En un estudio sobre el suicidio Emile Durkheim,llamado Padre de la Sociología, acuñó la noción de anomia, equivalente a undesconocimiento de la norma social. Extendido, este fenómeno puede llevar a los conglomerados a un estado dedisolución.
En la anomia, las pautas de comportamiento sonnegadas, o mejor dicho no existen para el individuo, quien realiza su voluntadindependientemente del costo que eso implique para los que lo rodean.
La extensión de los comportamientos anómicospueden ser la consecuencia de dificultades en el proceso de socialización. El individuo, simplemente, no asimila lasreglas del juego social, y actúa según su leal saber y entender. Tarde otemprano, entra en colisión con las leyes.
Del otro lado, la extensión de loscomportamientos anómicos refleja una incapacidad de la sociedad y del Estadopara hacer que sus integrantes internalicen un conjunto de normas básicas, sincuyo cumplimiento la vida en común se torna cuesta arriba.
El riesgo de la anomia es un reto permanentepara los sistemas de educación, tanto formal como informal. En ellos, el ser humano va aprehendiendo lasnormas de la convivencia, e igualmente permiten a las instituciones detectar losindicadores de comportamientos socialmente desviados.
La anomia social transmite una sensación dedesorden y subdesarrollo. Lassociedades avanzadas procuran reducirla al mínimo, en el entendido de quesuprimirla por completo es imposible. El ser anómico no está integrado, por lo tanto las sociedadesexcluyentes tienden a generar comportamientos de este tipo.
La anomia tiene una relación inversamenteproporcional con la sensación de seguridad. Esto es, a mayor anomia menorsensación de seguridad, y viceversa. Unser anómico no siempre será un delincuente, pero hay muchas probabilidades deque lo sea. Por lo tanto, requiere dela atención del Estado, mientras más temprano mejor.
Hay una tendencia a asociar la anomia con losambientes de protesta o intranquilidad social. Pero a menudo la protesta se realiza contra la anomia misma, aunque nolleve ese nombre. La protesta tiene unaestructura distinta a la anomia, puesto que la primera es un hecho y la otra unestado de cosas. Vincularlas a las dospuede ser el producto de la ignorancia, pero también de una intenciónpremeditada para desvirtuar a las manifestaciones y sus protagonistas.
Algunos Estados han tenido éxito en el controlde los comportamientos anómicos, mediante una mayor fiscalización de las faltaso conductas desviadas. En algunaspartes, esto se ha denominado la estrategia de Ventanas Rotas. Lo importante, en tales casos, es tener uncuidado escrupuloso con las condiciones de oportunidad y proporcionalidad enlas sanciones. De lo contrario, elefecto puede ser catastrófico.
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