas entre ambas secciones. Es una buena idea separar las áreas de espera y de atención médica con vidrios blindados ; y si se puede, el personal no médico debe ser escoltado hasta allí.

Obviamente, los médicos y paramédicos que acompañan a pacientes enfermos o heridos de emergencia, deberán tener acceso inmediato y en lo posible, una puerta de acceso separada.
Quienes deben acceder a la sala de emergencias regularmente pueden tener un tarjeta de acceso para acelerar el trámite sin resignar un estricto control.

LA FARMACIA

La farmacia es otra sección del hospital que requiere un alto grado de seguridad y exige mucha responsabilidad. Por almacenar una gran reserva de valiosos medicamentos – que cotizan muy alto en las calles – las farmacias y sus inventarios pueden convertirse en blancos de manipulación y robo. La farmacia debe mantener un delicado equilibrio entre el acceso fácil y flexible y un estricto control sobre quienes tienen permitido el acceso los medicamentos. Hay que tratar de reducir a un mínimo el número de permisos y controlar a los empleados autorizados con un lector de tarjetas.

El sistema de control de acceso deja registrado quién entró a la farmacia y cuándo, para una posterior auditoría. También es imprescindible la video vigilancia para desalentar el abuso de los recursos farmacológicos. Las cámaras deben monitorear las áreas de trabajo y los accesos. Además de la tecnología estándar de seguridad, hay aplicaciones de avanzada para administrar el inventario, no solo para restringir el acceso a ciertas sustancias sino para llevar la cuenta del número de pacientes y sus historias clínicas.

Otras zonas críticas que requieren vídeo vigilancia son los sectores de los ascensores, salas de espera, pasillos de áreas públicas, enfermerías de cada piso y los accesos a las salas de cirugía y el área neonatología. Todos los vídeos deben ser transmitidos a un centro de seguridad, donde se los grabará con fines de investigación. Siempre debe haber alguien presente que pueda responder con rapidez a cualquier situación de alarma que surja. Por ejemplo, durante una crisis, un guardia puede monitorear un vídeo en directo y dar directivas a sus colegas y fuerzas policiales sin moverse del lugar.

PROTECCIÓN DE LA INFORMACIÓN CONFIDENCIAL DEL PACIENTE

Muchas normas y leyes estatales y nacionales exigen la adecuada protección de la información confidencial del paciente. Los centros de datos y expedientes deben protegerse como las farmacias: con autorizaciones limitadas, control de acceso y cámaras que vigilen quién viene y va. Existen muchas iniciativas regulatorias y tecnológicas para convertir la información impresa de cada paciente en una base de datos, tornando también indispensable la convergencia de la seguridad física y la lógica (la data y la red). Así, el antiguo cuarto de expedientes se convertirá en la central de computación o computadora portátil del futuro, facilitando el acceso a la información inmediata y aunando los esfuerzos del personal de seguridad y de TI para proteger eficazmente las historias clínicas.

CONTROL DE ACCESO INTEGRADO

Se otorgará a todos los empleados, doctores y contratistas de largo plazo una tarjeta de acceso, que servirá también como credencial de identificación con foto y que deberán exhibir en todo momento. Para optimizar la administración y el control, además de los usos ya mencionados en la farmacia y los cuartos de expedientes, también se puede desarrollar un sistema de control de acceso a todas las instalaciones. Cada usuario deberá tener autorizaciones acordes con las exigencias del trabajo que desempeña . Por ejemplo, los doctores estarán autorizados a acceder a las áreas de cirugía , de atención médica y de los ascensores ; pero el personal de mantenimiento no podrá acceder al centro de informática. El sistema deberá codificarse por ubicación individual, por día y turno, según el tipo de trabajo, habilitación al día, etc. Y además, pude servir para fichar los horarios de entrada y salida del trabajo, permitir el acceso al estacionamiento y otras funciones lógicas como iniciar una sesión de la computadora.

Un sistema de control altamente integrado puede ayudar a rastrear los movimientos de los empleados u otro personal médico. Por ejemplo, en una emergencia, resultará muy útil saber si un doctor ya se encuentra en el establecimiento y en qué sector está trabajando .Los sistemas de identificación por radio-frecuencia (RFID) también sirven para monitorear a los pacientes en circulación, a los niños y los equipos portátiles.

Las historias de niños robados de las salas de neonatología suelen tener cobertura nacional en los medios; y éste es, precisamente, el tipo de publicidad que ningún hospital desea. Se puede abrochar al tobillo de un niño un brazalete de seguridad (tag RFID), que hará sonar las alarmas de las áreas de neonatología y maternidad -por medio de lectores colocados en el perímetro- si alguna persona no autorizada intenta llevarse al niño. También sonará la alarma si alguien intenta remover dicho precinto de seguridad.

El mismo sistema de brazalete y lector de seguridad resultará útil en geriátricos o en áreas de enfermedades mentales, donde los pacientes pueden intentar escapar de las zonas restringidas y ponerse en situaciones de peligro.

RASTREO DE LOS EQUIPOS

Se puede utilizar un sistema de RFID similar para rastrear los carísimos equipos por todo el hospital. Los equipos de rayos X y los carros (de piso, de paro) pueden transportarse de sala en sala o de un piso a otro; y será posible localizarlos en cuanto se los necesite, si se les coloca una etiqueta de seguridad y se instalan lectores en todos los accesos. Desde el punto de vista empresarial, el manejo adecuado de los bienes permite localizar los equipos dónde y cuándo se los necesita para la mejor atención del paciente, sin demoras innecesarias y sin tener que inventariar en exceso.
Todavía resulta muy caro tener un sistema de identificación de radio frecuencia (RFID) para rastrear la localización de los bienes, pero los costos de la tecnología están bajando, y esto permitirá que en el futuro, los hospitales comiencen a usarlos.

EVALUACIÓN DE RIESGOS PERMANENTE

Al igual que cualquier otro tipo de establecimiento, un hospital o centro médico necesita una evaluación de riesgos permanente, para asegurarse de que su programa de seguridad esté a la altura de los desafíos que deba enfrentar. Un integrador de sistemas experimentado podrá ayudar con dicha evaluación, sopesando las necesidades específicas del establecimiento con la tecnología confiable que ofrecen los fabricantes más respetados de la industria. Los sistemas altamente integrados permiten la expansión modular, a medida que el mercado ofrece nuevas aplicaciones. Además, una interfase de un solo operador a cargo de múltiples subsistemas – control de accesos, alarmas, CCTV, intercomunicadores, etc. – ayuda a reducir en número de guardias y los costos de operación, mientras que optimiza la celeridad de respuesta ante cualquier incidente de seguridad.

Cada vez que se construyan nuevas instalaciones – un estacionamiento, oficinas o una sala de maternidad, por ejemplo – es importante que se tome en cuenta la seguridad desde la primera etapa de la planificación. Siempre resulta más fácil y más barato extender cables durante la construcción que someter a pacientes y empleados a los estragos de una reforma posterior.

Los hospitales y centros médicos corren riesgos de seguridad superiores a los de cualquier otro emprendimiento. Estos establecimientos enormes, casi como una ciudad, deben integrar sus controles de acceso y de vídeo vigilancia con las nuevas tecnologías y con soluciones de baja tecnología, para mantener a salvo a empleados, visitantes y algunos de los miembros más vulnerables de la comunidad. Es un gran desafío que exige una correcta planificación e implementación; y la valiosísima experiencia de un integrador de sistemas calificado puede ayudar a obtener resultados exitosos.

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