Seguridad para el adulto mayor
Para empezar, la tercera edad no está normada en nuestra sociedad con un número exacto de años. Vemos cómo la prensa publica «anciano de 60 años muere atropellado». Obviamente, una persona a los 60 años todavía está entera; entonces hablemos del adulto mayor. Este factor varía de acuerdo al país y realidad, donde en la mayoría de los cambios físicos son notorios y sus reflejos lentos.
Indudablemente, las personas de edad avanzada están más propensas a sufrir accidentes o ser víctimas de algún tipo de delitos, sobre todo en nuestra actual sociedad donde existe una evidente carencia de principios, valores y ética; ellos se encuentran más que desprotegidos.
Muy poco hablamos de los cuidados y seguridad que deben tener estas personas, sin embargo, debemos tomar en cuenta que el segmento de los adultos mayores viene creciendo de forma sostenida durante las dos últimas décadas y, sin duda, los adelantos en medicina y calidad de vida harán que la cifra continué creciendo, por ello es importante trabajar para que su calidad de vida sea cada día mejor.
Nunca debemos olvidar que la experiencia de vida es un factor importante en las personas, respetemos a los de edad avanzada ya que ellos son un libro lleno de experiencias.
A continuación detallamos algunos consejos generales para su seguridad:
a. Es preciso que tengan reserva en sus charlas cotidianas, la sociedad y el aislamiento los hace propensos a conversar con extraños y a realizar confesiones que a nadie le interesa, salvo a quienes esperan aprovecharse de un indefenso.
b. Si no puede leer con claridad o distinguir bien un billete, es mejor no consultar con desconocidos «¿Me lee?» o «¿Me explica esta circular?», son una tentación para el engaño y el timo.
c. No salga a la calle con objetos de valor que llamen la atención, avisar siempre a donde van.
d. Porte sus documentos personales debidamente protegidos ante cualquier emergencia; así como los números de familiares a quienes avisar.
e. Lleve siempre sus medicinas.
f. No salga de noche y menos aún solo.
g. Evite realizar esfuerzos físicos innecesarios sobre todo si no está acostumbrado.
h. No se ponga en posición de víctima, si tiene dudas por ejemplo en el banco, pregunte a los empleados con actitud firme, y solo para que le den una aclaración.
i. Nunca revele datos personales, nadie tiene que saber cuál es su situación económica, si vive solo o acompañado.
j. Salvo a personas de suma confianza no tiene por qué contar que no tiene familla o que es dueño de algún bien, «al curioso hay que decirle poco, y ese poco, mentira» dice el dicho.
k. No lleve desconocidos a su casa, ni mujeres que le juren amor eterno, disfrute pero mantenga un criterio de realidad y reserva.
l. La familia de los ancianos internados en centros hospitalarios deben estar alerta sobre estafadores profesionales que merodean por los hospitales, realizan visitas «caritativas o voluntarias» para averiguar acerca del núcleo familiar, bienes y posibilidades de arrancarles poderes para administrar sus posesiones, despojarlos de su dinero o sacarle información.
m. A veces los delincuentes también involucran a toda la familia en la estafa, presentándose en la casa con pedidos de dinero para medicamentos, análisis, etc. Si los parientes se desentienden del anciano y delegan en cualquiera su responsabilidad de cuidarlo es más fácil que el fraude se concrete.
n. También hay especialistas en recorrer distritos y detectar ancianos de buena posición, pasan el dato a la banda, que puede optar por una estafa, un robo o alguna otra forma de delito.
o. Solos o viviendo en familia, los ancianos son bastante ingenuos a la hora de creer en engaños, como billetes de lotería premiados, o acceder a encuestas y reportajes. Por teléfono suelen dar información sobre sus hijos a supuestas amistades que nunca existieron. Los ancianos se comportan muchas veces como niños.
p. Si es víctima de violencia familiar por parte de algún pariente que «hace la gentileza de tenerlo en su casa» , pida ayuda a cualquiera de las líneas telefónicas que se ocupan de violencia doméstica o haga la denuncia a la policía. Vivir en un lugar donde lo castigan no es ningún favor.
q. Si es jubilado, trate de no ir solo a cobrar, insista a alguno de sus familiares para que lo acompañe, ese dinero que puede parecer poco para algunos, es muy importante para quien lo cobra.
r. Guarde el dinero en bolsillos interiores del saco, asegúrelos con botones, para dificultar el robo, hay merodeadores expertos en despojar a jubilados de su pensión en el día de cobro porque son un blanco fácil y seguro.
s. Por ninguna razón admita que le quiten el saco donde lleva la pensión con alguna excusa así se haya derramado un tarro de pintura encima.
t. No caiga fácilmente en el error de la codicia, que lo lleve a acceder a compartir lo encontrado, como un fajo de billetes o una billetera supuestamente extraviada. Este método consiste en un fajo compuesto por dos billetes verdaderos y por dentro recortes de diario, luego de la primera sorpresa al descubrir un engaño viene una peor, su dinero recién cobrado en el banco habrá desaparecido.
u. Si pertenece a determinado gremio y acostumbra encontrarse en la cola con colegas, póngase de acuerdo para salir todos juntos y viajar en el auto de un familiar o tomar juntos algún transporte público.
Finalmente, es importante el brindar apoyo a las personas de edad avanzada. No olvidemos el refrán ¨no le hagamos a otros, lo que no queremos que nos hagan a nosotros¨. Tratemos de dar el máximo de nuestro respeto y cariño a los ancianos.