3 células de las AUC se desmovilizan

Como «un gran paso para el país», definió el Presidente Álvaro Uribe el anuncio de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, principal grupo paramilitar del país, de desmovilizar cerca del 90% de sus integrantes este año.
Restrepo recibe un fusil a manos de un campesino paramilitar.
«Por el bien de la Nación, por la tranquilidad del Casanare, del Meta, por la recuperación del imperio de las instituciones, por la credibilidad de los procesos de paz, ese es el objetivo», dijo Uribe.
En un comunicado difundido por el Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, el estado mayor negociador de las AUC anunció la concentración y posterior desmovilización de cerca de 10.000 combatientes.
Los grupos dirigidos por Miguel Arroyave, Pablo Mejía, y Guillermo Torres, ubicados en los departamentos de Casanare, Meta y Vichada -en los Llanos Orientales- serán los primeros en desmovilizarse, según el anuncio.
Muertos y desplazados
Arroyave había decretado hace 10 días el cese al fuego unilateral, luego que Uribe les exigiera hacerlo o de lo contrario suspendería las negociaciones con esos grupos, pues los tres grupos están enfrentados con las Autodefensas Campesinas del Casanare, ACC, por el control territorial de los Llanos Orientales.
Muchos temen que el proceso sirva de «ventana a la impunidad».
Uribe hizo el mismo llamado a las ACC, dirigidas por Martín Llanos, pues los fuertes enfrentamientos entre los paramilitares por los Llanos Orientales, región rica en petróleo, ganadería y grandes plantaciones de coca, han dejado decenas de combatientes muertos y miles de campesinos desplazados.
Llanos también había anunciado un cese al fuego, y ahora se espera anuncie su desmovilización.
El Bloque Norte de las AUC, ubicado en la Costa Atlántica colombiana, también se desmovilizará, entre los grupos señalados están los dirigidos por Salvatore Mancuso -uno de los líderes y vocero de las AUC-, Ramón Mojana, Camilo Catatumbo, Hernán Hernández y «Jorge 40».
«Jorge 40» es acusado del secuestro del ex senador José Gnecco días antes de formalizar las negociaciones de paz entre el gobierno y las AUC, el 1º de julio de este año; del asesinato la semana pasada del líder indígena Freddy Arias; y de la muerte y desplazamiento de decenas de indígenas Wayuu, en La Guajira, en el norte del país, hace un par de meses.
Temen «perdón y olvido»
Actualmente, varios líderes de las AUC y cerca de 400 de sus integrantes están ubicados en una zona de 368 kilómetros cuadrados en Santa Fe de Ralito, Córdoba, en el norte del país, otorgada por el gobierno para desarrollar los diálogos.
El Alto Comisionado dijo que podrían establecerse más zonas de concentración.
Contrario a lo señalado días atrás, el Alto Comisionado Restrepo anunció después del comunicado de las AUC, que podrían haber otras zonas de ubicación.
«Si hay concentraciones serán muy cortas, y simplemente con propósitos operativos, para darles una capacitación», dijo Restrepo.
Las negociaciones con las AUC se iniciaron en diciembre del 2002, en ese momento el grupo paramilitar decretó un cese al fuego unilateral, que según organizaciones sociales nacionales e internacionales no ha sido cumplido a cabalidad y, durante la visita al Congreso de los tres jefes paramilitares más importante del país, ellos mismos reconocieron que la aseveración era cierta.
Los críticos del proceso también temen que las negociaciones resulten en el «perdón y olvido» de los crímenes cometidos, lo que han llamado como una «ventana a la impunidad».
Hasta el momento se han desmovilizado cerca de mil paramilitares como resultado de los acuerdos, que buscan la desmovilización total de los 13.000 combatientes que se dice tienen las AUC, antes de finalizar el año 2005.

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