Seguridad postal

El ántrax no es nuevo: es conocido en su forma natural desde hace siglos, y temido por sucapacidad de infectar la sangre de animales y seres humanos hasta causarles lamuerte.  Pero durante la segunda post guerratanto Estados Unidos como la extinta Unión Soviética fueron capaces deindividualizar la bacteria y lograron almacenarla con fines bélicos.  Saddam Hussein supuestamente la utilizó ensu conflicto interno contra la minoría étnica kurda de Irak.  Al ser manipulada como armamento, afecta alser humano si entra en contacto con su piel o con sus vías respiratorias.

Durante los últimos dos meses se ha hablado sobre laposibilidad de que la bacteria llegue a nuestros hogares u oficinas.  Un factor común se presenta en la mayoría delos casos reportados por la prensa:  lossobres han sido enviados a través del servicio postal.

Esta situación ha planteado serios cuestionamientos a laprivacidad de las comunicaciones, uno de los valores más importantes de la culturaoccidental.  Es lo que permite a loscomponentes de una sociedad relacionarse sin la interferencia o el control deterceros, especialmente del Estado.  Lalimitación a este derecho ha sido propuesta ante el Congreso estadounidense conmotivo de la cruzada antiterrorista.

En los servicios postales de los países generalmente se dauna curiosa convivencia de iniciativas privadas –a menudo de alcancetransnacional- con empresas públicas. Para evitar disparidades y anarquía se ha intentado cierta homogeneizaciónde normas y procedimientos, a través de organismos multilaterales como la UniónPostal Universal, una dependencia de la Organización de Naciones Unidas queaglutina a 189 países.

Luego de condenar las arremetidas terroristas deseptiembre, fue emitida una resolución de la UPU para exhortar a todas lasnaciones a tomar “todas las medidas apropiadas para asegurar que la red mundialpostal no sea usada por elementos criminales para el transporte de sustanciasbiológicas, bombas y otros elementos peligrosos”.

Visto así, el texto no es más que un canto a la bandera,un pronunciamiento que se adapta a las circunstancias políticas imperantes,pero que poco o nada le dice a los servicios postales de cada país sobre quéhacer en términos concretos para impedir la circulación de armas químicas obiológicas.

Hasta el momento, los servicios postales habían adaptadosus dispositivos internos de vigilancia a los requerimientos de la Guerracontra las Drogas, teniendo siempre en cuenta que la privacidad de las comunicacionesconstituye un principio sagrado.

Esto se ha traducido generalmente en la aplicación demecanismos de vigilancia “no intrusiva” a los sobres y encomiendas:  aparatos de rayos X y Gamma, perrosespecialmente entrenados y, por supuesto, el olfato policial de losfuncionarios postales hacen la combinación ideal para ponerle una barrera a lacirculación de drogas prohibidas.  ¿Seráésta la misma “alquimia” necesaria para impedir la llegada del ántrax anuestros hogares y oficinas?  Lascaracterísticas de la sustancia obligan a tener mesura en cuanto al contactocon humanos o animales.

Nuestra seguridad reposa, por lo tanto, en el factortecnológico, con frecuencia ausente en los servicios postales de los países nodesarrollados.  Y, por supuesto, en laprudencia del destinatario al manipular su correspondencia.  Querámoslo o no, el terror llegó a nosotros.

 

 

*Definición de seguridad postal suministrada por elMercado Común del Sur (MERCOSUR)

*Link con Correos y Telégrafos de España, Centro deDocumentación y Transporte de las Comunicaciones.  Se encontrará documentación relacionada con el tema.

*Resolución de la Unión Postal Universal, emitida tras losataques terroristas de septiembre contra Nueva York, Washington y Pennsilvania.El texto está en inglés.

*Comunicado de la Unión Postal Universal e INTERPOL,previo al 11 de septiembre, sobre las áreas de trabajo conjunto para impedir laejecución de actividades criminales a través del correo.  Nótese que no figura ninguna mención alterrorismo.  El texto está en inglés.

*Información sobre el Grupo de Acción para la SeguridadPostal, emitida por la UPU antes del 11 de septiembre.  No contiene menciones al terrorismo.  El texto está en inglés.

Lea sobre el estado de salud de dos funcinarios postalesde EEUU, afectados por la inhalación del ántrax.  El texto está en inglés.

3 billones de dólares el costo directo estimado por elServicio Postal de EEUU de las pérdidas derivadas del ataque terrorista del 11de septiembre.  Esto incluye lamodificación de procedimientos de seguridad. El texto está en inglés.

Consejos de la Fuerza de Tarea para la Seguridad en elCorreo de EEUU.  El texto está eninglés.

Postal con los consejos para que los usuarios puedandetectar un correo sospechoso.  El textoestá en inglés y requiere del programa Acrobat Reader.

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