VIVIANA MUÑOZ
El Nuevo Herald
En una operación ingeniosa, ladrones se introdujeron en una joyería de Miami tras alquilar un espacio comercial encima de su objetivo. Con herramientas hicieron un gran hueco en el piso de su local por el que llegaron hasta el negocio de abajo.
Pero sus planes se vieron frustrados cuando se encontraron frente a frente con el dueño de la joyería.
El inusual robo ocurrió ayer en pleno corazón de La pequeña Habana, en Franklin’s Jewelry Store, situada en el 1136 SW 8 Street.
Una vez dentro de la joyería, armados y enmascarados, resolvieron esperar al dueño, Franklin González, para obligarlo a abrir las cajas fuertes.
»El dueño entró a la joyería y se encontró con dos hombres, armados y emmascarados», afirmó Williams Moreno, portavoz policial de Miami.
»El propietario de la tienda forcejeó con los sujetos que le demandaban que abriera la caja fuerte, amenazándolo con que, de no hacerlo, le iban a quitar la vida», agregó.
Pero González opuso tenaz resistencia y logró que los ladrones huyeran, al parecer con las manos vacías.
Según la Policía de Miami, en julio un grupo de personas rentó el apartamento situado encima de la joyería con el argumento de que querían abrir un negocio de exportación de perfumes de una compañía de Puerto Rico.
»Sin hacer un contrato y pagando $3,000 en efectivo rentaron el espacio de arriba hace más de un mes explicando que era para exportar perfumes», dijo González.
»Aparentemente el domingo durante el día hicieron el hoyo, y cuando entré a la tienda, revisé todo, como siempre antes de abrir las cajas fuertes, y cuando entré el baño, aparecieron estas dos personas armadas y enmascaradas», dijo González.
‘Me fajé a los puños sujetando a uno de ellos por la mano y el cuello, mientras éste le gritaba al otro, `¡mátalo, mátalo!’ ».
»Y cuando se levantó del piso me dio con la pistola», agregó González. »Mi esposa salió corriendo a la calle para llamar a la policía y uno de los dos ladrones, que había perdido la máscara, salió detrás de ella, mientras el otro subió por la soga al segundo piso, donde había más personas, y todos huyeron por la puerta de atrás», dijo González.
La policía describió al sujeto que perdió la máscara en el forcejeo como latino, blanco, de unos 50 años, canoso, con barba y 5’4» de estatura.
El otro, de unos 40 años, era de similar estatura.
»Son personas que están armadas y se consideran peligrosas», indicó Moreno.
La policía sospecha que estos sospechosos pueden haber cometido robos similares sucedidos en los últimos meses.
Para dar información que lleve a su captura, llame al 305-579-6500.