EE.UU. entraba juicio alemán por el 11 S

HAMBURGO, Alemania (Reuters) — Washington impidió a jueces alemanes tener acceso a detenidos de al Qaeda en la repetición del juicio al único sospechoso sentenciado hasta ahora por los ataques suicidas del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, dijo el martes en una audiencia un tribunal de Hamburgo.
Mounir El Motassadeq, de 30 años, está acusado de organizar los ataques del 2001 en los que murieron cerca de 3.000 personas, junto a Mohamed Atta y otros, y de pertenecer a una organización terrorista.
Su primera condena fue desestimada porque los jueces no habían tenido acceso a un figura clave de Al Qaeda, detenido por Estados Unidos.
En una carta a la embajada de Alemania en Washington, leída en el tribunal, las autoridades de Estados Unidos decían que tenían que proteger a las fuentes y los métodos de los servicios de seguridad.
La carta añadía que el «acceso interactivo» a esta clase de prisioneros podría obstaculizar sus interrogatorios y llevar a que información secreta crítica, incluida la relativa a amenazas «terroristas», fuera divulgada.
La decisión de Estados Unidos arroja dudas sobre el nuevo proceso judicial.
En febrero de 2003, Motassadeq se convirtió en la primera persona del mundo en ser juzgada por los atentados del 11 de septiembre, y sigue siendo la única persona condenada por estos actos. Fue sentenciado a 15 años de cárcel.
En marzo de este año, un tribunal superior declaró el veredicto insatisfactorio ya que los jueces no habían tenido acceso al testimonio de Ramzi bin al Shaibah, miembro clave de la célula de Al Qaeda en Hamburgo que fue capturado en Pakistán en 2002. El tribunal ordenó la celebración de un nuevo juicio.
Las autoridades alemanas pidieron en mayo a Estados Unidos que les concediera el acceso a seis testigos clave, incluido Bin al Shaibah, pero la carta de Estados Unidos decía que incluso la información sobre si un individuo estaba detenido estaba clasificada como secreto.
En la misiva decía que a Estados Unidos no le era posible confirmar si las personas señaladas, que incluyen a la destacada figura de Al Qaeda, Halid Sheij Mohammed, estaban o no bajo custodia de Estados Unidos.
Tensión entre Alemania y EE.UU.
La cuestión ha provocado tensión entre Alemania y Estados Enidos, que claramente quiere una condena en el caso pero que no está dispuesto a permitir que el testimonio de detenidos de Al Qaeda se haga público en un juicio.
Washington reaccionó airadamente cuando Motassadeq quedó en libertad en abril, calificándole de peligroso.
El juez presidente del tribunal Ernst-Rainer Schudt prometió el martes al acusado un juicio justo independiente de los deseos del gobierno.
El caso gira en torno a Bin al Shaibah, quien se jactó ante un periodista de Al Jazeera en 2002 de su papel en la organización de los atentados del 11 de septiembre. Shaibah y los pilotos suicidas Mohamed Atta, Ziad Jarrah y Marwan al Shehhi formaban el eje de la célula de Hamburgo.
El éxito del proceso en el primer juicio contra Motassadeq se basó en su estrecha relación con estos hombres, en transferencias de dinero que hizo para al Shehhi y en su reconocimiento de que había entrenado en un campo de Al Qaeda en Afganistán.
La defensa argumentó que Motassadeq simplemente siguió a miles de otros que se dirigieron a Afganistán, y que su apoyo a los otros era sólo una forma de ayuda a colegas musulmanes en una tierra extranjera.
Manfred Murck, vicedirector del servicio de inteligencia interno de Hamburgo, dijo que Motassadeq había renovado los contactos con activistas desde su puesta en libertad.
«Se reunió con algunos de sus viejos amigos en la mezquita y demostró que sigue siendo formando parte de la escena de musulmanes radicales», dijo Murck en la víspera del juicio.
Pero añadió que Motassadeq suponía más «un peligro general» que una amenaza directa.

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