Síntomas VS Causas: ahí radica el error

Síntomas VS Causas: ahí radica el error
Los recientes acontecimientos respecto del ataque de la comisaría de Ocobamba, demuestran que la negligencia del gobierno puede resultar homicida, estamos frente a un Gobierno que actúa como medico titulado en Azangaro, trata los síntomas más no las causas de la enfermedad.
Si analizamos en un contexto de tiempo más largo nos daremos cuenta que las zonas cercanas al VRAE, así como las zonas mas deprimidas del sur del país, como son Abancay, Apurimac, Ayacucho, Huancavelica, etc. mantienen en forma inalterable condiciones de pobreza extrema, falta de presencia del Estado, que a su vez generan una permanente insatisfacción al escaso accionar estatal, y mantiene condiciones en las que se puede desarrollar tanto el narcotráfico, como el terrorismo, o ahora el mal nombrado narco-terrorismo ya que estos bandos no responden a un mismo líder, y tiene diferencias marcadas respecto de su accionar, el Gobierno en forma siempre timorata trata de dar solución a los síntomas como los actos violentos, siempre olvidando las causas.
Si recordamos el insensato levantamiento de Antauro Humala con claridad debemos recordar que parte de la población estuvo apoyando el mismo, y esto es consecuencia no de que ellos sean insensatos o delincuentes, sino que es muy fácil levantar la bandera del anarquismo cuando lo que uno recibe es nada, tampoco debemos olvidar que en las elecciones nacionales, el voto del sur antes descrito se inclino por un discurso radical, suicida desde el punto de vista del país, no obstante es necesario entender que el que nada tiene, no tiene nada que perder.
En este escenario el accionar del narcotráfico o del terrorismo es de fácil transito, ya que por un lado el narcotráfico ofrece al menos una posibilidad de generación de recursos y empleos, -al margen de la Ley- pero que permiten al menos la subsistencia, o puede ser tierra fecunda para ideas radicales de abolición del Estado de derecho, estado que no llega a estas poblaciones, y por ende los mantiene marginados.
La pregunta de fondo es que hemos hecho en las ultimas décadas para generar un efectivo desarrollo en las zonas más pobres del país, que hemos hecho para garantizar su inclusión en la vida social, económica, que hemos hecho para generar ciudadanía, es obvio que las escasas y mal aplicadas políticas sociales de los últimos gobiernos, no son visibles ni perceptibles a estas poblaciones, mientras esto no ocurra seguiremos erróneamente tratando el problema como un solo un acto delictivo olvidándonos de la raíz del problema.
Toda inversión social sostenible en educación de calidad, políticas integrales de nutrición y salud, mayor presencia del estado, inversiones en actividades económicas sostenibles, alejan de la población tanto del narcotráfico, como del terrorismo, si en el mundo urbano la recuperación de espacios públicos es una herramienta eficiente contra la delincuencia común, es obvio que en las zonas deprimidas un accionar eficiente del gobierno en políticas publicas es una posibilidad real de accionar frente a las causas que originan la violencia y las actividades delictivas.
No podemos combatir al narcotráfico y al terrorismo desde la visión de la represión, esta es sin duda necesaria, pero absolutamente insuficiente, ataquemos las causas además

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