Servicios de inteligencia y sectores económicos

Las sociedades industrializadas han expandido sus actividades mediante el uso de análisis de mercado, lo cual a nivel de comercio internacional involucra el conocimiento de información “sensible”, sobre los países foráneos, abarcando no sólo a los países con los cuales se realiza el intercambio comercial. El Estado con su estructura coordinadora comercial ha fomentado junto con los sectores económicos la búsqueda y expansión de los mercados para la industria y comercio nacional. Desde sus orígenes, los organismos de inteligencia han trabajado en la evaluación de esos factores geopolíticos y su incidencia en las áreas de estabilidad política y defensa nacional. La capacidad gubernamental en la recolección y clasificación de información, es mucho mayor que la disponible en el sector económico privado.
No se concibe el aislamiento entre los sectores económicos y gubernamentales en materia de interese nacionales, por lo tanto debería haber una reciprocidad de información. La búsqueda de información en el escenario económico ha llegado a ser una de las tareas de más importancia para los organismos de inteligencia. La inclusión de nuevos campos económicos, financieros e industriales en las obligaciones de los servicios de inteligencia, exige la formación de grupos multidisciplinarios y el análisis de información con entornos cada vez más amplios a medida que aumenta la interrelación económica internacional.
A diferencia de la información manejada tradicionalmente por estos organismos, de interés exclusivo para las estructuras gubernamentales, la nueva información es también de gran valor internacional y objeto de fuerte demanda.
La dilución de las fronteras plantea un nuevo ámbito ético y debilita el compromiso de conciencia nacionalista, característico de la tradicional concepción de Seguridad de Estado. También se plantea reforzar el marco legal para tipificar nuevos delitos.
Las políticas con un compromiso que involucre a los sectores económicos determinan los alcances en materia de inteligencia económica para cualquier Estado. Venezuela se encuentra en una coyuntura que necesita una activación coordinada, entre el Estado y los sectores económicos, sobre todo en lo referente a las áreas de influencia geopolítica. Este es vital para la seguridad del Estado. Las grandes inversiones, “los garimpeiros”, el narcotráfico y los procesos de integración regional, entre otros, deben ser objetivos específicos para los servicios de inteligencia. En todos ellos existe una gran relación entre los factores económicos y geopolíticos. Poseemos los recursos humanos capaces de implementar tales políticas, solo se requiere acción.
Revista Mágnum–Marzo 1992

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