¿Típica rebeldía de adolescente?

Enuno de los primeros artículos que escribí para la revista cuyo título era «Venderlos,regalarlos o negociar con ellos, he ahi el dilema» me refería a lareto herculiano a la tolerancia que representa para cualquier mortal el manejode los cambios subitos de humor que reflejan nuestros hijos durante esaquasipesadilla que llaman adolescencia. Afortunadamente estos cambios estánlimitados a este momento de nuestras vidas y que teóricamente disminuyeprogresivamente hasta desaparecer (en la mayoría de los casos) al lograralcanzar las tareas correspondientes a la etapa subsiguiente que algunosllamamos adultez.

Sinembargo la gran mayoría de nuestros adolescentes lejos de parecerse al jovenBrando de «Redelde Sin Causa» (que hemos catalogado más bien como elrebelde en busca de una) deberían idealmente estar mas cerca de los y quechamos de «Dawson’s Creek» (por supuesto guardando las distanciastanto culturales como hollywoodenses). Es por esta razón que en los últimos 10anos los expertos una parte cada vez mayor de su atención a estos cambios dehumor y los resultados son pocos menos que halagueños. Más específicamente elInstituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos (NIMH) publicórecientemente un trabajo de investigación sobre depresión durante la ninez yla adolescencia que arroja nueva luz sobre los cambios de humor duranteesta etapa. De acuerdo al estudio un porcentaje que oscila entre 4 y 8% denuestros adolescentes sufre de trastornos de depresión mayor y este patrón deincidencia ha aumentado progresivamente en los últimos años. Es decir quemuchos de nuestros jóvenes no son solo difíciles de manejar y aislados sino queestán realmente enfermos y necesitan atención especializada a fin de evitar lasconsecuencias de esta situación.

¿Porqué debemos conocer sobre esto?

Primerome gustaría mencionar que los trastornos depresivos corresponden a unaenfermedad que se manifiesta emocionalmente pero cuyo fundamento esdefinitivamente biológico; en otras palabras no es solamente un estado de guayaboextremo que pudiera ser pasajero, es una enfermedad con bases neurofisiológicasque de no ser tratada adecuadamente no solo puede perpetuarse en el tiempo sinotraer complicaciones como uso y/o abuso de alcohol y drogas, maltrato y/o abusosexual y en el peor de los casos suicidio. Recordando que en nuestro país esteúltimo corresponde a la segunda causa de muerte de nuestros adolescentes entre15 y 19 años.

¿Cuálesson los factores de riesgo?

Cuandohablo de factores de riesgo me refiero a situaciones que «facilitarían»(no necesariamente determinarían) la potencial aparición de esta enfermedad.Entre los más importantes puedo mencionar: historia familiar de depresión -locual podría triplicar los chances de aparición de este problema en sus hijos-;factores ambientales como historia de pérdida de figuras parentales durante laniñez, antecedentes de abuso/maltrato o abandono familiar, dificultades deaprendizaje, enfermedades crónicas y/o incapacidad física y uso y/o abusos dealcohol y drogas.

Esinteresante pensar en el riesgo adicional que significa el solo hecho de seradolescente ya que los chances de defensa emocional exitosa son mayores durantela adultez que en periodos cuando nuestro arsenal apenas comienza a abastecerse.

¿Cómosospechar de este problema?

Deacuerdo al Manual de Diagnóstico y Estadística de los Desordenes Mentales(DSM-IV) para sospechar de depresión durante la adolescencia debemos estar enpresencia de al menos 5 de estos criterios diagnósticos por un intervalo nomenor de 2 semanas:

1.Triste o Irritable a diario y que persiste durante todo el día

2.Desinterés marcado y disminución notable de la capacidad de disfrutar deactividades que previamente lo eran

3.Pérdida o aumento de peso importante.

4.Cambios en el patrón de sueño (aumento o disminución de las horas que duerme).

5.Se observan muy agitados o demasiado tranquilos

6.Se quejan de fatiga constante o falta de energía

7.Manifiestan sentimientos de culpabilidad excesiva o inapropropiada y percepciónde no valer nada

8.Indecisión manifiesta o disminución de la capacidad de concentración

9.Pensamientos recurrentes de muerte

Escierto que algunas (en otros casos muchas) de estas características son comunesa la mayoría de nuestros hijos pero lo llamativo seria la conjunción de mas de5 de ellas y su persistencia por un periodo mayor de 2 semanas.

La intención de este articulo noes añadir un elemento de preocupación a la lista casi interminable de cosas queatormentan a los padres de adolescentes sino aumentar las herramientas deprevención que facilitan nuestro rol de educadores y orientadores de nuestroshijos. Las buenas noticias, al activar este nuevo archivo de proteccióndisminuiremos las chances de éxito de uno de los múltiples riesgos que ellosenfrentan rutinariamente ya que la intervención profesionales de la saludmental y los avances terapéuticos en esta área reducen cada vez más susposibles complicaciones.

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