Sociedad y política

Sociedad y política

Resumen

Este artículo tiene el propósito de destacar la necesidad de la creación de las policías comunitarias, de barrios o de mediación, como también se les conoce. Parte de la necesidad de entender la seguridad como elemento directamente relacionado con el ser humano y su entorno. Se concluye que los objetivos de la policía deben corresponderse con las necesidades sociales, a través de técnicas que logren el acoplamiento con los vecinos y lograr el entrelazamiento con la comunidad.

Introducción

Para La UNESCO, en un reciente artículo publicado en la Internet por Total News (2006), destaca que Venezuela ocupa el primer lugar en el mundo en muertes causadas por armas de fuego, 22.15% por cada 100.000 habitantes. Esta cifra coloca al país por encima de Brasil, quien ocupa el segundo lugar con una tasa de 21,72% homicidios por cada 100.000 habitantes.

Otros estudios ubican a Venezuela en tercer lugar en el índice de homicidios, el reporte del año 2006 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), coloca a Venezuela detrás de Colombia y el Salvador en número de homicidios en América Latina, índice basado en estadísticas del año 2003, debido a que a partir de esa fecha el acceso a esta información en Venezuela dejó de ser del uso público.

Sin embargo las encuestas efectuadas a la población demuestran como principal problema de la sociedad Venezolana la inseguridad, semana a semana ocurren más decesos que en las confrontaciones bélicas existentes en cualquier parte del mundo, el temor de ser victima del hampa se ha tornado en una pandemia, afectando a la vida familiar, el desarrollo personal e integración social.

Para autores como Briceño (2006), revelan que en Venezuela las zonas mas peligrosas son las grandes ciudades y los estados fronterizos, los delitos mas recurrentes son el homicidio, el robo y el secuestro, se puede decir que durante los últimos dos años, la cantidad de homicidios se triplicó y la de secuestros se cuadruplicó, hay un promedio de 200 secuestros anuales y de 13 mil homicidios por año, similar opinión es la sostenida por Rivero (2006) quien indica que los hechos criminales, en una cifra menor al 10% anual, tienen la probabilidad de llegar a los tribunales, mientras que solamente un 5% anual logra sentencia condenatoria definitivamente firme, demostrando una evidente impunidad en el castigo del delincuente.

Dentro de este contexto, se destaca que la criminalidad a pesar de tener mayor recurrencia, se hace menos visibles en los sectores populares y más débiles por cuanto en la mayoría de los casos no son denunciados. Tarre (2006) indica que la cantidad de secuestros, homicidios, robos a bancos y la impunidad generalizada revelan un alto nivel de incertidumbre en la población.

La gravedad de delitos ocurridos hacen recordar acciones emprendidas por una comunidad Carabobeña, durante el año 1989, cuando la acción del hampa le quitó la vida a una ciudadana en un centro comercial en Guacara, estado Carabobo, esto constituyó un elemento desencadenante de fuertes protestas vecinales y sirvió como impulsor de un exitoso programa de protección vecinal el cual contó con el apoyo de la gestión gubernamental, esta experiencia demostró la necesidad para los vecinos que las autoridades locales y regionales apoyen el esfuerzo de los ciudadanos sin intervenir ni invadir sus dinámicas sociales.

Es opinión del autor, que los hechos delictivos constituyen un factor impulsor para la organización comunitaria, obligando a los vecinos a organizarse y participar en la creación y propuesta autogestionarias de autoprotección muchas veces sin contar con el apoyo y orientación de las autoridades locales, es por esto que algunas comunidades carentes de orientación gubernamental han llegado a tomar la justicia con las propias manos, convirtiendo al ciudadano en victimario y al delincuente en víctima.

Por su parte autores como Herrera (2005), afirman la necesidad de integrar los servicios policiales con el entorno urbano y ejercer el control social con la presencia de una autoridad fáctica, planificando de manera objetiva programas de seguridad a través de las policías de proximidad, comunitarias, de barrio o de mediación. Font (2000), organizaciones ya desarrolladas desde la década de los 30 y 70 en Europa y los EEUU.

Para el autor, la organización comunitaria sigue siendo un mecanismo históricamente utilizado para enfrentar de manera organizada y con esfuerzos propios los problemas que le afectan, frente a las carencias de los gobiernos algunas comunidades han buscado la forma de organizarse en movimientos populares para discutir los problemas, buscar soluciones, introduciendo un cambio de actitud como forma autónoma de hacer trabajo social.

Es por ello, que se debe considerar como punto de partida para la creación de las policías comunitarias a las comunidades organizadas, lo cual facilita la creación y funcionamiento, ya que de antemano logra la formalización de una alianza entre la policía y los intereses de la comunidad, tal como lo sostiene Chinchilla citado por Herrera (2005), la organización comunitaria con la policía es un concepto que lleva implícita la idea de participación activa o contributiva, donde el individuo interviene directamente en las decisiones que afectan a su comunidad.

Por su parte, Hernandez (1995), afirma que en los sistemas democráticos el movimiento comunitario en sus diversas formas organizativas puede constituirse en una fuerza de redimensión de los servicios policiales, encaminadose a introducir una nueva filosofía del servicio ciudadano satisfaciendo con un alto índice de calidad la seguridad y la tranquilidad social.

La participación comunitaria transforma la sociedad, a través de ella se logran respuestas de cohesión, sin la mediación ni filtraciones de intereses partidistas, sino con la expresión genuina de las comunidades y sus problemas, donde las autoridades municipales y regionales la reconozcan como escenario necesario, ya lo menciona Chevez (2006), al decir: “Es desarrollar una concepción de las comunidades como un sistema integrado”

Hoy se plantea en Venezuela una revisión a fondo de la seguridad ciudadana, olvidar la praxis tradicional policial y aplicar un modelo de policía comunitaria, como elemento cercano al ciudadano, donde el funcionario policial ha de conocer a su pueblo, al barrio y al tejido social mismo de la comunidad donde presta sus servicios, se hace necesario que la policía y la comunidad constituyan la sintomatología de una nueva conciencia social, que convierta al vecino en guardián de su propia realidad local bajo una relación solidaria para la preservación de la vida y los bienes, donde el agente del orden público no sea un extraño

De esta forma se rescataría al policía del parasistema social represivo, y la vez afianzar en las comunidades el sentimiento de seguridad, sustentado en un paradigma comprometedor del sentimiento familiar y del espíritu de vecino solidario, cooperador, traducido en la cotidianidad del hacer, creando nuevos valores comunes que enlacen acciones comunes.

Para González (s/f), el mantenimiento de la seguridad en un sistema democrático se da a través del equilibrio de las diversas fuerzas sociales y del establecimiento de vías de resolución de conflictos, autores como Reiss, citado por Herrera (2005) afirman que los objetivos de la policia se han de corresponder con las necesidades de la sociedad, ya que esta modela a la policía y no al contrario, por tanto la creación de una policia comunitaria significa acoplar técnicas policiales con información real aportadas por los vecinos.

Se concluye, que la seguridad ciudadana, va directamente relacionada con el ser humano y su entorno, haciéndose un mandato perentorio adoptar el modelo de las policías comunitarias, sin más diatribas ni revisiones. De continuar de la misma forma los niveles de inseguridad se agravaran o en el mejor de los casos se mantendrá básicamente inmodificada.

Bibliografia.

CHEVEZ R. (2006). Gestión Comunitaria en Seguridad. Buenos Aires. Argentina.

BRICEÑO L. (2006). Entrevista por la periodista Maria Iglesias. El Universal 09-Abril-2006. Caracas. Venezuela.

GARRIDO A. (2002). Criminalidad y protección vecinal. Tesis de grado FACES. Universidad de Carabobo.

GONZALEZ J. (S/F). Democracia, cultura y participación. Material mimeografiado. Centro de información documentación y analisis Latinoamericano. CIDAL.

FONT G. (2000). Autogestión vecinal. Volver a Vecinales y Comunales. http:/chasque.apc.org.guofont.montevideo Uruguay.

HERNANDEZ H. (1995). Los Vecinos. Una organización Alterna para la Prevención de la Criminalidad. Tesis de grado. Derecho Penal. Universidad de Carabobo.

HERRERA J. (2005). Policia de Proximidad y Gestión de Riesgo. Universidad de Barcelona.

RIVERO R. (2006). Artículo publicado en Internet. Htpp:/home.earthlink.
Net/&accióncivica.

TARRE M. (2006). Nota de prensa de la cámara de Comercio, industria y servicios. La Camara de Caracas.

TOTAL NEWS. Disponible en htpp:// www. Total news.com.ar/detalle_noticia asp? Cod noticia=12857&fecha=20061001 (15-02-07).

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