Lista negra (22 al 29 de noviembre 2002)

 

Cuando Segured daba sus primeros pasos, hace unaño, un jefe de seguridad bancaria nos aportó un documento que en esaoportunidad consideramos de enorme valor: el listado completo de los nombres que las instituciones financieraslatinoamericanas estaban investigando a requerimiento de las autoridadesestadounidenses, como consecuencia de los atentados terroristas del 11 deseptiembre del 2001.

 

El documento original incluía no sólo losnombres de pila sino también otros datos sobre cada persona tales como alias,direcciones de habitación, nacionalidades, correos electrónicos, fechas denacimiento…Todo lo que contribuyese a identificar correctamente a cada uno delos señalados.

 

El comité editorial de Segured analizó lainformación contenida en ese documento, y decidió divulgarla como un incentivopara que los visitantes del portal se registraran en forma gratuita, entablandoasí una relación con nuestro portal.  Laversión consignada, sin embargo, omitió algunos datos considerados irrelevantespara nuestro propósito, así como otros que podían ser utilizados para vulnerarla intimidad de las personas mencionadas. Intimidad que, dicho sea de paso, ya estaba siendo violentada pues todosesos nombres estaban siendo analizados en la banca internacional como parte deuna pesquisa de “inteligencia financiera” que, a nuestro entender, no estabarespaldada por ninguna orden judicial.

 

Este documento estuvo “en el aire” poraproximadamente seis meses, lapso en el cual incontables visitantes losolicitaron en sus correos electrónicos.  Este año Segured cambió de imagen. En el proceso este documento no fue incluido de nuevo, no porqueconsideráramos que había perdido valor, sino por razones estrictamenteanecdóticas:  se había extraviadodurante la transferencia de la data, y una vez reencontrado entró en la carpetade asuntos pendientes para el equipo técnico del portal.

 

El martes 19 de noviembre, la reportera AnnDavis del diario

La oportunidad es propicia para reiterar lo queel editor de Segured (el periodista Javier Ignacio Mayorca) le indicó a sucolega del diario neoyorkino, así como también al representante de CNN:  las informaciones que consignamos en elportal jamás están orientadas a dañar a particulares, sino a fomentar el debatesobre los diversos tópicos relacionados con la seguridad. En esa línea, hemosadvertido en más de una oportunidad que la Guerra contra el Terrorismodeclarada desde Washington está afectando los derechos de los individuos, nosólo el de la vida privada sino también los referentes a la libre circulación,asociación e intimidad de las comunicaciones, por citar algunos.

 

Luego de trece meses de los atentados contralas Torres Gemelas, el listado emitido por las autoridades estadounidensesconserva inmenso valor, así como las versiones que aparentemente fuerondiseminadas por esos mismos despachos con posterioridad.  Davis nos preguntaba si el Buró Federal deInvestigaciones había contactado a Segured para informar sobre las sucesivasactualizaciones de esa lista. Entonces y ahora la respuesta es negativa.

 

La divulgación oportuna del documento hapermitido a la colectividad formarse una idea de si las pesquisas iniciadascomo respuesta a los atentados en Nueva York, Washington y Pennsylvania fueronel producto de un trabajo científico o una simple cacería de brujas.  Quizá sea muy temprano para emitir unaconclusión al respecto, pero llama la atención que en este lapso –y después deuna costosa intervención militar en Asia Central- Estados Unidos solamente hayapodido detener y encausar a un individuo (Zacarías Moussaui) mientras que elsupuesto líder del complot (Osama bin Laden) continúa por la libre.

 

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